Círculo virtuoso

La cultura de la inversión, compatibilidad en sociedades

Daniel Salvucci es integrante del grupo de inversores ángeles, Cygnus Angels Club. Pasó por Santa Fe para brindar una capacitación a inversores y emprendedores que desean participar del Foro de Capital para la Innovación. Su punto es hacer hincapié en crear buenos vínculos entre inversores y emprendedores.
26-07-2017 | 16:06 |

Foto:Valeria Elías.
Valeria Elías
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Cuando se habla de inversión ángel, según el consultor, se habla de riesgo para muchos esto significa “cuidado” pero para otros, ganancias. Daniel Salvucci comienza aclarando que “antes de la ley de emprendedores y mucho antes en Argentina siempre hubo actividad de inversión, de inversión en la propia empresa, de inversión en las empresas de otros. Es muy común, pero el tema que me interesa desarrollar es la inversión ángel, que tiene la particularidad de ser la primera fuente de financiamiento no tradicional, no bancaria, después de la propia que alguien pone en su empresa”.
En Argentina aún hay un sector capaz de poder aportar inversiones en procesos productivos o de desarrollo, pero existe el tabú que conlleva el riesgo, lo cual hace que ese dinero quede estancado en cuentas bancarias, o invertido en lo más tradicional, “ladrillos”. Al respecto, Salvucci dijo: “La inversión ángel en Argentina es común, lo que sí a diferencia de otros países es poco profesional. ¿Qué significa esto? Que generalmente es por oportunidad alguien con excedente de dinero que ya invirtió en un departamento, tiene su empresa de carrera o de familia decide invertir en una empresa que probablemente es por oportunidad, la del primo, el amigo, un conocido, ex socio, un alumno de la facultad, etcétera”.
Luego, agregó: “Esto ha generado buenos resultados y a veces, no tanto, porque al no hacerlo profesional y que sea por oportunidad y, por otro lado, el que recibe el dinero también no siempre tiene todas las herramientas para llevar adelante una empresa y para recibir dinero como inversión. Los resultados no son muy buenos y eso ha generado un círculo no virtuoso de malas empresas que hace que antes de invertir en un proyecto de otro ‘compro otro departamento de dos ambientes, que es más tranquilo, más seguro en la cultura argentina, muy gringa ladrillo’, que en nuestra económica también pesa mucho. Entonces es muy difícil salir de eso”.
“En otras partes del mundo -continúa explicando el inversionista- la inversión ángel es lo que impulsa mucho la creación de nuevas empresas. La forma tradicional del empresario argentino local históricamente es el de comenzar su compañía de a poquito, con algunos clientes, empezar con lo que excede de dinero, comprar una máquina más, comprar un camión, contratar más gente y de a poco ir creciendo, con lo que va sobrando de la empresa ir creciendo, que no está mal, es un buen camino, que una compañía crezca de una forma no sé si lenta, pero a lo largo de los años, de a poco con su propio capital”.
Otros caminos de inversión
Existe un proyecto de reactivación de inversiones en Argentina, se está trabajando en crear una cultura de inversiones dentro de los grupos empresariales en el cual puedan descubrir que la palabra “riesgo” no implica necesariamente una pérdida, y que inversiones bien direccionadas dan frutos de forma colaborativa entre las partes.
Según Daniel Salvucci, “existe otra alternativa a la inversión tradicional de Argentina, crear y hacer crecer compañías que requiere capital intensivo, requiere mucha inversión para crecer rápidamente. Ésta es una inversión que no puede sacarla de la misma compañía, ahí es donde entra en juego la idea de un inversor externo que invierta el dinero en la compañía a cambio de acciones, de ser socio de la empresa”.
En este sentido, explica: “La actividad de inversor puede ser en un principio como inversor ángel, o la otra como un fondo de inversión, fondo inversor que invierta en la compañía. Para que a un inversor ángel o a un fondo inversor les interese invertir en tu compañía debes tener un plan de negocios suficientemente coherente y vos demostrar que vas a poder ejecutarlo. Y que genere un crecimiento rápido de la compañía que de alguna forma después genere multiplicación de su inversión en la empresa y que pueda retirar en algún momento esa inversión, que es lo más complejo, a veces”.
Riesgo, el fantasma de las inversiones
A nadie le gusta perder, menos cuando se trata de dinero. En Argentina hay una cierta resistencia en cuanto a inversión en empresas o proyectos debido al miedo que existe por el riesgo que se corre. Sin embargo, pese a que muchas veces se hace una mala inversión, es también muy cierto que cuando se toman las precauciones necesarias invertir puede ser un recurso redituable.
El especialista dice que la inversión está asociada con la palabra riesgo. “En nuestra cultura es bastante negativa esta palabra -aclaró- por eso no está bueno usarla tanto, pero la verdad es que conlleva riesgo. Es muy probable que ese dinero invertido se pierda, se pierda no es que desaparezca. Simplemente es que llevar adelante una empresa lleva al mejor puerto y no por causa de nadie, sino muchas veces por cuestiones externas a la compañía, es posible, esa es la parte del riesgo. Es más riesgoso cuando no se lo hace de forma profesional”.
De la misma forma, sostuvo: “Cuando uno invierte en forma profesional analiza y decide invertir en una empresa de forma mucho más consciente, con mucha más información por lo cual el riesgo se ve achicado, porque de última es conocido, uno ya sabe donde está invirtiendo”.
“En otras partes del mundo -continúa explicando el inversionista- la inversión ángel es lo que impulsa mucho la creación de nuevas empresas. La forma tradicional del empresario argentino local históricamente es el de comenzar su compañía de a poquito, con algunos clientes, empezar con lo que excede de dinero”.

Nueva ley, nuevas inversiones

La reciente ley de emprendedores, que aún se encuentra en proceso de reglamentación, en el plano de lo que refiere a las inversiones, abre un nuevo camino, propone incentivos y cambios estructurales en la forma en que el inversor se relaciona con el emprendedor. Sobre esto Salvucci opinó: “Lo que facilita esta ley es dar incentivos futuros, porque aún no está reglamentado, para que un inversor tenga más intenciones de invertir en una empresa más que otra cosa, beneficios impositivos, fiscales, etcétera. También es muy importante la creación de la nueva figura societaria, la SAS (Sociedad de Acciones Simplificadas), que es más ágil a la hora de poder incorporar nuevos socios, no solamente para invertir. Y por otra parte, está por reglamentarse al crowdfunding o financiamiento colectivo, en otras partes del mundo funciona bastante bien y es como un paso previo a la inversión ángel”.
“Fuera de esto -destacó el experto- la ley es muy importante porque abarca una cuestión cultural también en Argentina, pone foco e importancia que le corresponde a las empresas, al desarrollo empresarial, como uno de los ejes principales del desarrollo económico de un país”.

Inversión ángel vs. crowdfunding

Si bien hay algunas diferencias en las formas en que se estructuran ambas formas de inversión, como se implementan y ejecutan, estas cuestiones no son muy relevantes a la hora de definir qué tipo de inversión conviene recibir.
Por su parte, el especialista en inversiones aclaró “el crowdfunding es una herramienta para poder invertir en forma colectiva en una empresa, muchas personas con poco capital en una compañía, que no es exactamente lo mismo que inversión ángel. El crowdfunding permite que ceda parte de las acciones de su compañía a un grupo de inversores que puede ser muy grandes. La palabra ‘crowd’ o colectivo lleva muchas personas, muchas veces no son inversores profesionales. Cualquiera que tiene un ahorrito y que aparte de gastarlo en otras cosas, si ya tiene invertido en su casita en su departamento mínimo monto en pesos puede invertir, pero los pocos pesos de muchos hacen el dinero suficiente que esa persona que lleva adelante la empresa lo reciba para cumplir con su plan de trabajo, negocio”.
Seguidamente, continuó con su explicación: “La inversión ángel tiene mucho más de involucramiento. Un inversor ángel, la palabra esa ‘ángel’ tiene que ver mucho esto de la etimología del uso en otras partes del mundo, tiene que ver con esto de estar cerca, el inversor ángel más que dinero, aparte aporta mucho de sus experiencias, sus contactos, sus conocimientos, o su experiencia en gestión de una compañía. En otras partes del mundo a esto se lo conoce como ‘smart money’ (dinero Inteligente), ese dinero que entra en la compañía no es solo dinero que entra sino que entra otra cosa que tiene que ver con esa inversión ángel que ayuda a hacer exitosa esa compañía”.

El Foro de Capital para la Innovación

Este espacio es una iniciativa de 17 instituciones de los sectores científico-tecnológico, productivo, financiero y estatal. Busca propiciar el encuentro entre emprendedores, la comunidad empresarial y los inversores interesados en financiar empresas con alto potencial de rentabilidad. El principal objetivo de esta iniciativa es que las ideas, descubrimientos científicos y avances tecnológicos generados en nuestra región tengan el sustento necesario para transformarse en proyectos productivos.
En ese sentido, el foro genera acciones que permiten detectar proyectos con alto potencial, darlos a conocer a inversores interesados en la realización de buenos negocios y difundir herramientas de financiación para procesos productivos que están fuera del sistema crediticio. El foro busca también generar relaciones y ámbitos de cooperación entre los actores públicos y privados de la región.
La convocatoria para que emprendedores y empresarios de la región presenten sus planes de negocios y requerimientos de financiamiento, ante inversores y participen en el encuentro anual 2017 estará abierta hasta el 11 de agosto de 2017. Más información: www.forocapital.org.ar.



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