Diego Montejo
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Lograr algo íntimo en el Festival de Cosquín llama la atención. Son todos grupos. Y ver a alguien solo, llama aún más la atención. Escuchar el silencio en la plaza es algo grandioso. “Soy muy agradecido de lo que me dieron los festivales de folclore. Yo también al hacer tango lograba un contraste interesante”, cuenta Joel Tortul sobre la soledad del escenario y el clima que genera verlo tocar. Sus referentes: Horacio Salgán, Ariel Ramírez y Adolfo Ábalos.
“Estoy hablando de gente del palo solista, de propuestas solistas”, sostiene, y agrega: “Siempre traté de seguir el camino de ellos, desde el piano. Tuve la suerte de tocar diez años consecutivos en el Cosquín y estoy muy agradecido, es algo muy importante”.
Tortul presentó unto a su cuarteto un repertorio que incluye obras de nuestra música folclórica rural y urbana con una impronta y estética latinoamericana. “Mi idea es que en Folclore Argentino puedan danzar bailarines de tango y también bailarines de folklore”.
Bajo la premisa de que todas las músicas componen la música, Tortul aclara que “tranquilamente, luego de un tango de Piazzola, podemos tocar una chacarera bien tradicional de los Hermanos Ábalos”.
En este espectáculo denominado Folclore Argentino se abordarán además temas propios como “Santiago de Cuba” (chacarera tumbada), “El chacarita” (chamamé) y de compositores locales como “Trasmutando”, tango de Martín Tessa.
—¿De qué se trata este concierto?
—Voy a estar con mi cuarteto que hace ya cerca de dos años que formé. Son músicos que tocan folclore y tango. La idea de armar este grupo fue para hacer tango, chamamé, samba, chacarera... Que es lo que vengo haciendo yo desde siempre, desde chico digamos. La idea es contar con músicos que toquen esas cosas. También mixturamos la música latinoamericana y el jazz. Es un concierto de música popular argentina, el folclore y el tango forman parte casi de lo mismo.
—Estuviste de gira en Europa el año pasado...
—Sí, este año también vuelvo a Europa y voy a China. La armamos con Leonel Capitano, hace diez años que va a Europa y conoce mucha gente, así que la armamos entre nosotros. Fuimos al festival de jazz de Barcelona, fuimos a Londres, República Checa. Fue una gira independiente. Me di cuenta de que cada vez me gusta más mi música, noté que el continente europeo llegó a un lugar donde se tiene que mantener y no buscan crecer. Acá necesitamos crecer, mirar para arriba, hay un montón de cosas para lograr. Eso se refleja en nuestra música.
—¿Cómo ven ellos la música argentina?
—Yo creo que el folclore aún no es conocido, como lo es el tango. Cuando uno habla de Argentina habla de Buenos Aires, por eso el tango es tan popular en el mundo. Vos vas por cualquier pueblo de Italia o Alemania y hay milonga, es decir el baile del tango ha llegado a todos lados, ya está difundido por todos lados. Clásicos como Luna Tucumana se conocen por el tema mismo que por el género. La gira la hicimos en torno del tango, si hoy en día una gira la querés hacer, para llegar a la gente tenés que cantar tango, es lo que más te abre puertas. Las grandes orquestas del mundo tocan Piazzolla si hablamos de conciertos.
—¿Ustedes ya tienen algo grabado?
—Estamos en una etapa donde estamos pensando en grabar, yo tardo en grabar con esta formación porque queremos tocar primero, prefiero a veces que las grabaciones sean una consecuencia de un tiempo de trabajo. Ese es el karma de todo músico, cuando se graba, ¿no? El repertorio no se basa en clásicos, sino también en obras propias, chamamé, folclore, canción
litoraleña, tango. Trato de hacer un poco de cada género.
—¿Cuesta mucho imponer tangos nuevos hoy en día?
—Primero hay que analizar que la gente que consume folclore y va a las peñas folclóricas es mil veces más que las que van a peñas de tango. En los eventos de tango acá van los milongueros que quieren bailar y escuchar clásicos de los ’40. Porque esas orquestas tocaban sumamente para bailar. Hoy en día hay mucha gente que está haciendo tangos nuevos, lo que pasa es que no hay muchos espacios para difundir el tango. Son cosas muy chiquitas que no tienen repercusión como los festivales de folclore que se hacen en el verano, que tienen miles de asistentes y hasta se televisan por televisión.

El camino como solista

—¿Cómo te sentís cuando cautivás la gente sólo con un piano?
—Me di cuenta de que sólo necesito un piano ya de grande. Como empecé, de muy chico, a los 14, 15 años, no me daba cuenta. Ahora tengo más miedo de ir a tocar solo que en esa época. En mi pueblo empecé a tocar el piano solo y seguí solo. Desarrollé un camino como solista que está muy bueno. De más grande empecé a formar grupos, cuartetos y tríos.
—¿Es necesario irte de Rosario, donde vivís hoy en día, para dar un paso más?
—Yo fui a vivir a Buenos Aires un tiempo y me volví, es necesario irte a Buenos Aires porque tenés llegada a todo el país, en los diarios y radios. No tiene que ver con lo que hacés, sino con la llegada que tiene esa ciudad. Codearse con los más grandes músicos está bueno, yo lo he hecho y trato de seguir haciéndolo, pero desde acá. Hoy en día la tecnología te permite estar en contacto con más músicos.
—Contame un poco acerca de la próxima gira en China...
—Es una orquesta sinfónica donde hacen actuaciones por año, donde no siempre actúa la orquesta sinfónica, sino a veces actúan en grupos reducidos o sólo las cuerdas de la orquesta. Este año me invitaron como pianista invitado a hacer tangos míos y algo de folclore. No deja de ser algo que llama la atención llevar nuestra música a China, pero la música achica las distancias. Ellos tienen una cultura muy diferente a nosotros, eso va a estar bueno de ver, va a ser una buena experiencia.

Formación

-Joel Tortul, piano.
-Mariano Sayago, contrabajo y bajo
-Alfredo Tosto, batería y percusión.
-Martín Tessa, guitarra eléctrica y criolla.
Invitados especiales:
-Ulises Basualdo (guitarra).
-Hua Hui Basualdo (voz).
-Simón Lagiera (violín).