El Santo y la pelea por no descender

Patronato en su encrucijada

Viene de perder ante Independiente y el próximo fin de semana enfrentará a Lanús de visitante. El equipo mejoró pero aún no alcanza para ser sólido. ¿Estará a tiempo Mario Sciacqua el entrenador para mantenerlo al club en la Superliga? ¿Insistir con lo que hay o promover valores de inferiores?
17-10-2018 | 18:54 |

Mario Sciacqua mejoró en algunos aspectos el andar del equipo. Pero no alcanza.
Ezequiel Re

Los dirigentes de Patronato creyeron que la receta de la temporada pasada la podían repetir. Pero no todas las temporadas son iguales. Y no volvió a “pegarla” con un delantero como Sebastián Ribas, que vino de Ucrania con una floja foja de servicios pero se recibió de goleador en el Patrón.  Y así Lanús se lo llevó ya que el Santo lejos estaba de poder considerar la compra de su pase. Pero también se fueron un par de delanteros y varios volantes. Se desmanteló el Santo. Incluso no les interesó retener a aquellos valores históricos cumplidores en los momentos en que les tocaba actuar. El cambio de figuritas no fue fructífero hasta aquí. La mayoría de los elementos de refuerzo han tenido un irregular desempeño. Entonces el equipo cae en lo de siempre. Las atajadas de Bértoli (también con algunos errores importantes en el torneo), la corajeada de Lemos (en el sector medio) y el ímpetu de Comas (Lautaro es lo mejor del equipo hasta aquí). Pobre lo de Sperduti, pobre lo de Ledesma. Ni qué decir Royón y Rescaldani. Apenas califican Barcelo y Carabajal.
Entonces le cuesta mucho a Patronato poder sumar de a tres. Va por el campeonato mostrando pobrezas y algunas migajas de equipo. Migajas que no sostiene en partido y cuando pestañea ahí le hacen un gol.

Los hinchas de Patronato se fueron enardecidos con el árbitro Merlos culpándolo por la derrota ante Independiente. Fue un final polémico el del juez, pero fue el mismo juez que cobró un penal y ahí Patronato con el gol de Vera revivió y mostró rebeldía. Rebeldía que debería estar desde el mismo arranque del partido.

Pero, no es culpa de Merlos, este presente. Se desencadena de una serie de hechos que si no alcanzan a ser corregidos, le costaría el descenso.

Con Juan Pablo Pumpido había descreimiento. Ya el entrenador no gozaba de buena salud en las tribunas donde era blanco de insultos. Y se fue tirando besos a la popular de calle San Nicolás. De un entrenador ex Unión a otro ex Colón. Santa Fe le cae bien al Patrón. O acaso les cae mejor en el presupuesto. De todos modos Mario Sciacqua instauró una mayor cultura del trabajo semanal. Y el equipo ante Rojo, por la octava fecha de la Superliga, mostró una idea, una estructura. El tema será elevar el nivel de los interlocutores. Es un equipo con características de descenso, pero la puede pelear aún, porque Belgrano de Córdoba San Martín de San Juan reparten las mismas miserias. Complicado Tigre, sin levantar por ahora San Martín de Tucumán, todo indica que cordobés, paranaenses y sanjuaninos pelearán por no irse.

Está tiempo, a pesar que los indicadores no son positivos. Pero, lo último que se pierde es la esperanza, aunque también hay que ayudarlo con fútbol, físico y goles.

La cuestión de las inferiores

Son contados con los dedos de una mano los jugadores que saltaron de divisiones inferiores a Primera en Patronato. Incluso cuando Lautaro Comas regresó de su experiencia en el fútbol chileno el ex entrenador Pumpido le mencionó que no tendría muchas chances. Comas se fue ganando su lugar y hoy sin dudas es titular indiscutible. Comas es la figura de un equipo que trajo otras figuras que hoy no brillan. Y deja por sentado el mensaje que alguna vez, debería darse espacio a los jugadores de inferiores, que solamente tienen su lugar por el pedido expreso de los propios hinchas. Pero nadie pudo quedarse en el plantel profesional, siendo que muchas figuras están devaluadas. A veces Guiffrey, a veces Duarte, a veces Briñone, a veces….. pero no siempre.
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