Mario Cáffaro
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Hubo festejos dentro del recinto y en la barra colmada de funcionarios del Ministerio de Educación y de asesores; esos festejos se extendieron al hall legislativo y autoridades educativas se fundieron en abrazos con diputados oficialistas e incluso opositores. Clima futbolero aunque sin rivales a la vista: todos estaban de acuerdo en darle media sanción a la trabajada futura ley de educación para la provincia. Afuera se habían acallado los ecos de sendas marchas convocadas por la educación sexual integral, que no formaba parte de la agenda legislativa del día.

Allí sí había posturas encontradas entre verdes y celestes apenas separadas por una fila de mujeres policías. Por unanimidad, la Cámara de Diputados votó y giró en revisión al Senado la futura ley de educación que apuesta a llenar un vacío institucional de más de setenta años. “La presente ley regula el ejercicio del derecho humano a la educación en el territorio de la provincia de Santa Fe conforme a los principios consagrados por la Constitución nacional, los tratados internacionales incorporados a ella, la Constitución provincial, la ley de educación nacional número 26.206 y a los que en esta ley se determinan”, señala el artículo 1. El núcleo es el segundo, que consagra a la educación como “un derecho social y un bien público garantizado por el Estado. La educación es pública, gratuita, laica, universal, única, común, plural e intercultural, democrática, humanista e inclusiva, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo”. Ya en tercero dispone que la educación santafesina es obligatoria desde los tres años de edad hasta la finalización de la educación secundaria y promotora de la educación permanente a lo largo de toda la vida”.

Son 210 artículos divididos en nueve títulos y dentro de ellos en varios capítulos. Fue la Comisión de Educación la encargada de hacer el arduo trabajo parlamentario hasta llegar a un texto consensuado entre seis iniciativas. Muchos de los oradores ponderaron la tarea realizada por el grupo que encabeza el socialista Julio Garibaldi. “Ahora aplauden el trabajo realizado en esa comisión cuando antes la criticaron por demorar la reforma constitucional”, chicaneó el justicialista Luis Rubeo recordando las críticas que tres semanas atrás se hicieron en el recinto desde el oficialismo a la larga discusión sobre reforma constitucional. “Hicimos la tarea que debíamos hacer”, señaló otra justicialista, Silvia Simoncini.

El proyecto votado reconoce en su origen un mensaje del Poder Ejecutivo presentado por el propio gobernador Miguel Lifschitz, en un acto público frente a la Legislatura más iniciativas particulares de Verónica Benas (Pares), Carlos Del Frade (Frente Social y Popular), Alejandro Boscarol (UCR), los justicialistas Patricia Chialvo, Simoncini, Héctor Cavallero y Roberto Mirabella y otro de la izquierda firmado por Rubén Giustiniani, Carlos Del Frade, Silvia Augsburger y Mercedes Meier.

“No presentamos proyecto propio, pero apoyamos la media sanción”, aclaró el macrista Sergio Más Varela (Cambiemos) quien no dejó de resaltar que cuando la Comisión de Educación había consensuado los cinco proyectos, recién allí el Ejecutivo presentó el propio.

Lifschitz, en sus diferentes discursos ante la asamblea legislativa puso entre los ejes la necesidad de que Santa Fe tenga su ley de educación. De allí, la iniciativa del Poder Ejecutivo y el compromiso de la ministra, Claudia Balagué, que con parte de su equipo siguió la sesión dentro mismo del recinto de la Cámara.

Voces
Garibaldi abrió la lista de oradores sobre un tema que lo tuvo como máximo responsable de la Comisión de Educación en los más de dos años de discusión, consultas y reuniones sobre la temática. “Esta norma fue construida a lo largo de dos años y medio de charlas, debates, y conversatorios donde se incluyeron las voces de más de un millón de santafesinos, que desde distintos sectores de la sociedad aportaron su mirada”.

Aseguró que “Santa Fe se merece esta ley” y destacó la horizontalidad y participación ciudadana que tuvo toda la instancia de debate. “La educación es una herramienta para transformar la realidad y para lograr una sociedad más justa”, añadió el joven legislador socialista. Más adelante aseguró que “la ley es al sistema educativo como lo es la Constitución para la provincia”.

Le siguió el radical Boscarol, quien planteó cuatro ejes, el primero de los cuales tuvo que ver con el porqué de la necesidad de esa norma y tras historiar lo ocurrido desde los ’90 hacia aquí dijo que el objetivo “es fortalecer y democratizar por un lado el propio sistema de toma de decisiones, es decir, el gobierno educativo de nuestra provincia; y por el otro, propiciar la concertación federal fortaleciendo el rol de nuestra provincia en el marco del Consejo Federal de Educación como el espacio común para guiar concertadamente los grandes procesos y mantener la armonía del sistema educativo nacional”. Ya sobre el final señaló que “la educación anticipa el futuro de una sociedad, por eso si queremos construir una sociedad justa, debemos trabajar para disponer hoy de una escuela justa”.

En tanto, Giustiniani destacó que el texto “define a la educación como derecho humano, bien público y social con responsabilidad indelegable, imprescriptible e intransferible del Estado provincial. En un contexto de crisis económica y social, donde hay deserción y abandono, y cinco de cada diez chicos no terminan la escuela secundaria, esta ley llega no para cambiar la realidad del día a la noche, sí para ser una herramienta para una fuerte política de Estado que trascienda el color político de turno de los gobiernos y marque el rumbo de los próximos años”.