Susana Rueda
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"Soy el dinosaurio de los youtubers" dice Abel Reynoso, de 87 años, y se ríe. Fue uno de los más cercanos colaboradores de Juan Domingo Perón en el exilio, el que logró triangular la correspondencia para que las cartas de Perón llegaran a la Argentina en medio de la feroz vigilancia del régimen en 1955, después del Golpe de Estado que derrocó al presidente fundador del Partido Justicialista y que de ahí en más fue llamado "el tirano prófugo".

En aquellos días el General se había radicado en Panamá, y a Abel, entonces de 24 años, no le demandó demasiado esfuerzo vender lo poco que tenía, viajar y convertirse en el contacto que necesitaba Perón con sus seguidores en Argentina para encarar la resistencia. Era peronista porque "peronista se nacía, porque era lo que a uno lo representaba", dice, y recuerda que el movimiento encarado por su líder lo sacó de la profunda pobreza que vivía con sus padres en el campo.

Abel era fotógrafo de profesión, y asegura que sacó fotos maravillosas del General en el exilio, pero lamentablemente ese testimonio fue incinerado por su guardador, un mecánico en Buenos Aires, por el temor a la dictadura del '76, cuando el mismo Abel debió exiliarse en los Estados Unidos.

Ahora Abel, que se define como un "viejo activista del sueño", es el youtuber más "antiguo" de Internet, donde ha colgado ya más de 1.200 videos analizando la actualidad del país y del peronismo que son vistos por miles de personas.

"Se supone que el manejo de las redes sociales sólo puede estar a cargo de los jóvenes. A mí me decían que hiciera un video de 3 o 5 minutos. Y les dije: 'Yo voy a hablar de política y no puedo hacerlo en 3 minutos, tengo que dar referencias históricas, tengo que explicar las cosas'. Y me dijeron que no me iba a ver nadie... Bueno, quedará como documento histórico y de consulta... (risas). Pero se dio un fenómeno extraño, así que bienvenido. Es una nueva forma de comunicar, es una herramienta extraordinaria, que si los políticos supieran la importancia que tiene la utilizarían... Claro, si tuvieran algo que decir".

- Cuando usted dice cómo ve la realidad, ¿lo dice por lo que le enseñó Perón o por lo que aprendió con los libros?
- Un poco de todo eso. Uno es originariamente del pueblo, y el pueblo nunca puede expresar su mensaje. Ésta es una oportunidad histórica para que el pueblo se manifieste. Yo me considero un representante del pueblo, soy la expresión de lo que le gustaría decir a muchos. Y yo digo mis verdades de una forma muy modesta, yo no tengo compromiso político con nadie porque no hago política. Yo soy un muchacho de burdel, bastante añejo...

- Es curioso hablar de peronismo en YouTube, porque mucha gente considera que el peronismo atrasa. ¿Es así?
- El peronismo no existe. Con Perón murió el peronismo. Existimos los peronistas. Y es una comunidad desorganizada, contrariamente a lo que predicó Perón. Calculamos que un 60% de la población se siente convocada por el peronismo, pero desgraciadamente está descabezado porque ha habido una campaña a través de los medios, no de comunicación sino hegemónicos de control. Ha habido un proyecto para desperonizar el país. El peronismo era una fuerza que buscaba la unidad del pueblo y se expresaba a través de la idea filosófica y doctrinaria de Perón. Era invencible en las urnas. Pero para el latrocinio de las riquezas de un país el enemigo necesitaba desarmar la cabeza que representaba al pueblo. Porque el pueblo no iba a permitir que se enajenara al país en un 75% como está enajenado ahora. Nosotros hoy somos una colonia. El 75% de nuestra riqueza está en manos de corporaciones internacionales, que no vinieron a invadir, curiosamente, sino que hubo argentinos que la fueron a entregar y dieron al país como garantía. Y nuestro único recurso es ver cómo controlamos y administramos la pobreza.

- ¿Cuál de todos los dirigentes actuales podría encarnar mejor los ideales de Perón?
- No existe. Toda la gente del PJ que se manifiesta y se impone hasta ahora en la opinión pública no tiene la más mínima estatura. La única persona capaz intelectualmente, y viva que puede hacerse cargo de esta herencia es Cristina (Fernández de Kirchner), pero está anulada. Y es culpa de ella. Ella ha preferido creerle a un círculo íntimo que la tiene entornada. Si bien ella no es la solución, sería una opción para el trasvasamiento futuro, y eso es lo importante.

- Pero la mística del peronismo se ha ido perdiendo, y ahora la unidad parece lejana. Hay incluso otra vez iniciativas que intentan unir al campo popular que vienen del socialismo, la izquierda y algunos sectores del PJ. ¿Cuál es su opinión?
- Eso está muy verde. Hay muchas ambiciones personales que si usted los ve, nota como van midiendo su respuesta popular de acuerdo a sus posicionamientos, pero son proyectos personales. No hay un proyecto de país. El proyecto de país es lo que nosotros nos adeudamos, y mientras no tengamos eso vamos a seguir siendo una colonia. Hay que hacer escuela, porque el argentino está muy dispuesto a improvisar, a gobernar el país a los ponchazos, y pensando siempre en su futuro político. Y cuando alguien viene y ofrece construir un proyecto hidroeléctrico o cualquier obra pública, un político en esa posición toma los $ 200 millones, previo cobro de comisión, y deja que hagan porque supone que eso le va a dar rédito político. Y esto corresponde a todos los partidos políticos. El argentino tiene tendencia a buscar patrocinios, pero a cambio de peajes. Pero el pueblo no tiene voz, porque tampoco los representa el Congreso. Por lo menos no la tiene hasta que se capacite. Y en eso estamos, para eso usamos esa herramienta. Para que el pueblo conozca sus derechos y aprenda a defenderlos. Para eso tiene que generar su propia dirigencia. Y hay que enseñarle.

- ¿Cuál es el impacto de la corrupción dentro del peronismo?
- Yo hablaría de los corruptores. El corrupto es el que abre la puerta para que el corruptor entre a los lugares inaccesibles. Y el corruptor paga el peaje. Paga 10 millones de dólares para llevarse mil. Por eso en el país aún no se han descubierto quiénes son los corruptores.

El último estratega
- ¿Perón pensó alguna vez en su propia muerte, y en dejar algún heredero de su pensamiento?
- Perón creía que la organización vence al tiempo. El creía firmemente en que cualquier argentino podía conducir los destinos de la patria si estaba preparado y estaba organizado. Pero en el exilio él creía que el país estaba inmaduro. Me dijo una vez que si él pudiera volver a la Argentina y resolver sus problemas económicos no lo haría porque cuando recibieron tantos beneficios no supieron defenderlos. Un ciclo político no se construye en un año, se construye en 50 años. Las generaciones que transformaron realmente un país se construyeron en 50 o 60 años. Pero acá hubo una generación diezmada durante la dictadura. Ésa era la generación que debió seguir. No se prepararon cuadros, y los resultados los vivimos ahora. El peronismo está totalmente desarticulado. Los peronistas no tenemos en quién creer. Tenemos algunas opciones concretas, pero hábilmente el enemigo, que es no sólo el enemigo del peronismo sino de los intereses del pueblo argentino, los ha puesto lejos de las grandes decisiones estratégicas. Y estoy hablando de Cristina. Ella ha caído en la trampa que le han preparado y ahora es senadora, la tienen ocupada en eso y amenazándola que la van a meter en la cárcel. Entonces el mayor obstáculo para los enemigos del pueblo está anulado. Encima está rodeada de asesores que no entendieron el peligro, y le han dejado el campo libre para el colonizador.

- En sus últimos meses de vida, ¿Perón estaba torturado por el choque entre la juventud de izquierda y el sistema sindical de derecha?
- El problema no era ése, el problema del peronismo fue que el comunismo quería avanzar sobre la herencia de Perón. El Che Guevara en algún momento se había convertido en una opción de ese movimiento de fuerzas que se había iniciado en 1917. Todo el mundo sabía que Perón iba a morir, y todos querían quedarse con la herencia. Intentaron ese objetivo de mil formas distintas, y pusieron mucho dinero. Pero Perón nunca transó, porque creía que la izquierda nunca fue una opción, no creía que fuera útil para el país. Ni la izquierda ni el imperialismo, por eso propuso la Tercera Vía, que aquí en Argentina era el Justicialismo.

- ¿Perón fue entonces el último estratega que parió la Argentina?
- Perón fue el primero y el último. Fue el único que entendió el proceso de una sociedad en formación. Esta era una sociedad producto de un proyecto inmigratorio, y no se había hecho la síntesis. Acá había una clase privilegiada, minoritaria, de excelencia, y la clase marginal que es la que producía la riqueza. Entonces Perón viene a rescatar al pobre, al marginado social que produce la riqueza, y le da una posición social. Entonces le da acceso a la cultura, a la educación, a la salud, al bienestar, le otorga posibilidades para que se realice a través del trabajo y construya su vivienda. El peronismo da la primera oportunidad para transformar a la sociedad, otorgándole la posibilidad a los hijos del trabajador para que entren a la universidad y se capaciten. O sea, Perón produce una transformación social. Y eso despierta al enemigo. Si preparaba gente para tenerla siempre en el país, iba a ser más difícil llevarse la riqueza gratis, como se la habían llevado hasta ese momento. Cuando llega Perón, el país
estaba colonizado.

Intimidades

- ¿Cómo era Perón en la intimidad?
- Era un muchacho argentino, un bonaerense, y un hombre de campo. Había crecido, había pasado su infancia en el campo. Era un ser humano excepcional, de una gran calidad humana. Un hombre que lograba mimetizar con sus semejantes a tal extremo que uno se olvidaba que Perón era Perón.

- ¿Por qué Perón tenía tanta confianza en usted?
- Porque quizás yo llegué a ser el hijo que él no tuvo, por la cantidad de expresiones que yo recibí después. Pero había mucha intriga en torno a Perón, como en torno de todos los grandes hombres. Intriga contra los que estábamos en posición de privilegio en torno a Perón. Una vez me llamó a mi casa, me hizo ir a su departamento y me paró delante de Isabelita y todos (Rodolfo Martínez, Pablo Vicente, sus colaboradores de aquella época). Y me dijo que yo era su amigo y que podía entrar a su casa cuando quisiera. En ese momento no entendí nada, pero después me di cuenta que era una forma de validarme frente al resto.

- ¿Estaba "entornado", como se dice?
- Siempre las personas importantes están entornadas. Por ejemplo ahora a Cristina la tienen prácticamente secuestrada. Más allá de las discusiones sobre si es buena o mala, si tiene o no posibilidades, si robó o no robó, el mayor enemigo de Cristina no es Macri, sino la gente que tiene a su alrededor.

- Si Perón viviera en estas épocas, ¿usaría las redes sociales?
- Supongo que sí, ¡pero sería un peligro terrible! Si yo que soy un perejil, llegué hasta a acá con las redes sociales, imaginate Perón...

- ¿Qué es lo mejor que le dejó Perón?
- Lo mejor que hizo Perón fue concientizar al pueblo de sus valores y de sus responsabilidades históricas. A mí me enseñó que existe el prójimo, que el semejante es más importante que uno mismo. Al lado de él yo aprendí eso.