Miguel Lifschitz

“A veces el presidente mira la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”

Para el gobernador, la baja de los impuestos tiene que comenzar por la carga tributaria nacional. Su opinión sobre la deuda de coparticipación, la seguridad y los jugadores de las PASO.
26-07-2017 | 8:41 |

La deuda de Nación. “Desde el gobierno nacional nos pidieron paciencia porque recién asumían y el fallo de la Corte había sido muy reciente. Nos pareció lógico y esperamos. Nos tomamos todo el año, este año retomamos las negociaciones en febrero y ahora volvemos con el reclamo porque ya pasó mucho tiempo y no tuvimos ninguna respuesta”, dijo el gobernador.
Foto:Gentileza.
Ignacio Negri
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Ya sin muletas, el Miguel Lifschitz comienza a atravesar su última etapa de recuperación después de la operación por un corte en el tendón de Aquiles. El reposo le permitió tener un mejor panorama de su gestión y también un mayor contacto con los medios de comunicación. Mirador Provincial no quedó afuera de esa agenda.
Entre preguntas y respuestas, el gobernador reconoció que le costó mucho hacer reposo y se obsesiona con el poco margen de maniobra. “La gestión en Santa Fe es muy corta. Son cuatro años, no hay reelección y el último año se va en las elecciones. Así que son casi tres años de gestión pura y dura que hay que aprovechar al máximo, no hay que perder un solo minuto. Desde que arranqué no he parado, creo que los resultados se van viendo de a poco”, sostuvo.
—¿Cómo analiza la situación económica que está atravesando la provincia?
—Yo creo que hay dos economías. Una que arrancó y que anda a una buena velocidad, pero son sectores económicos con más rentabilidad, como el sector de los agronegocios, el sector de la minería en el norte, la petroquímica, las automotrices. Son núcleos muy puntuales.
El resto de las economías, las regionales, las pymes, están muy complicadas. A veces afectadas por las importaciones, como Acebal por ejemplo, un caso muy particular porque ahí se concentran más de 50 empresas del calzado, sumado a una caída pronunciada del consumo interno.
Esa es una de las críticas que le hacemos al gobierno nacional. Hay políticas macroeconómicas que no tienen en cuenta la realidad de algunos sectores y terminan afectando a trabajadoras, familias, comunidades, como lo que ha pasado con los tamberos.
—En relación justamente a los tamberos, ¿Cómo se están recuperando de las inundaciones de principio de año? ¿Ese fue el golpe de gracia?
—Ahí la provincia estuvo presente. Hay muchas obras en marcha en las cuales se priorizó siempre la lógica de atender las situaciones más complejas de las grandes ciudades y centros urbanos, ninguna de las grandes ciudades ha sido afectada y esto tiene que ver con todas las obras que se vinieron haciendo.
Lógicamente faltan obras en el sector rural. Hemos avanzado mucho porque conformamos los tres comités interjuridireccionales de las tres cuencas que tenemos con Córdoba (una al norte en el departamento Castellano, otra en Carcarañá y la tercera del sur en la zona de La Picasa). En esos casos recibimos agua de Córdoba porque somos el paso obligado hacia el Atlántico. En el caso de La Picasa se involucra la provincia de Buenos Aires también. Creo que estamos avanzando y se van a encarar obras entre las dos jurisdicciones, algo que se tendría que haber hecho hace muchos años atrás.
—Hace algunos días, hubo un cruce muy interesante entre el gobernador de Córdoba y el presidente de la Nación, donde Macri le pidió a las provincias que bajen la carga tributaria y Schiaretti le retrucó exigiendo la deuda que tiene el gobierno nacional con esa provincia por coparticipación. ¿Tuvo la posibilidad de verlo? ¿Qué opina sobre ese debate?
—A veces el presidente mira la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, porque la carga impositiva que más pesa sobre la actividad económica en general es la carga de lo los impuestos nacionales. La carga de los impuestos provinciales es mínima e irrelevante en comparación a la magnitud. Si analizamos los impuestos provinciales, los dos distritos del país que tienen mayor carga tributaria de ingresos brutos (5% de la facturación) son la ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires. Córdoba y Santa Fe están por debajo. Paradójicamente son los dos distritos que administra el partido del presidente. Si queremos seriamente analizar el tema de la carga tributaria y si buscamos un sistema más razonable y de menor impacto en el contribuyente y en el sistema productivo, hay que poner todos los temas arriba de la mesa y ver qué es lo que cobra cada uno y cómo se distribuye.
—¿Es optimista con este nuevo reclamo por la deuda de coparticipación?
—Uno siempre es optimista. Son 50 mil millones de una deuda que se acumuló durante 7 años de coparticipación. Nosotros arrancamos la gestión y nos reunimos con el presidente. Desde el gobierno nacional nos pidieron paciencia porque recién asumían y el fallo de la Corte había sido muy reciente. Nos pareció lógico y esperamos. Nos tomamos todo el año, este año retomamos las negociaciones en febrero y ahora volvemos con el reclamo porque ya pasó mucho tiempo y no tuvimos ninguna respuesta.
—¿Cómo imagina que se podría distribuir todo ese dinero?
—Son recursos para las ciudades y comunas. Todas las obras que se pueden hacer con eso benefician a todos los santafesinos, porque nuestro compromiso es que todo lo que venga de esa deuda vaya a obra.
—La relación con Macri arrancó con aquel famoso asado en Olivos con todos los gobernadores. ¿Qué pasó después de ese encuentro? ¿Por qué se enfrió tanto?
—Esa fue la primera y última reunión que tuvieron todos los gobernadores con el presidente. Yo también me ilusioné con esa reunión. Por primera vez un presidente que iba a comenzar su mandato, lo hacía junto a los gobernadores, pero después se volvió otra vez a esa relación más bilateral, de presidente con cada gobernador, con algunos más afines. Sería muy bueno pensar en federalismo, como un espacio de decisiones compartidas entre los gobernadores y el presidente. Eso le daría mucha solidez, y quizás muchos errores sobre los cuales se tuvo que volver atrás, no se habrían cometido.
—¿Cómo es su relación ahora, tanto con el presidente como con José Corral?
—Es correcta. Uno siempre tiene más afinidad con personas con mayor cercanía política. Este no es el caso, tenemos diferencias, pero hay una relación respetuosa, cordial, donde cada uno respeta el lugar del otro y trata de buscar acuerdos y consenso. Yo rescato eso como positivo.
—Metiéndonos en las PASO, ¿qué opina sobre lo que sucedió con la lista que encabezada Jorge Boasso para disputar la interna con Cantard?
—No es un dirigente de mi estima, hace muchos años que estamos muy enfrentados políticamente. Sin embargo, creo que no fue correcto desde el punto de vista democrático haberlo excluido de la competencia interna. Yo vengo participando de procesos electorales en los últimos 30 años y es la primera vez que pasa esto, donde se excluye a un candidato con el argumento
de los avales. Siempre prima el criterio de priorizar la participación del candidato y esta vez no sucedió.
—¿Piensa que hubo temor dentro del partido de que Boasso terminara ganando la interna?
—No lo sé, pero soy partidario de abrir la competencia porque eso legitima siempre al que gana. Ahora va a quedar siempre la duda, porque el sentido de las PASO justamente es que haya una participación amplia.
—Volviendo a su partido, ¿qué le aporta Luis Contigiani a la lista del Frente Progresista?
—Cuando Antonio (Bonfatti) decidió no serlo, todos pensamos en él como una muy buena representación del Frente. Ha sido uno de los ministros con el perfil más alto de gestión. Luis no viene de la política partidaria, trabajó mucho en la Federación Agraria, es oriundo de Arequito y ha mostrado una gran capacidad de gestión y mucha presencia en los problemas de crisis que tuvimos, con una gran iniciativa, generando programas de estímulo al sector agropecuario y cooperativo.
Además tuvo posturas políticas relevantes, con posicionamientos muy claro, en defensa de las empresas, siendo el primero en denunciar el problema de las importaciones. No tengo dudas de que va a ser una voz muy fuete en la Cámara de Diputados para defender a Santa Fe.
—En el plano de la ciudad de Rosario, ¿considera que varios de los que encabezan las listas para concejales están midiéndose para ser candidatos a intendente? ¿Cómo analiza la candidatura de Pablo Javkin?
—La experiencia muestra que no siempre los que ganan las elecciones de concejales después son intendentes. Yo nunca fui concejal, Mónica (Fein) venía de ser diputada, Hermes (Binner) sí había sido concejal, pero no siempre se da. Pablo (Javkin) es un dirigente importante, un hombre joven, pero que ha hecho gran experiencia como dirigente. Fue presidente de la Federación Universitaria Argentina, concejal, diputado y dejó la diputación para venir a la gestión de Rosario a ponerse el overol y salir a la calle. Creo que es un excelente candidato y le va a dar una fuerza nueva al Frente.
—Por último, ¿Es cierto que tiene ganas de ser presidente?
—A quién no le gustaría. Es como si a un jugador de fútbol le preguntás si quiere jugar en la Selección. Es lógico que quien llegó a ser intendente, piensa en la gobernación y el gobernador piense que estaría lindo ser presidente. Hoy es nada más que una utopía muy difícil, pero a veces las utopías se pueden concretar.

La diferencia entre la ciudad y la provincia

En el marco de la entrevista recordó su gestión como intendente de Rosario. “Ser intendente de Rosario me dio el privilegio de visitar lugares que de otra manera no hubiera visitado, ciudades de todas partes del mundo y de conocer personalidades notables. Fue uno de los pequeños privilegios que tiene la función pública en esos lugares. Como gobernador es más complicado. Tengo colegas que viajan bastante, pero yo no hice largos viajes”.

El nuevo trole de Rosario

“Después de más de 55 años, se inauguró una nueva línea con troles súper modernos, con baterías que les permiten transitar parte del recorrido sin las lanzas. Hoy cada vez más el mundo avanza hacia transportes que no contaminen, que no generen impacto ambiental, se prioriza el transporte público. Rosario siempre estuvo adelante en tema de transporte, fue la primera ciudad que tuvo tranvía, fue una de las primeras que tuvo troles y también seguimos en la búsqueda de colectivos eléctricos en la ciudad. En un par de años se empezarán a fabricar acá, en la Argentina. No va a faltar mucho”.



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