Esto representaría un verdadero impacto al funcionamiento del sector comercio y servicios en toda la provincia de Santa Fe, con marcados inconvenientes para mantener las fuentes laborales, sumado a las significativas bajas en las ventas y el consumo interno de las cadenas productivas.

En reiteradas reuniones mantenidas con la ministra de la Producción de Santa Fe, Alicia Ciciliani, la secretaria de Energía Provincial, Verónica Gesse y al Gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, la entidad manifestó que no aceptaría nuevos incrementos en el servicio y elevó propuestas que impulsan cambios de fondo en la facturación de la energía eléctrica en Santa Fe, aunque las mismas aún no han tenido respuesta.

Reducir la alícuota del impuesto de los ingresos brutos que paga la EPE y trasladar esa reducción al costo del servicio, disminuir los impuestos municipales y provinciales que se aplican a la tarifa, transparentar el valor agregado de distribución (VAD) y trabajar para lograr la eficiencia del servicio que toda la provincia requiere son algunos de los puntos solicitados por el sector.

ADEESSA manifiesta su gran preocupación por las consecuencias que un nuevo aumento producirá en la sociedad toda en los próximos meses.