Lalo Falcioni
[email protected]


En el primer partido con Paolo Montero como conductor, Central cayó ante Godoy Cruz, no pudo convertir, no defendió con eficacia en el corto tramo que perdió el dominio del partido, falló un penal y encima Marco Ruben y Teo Gutiérrez expusieron sus diferencias ante las 40 mil personas que había en el Gigante de Arroyito y frente a todas las cámaras.
Analizado así, pareciera que el estreno canalla en este 2017 fue nefasto y poco esperanzador. Sin embargo, el medio vaso lleno del equipo rosarino dice que el equipo pudo ejercer superioridad sobre el rival durante casi todo el desarrollo, que generó situaciones de riesgo y que algunas individualidades funcionaron muy bien. En especial Javier Pinola, sobre el que estaban posadas casi todas las miradas el domingo pasado.
Apenas emergió su cabeza calva desde el túnel, la cancha se le vino encima para ovacionarlo. Pinola se guardó un instante para la emoción y el agradecimiento, y luego se concentró en su trabajo, como gran profesional que es.
Fue uno de los mejores del conjunto del uruguayo Montero, probablemente el mejor-, como si no hubiera tenido que atravesar por casi todo un año de inactividad por las dos fracturas que sufrió.
Ordenó, cortó, se acopló a su nuevo compañero de zaga José Leguizamón y trabó con alma y vida, con la pierna que tantos sinsabores le deparó el año pasado.
Pinola se fue del estadio dolido por el resultado y preocupado por ciertas situaciones que se dieron en el partido, como por ejemplo la infantil pelea por la pelota entre Ruben y Teo Gutiérrez en la previa de la ejecución del penal. Pero, a la vez, apoyó la cabeza en la almohada seguro de que el equipo encontrará su rumbo pronto y saldrá del fondo de la tabla.
“Sabía que me jugaba mucho en este regreso y mucha gente no confiaba en mi vuelta, pero desde el momento en que me dijeron que podía entrenar con normalidad me puso como objetivo volver a ser útil para el equipo”, alcanzó a decir el defensor luego de la derrota.
La mira en Quilmes
Tanto Pinola como el resto de sus compañeros y el cuerpo técnico dieron vuelta la página rápidamente porque este viernes ya se viene el segundo choque del año ante Quilmes, a las 21.10 en el sur del Gran Buenos Aires, con arbitraje confirmado de Mariano González.
De acuerdo a lo que expresó el entrenador en la conferencia de prensa posterior al partido con Godoy Cruz, no se esperan grandes cambios en la formación titular. Una variante posible es el regreso de José Luis Fernández a la banda izquierda del mediocampo, pasando Federico Carrizo a la derecha.
Pero antes de tomar esa decisión, que podría excluir del equipo a Paulo Ferrari, Montero tendrá que tener el okey del médico para poder utilizar a Fernández, que no pudo jugar el domingo por un problema muscular.
El plantel canalla entrenará hoy (miércoles) y mañana en horario matutino. Luego de la práctica de este jueves, el grupo almorzará y tras la siesta y la merienda, la delegación partirá rumbo a la Capital Federal a la espera del partido frente al Cervecero.