Una cita ineludible en el Paraná

El punto de encuentro

El 8 y 9 de diciembre se llevará a cabo la XXXV Edición del Seven de la República. Se trata del certamen de rugby reducido más importante de Sudamérica, que reúne durante dos jornadas al país en la capital entrerriana.
15-11-2018 | 18:38 |

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El Plumazo y La Tortuguita se engalanan años tras año para recibir el Seven de la República.


Gabriel Baldi
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El Seven de la República se convirtió con el paso del tiempo en una marca registrada del rugby argentino, que tiene lugar durante cada diciembre en Paraná.

Por historia, prestigio y popularidad en el ambiente, el certamen trasciende incluso el plano deportivo.

El compromiso en la organización logística de la Unión Entrerriana de Rugby y la hospitalidad con la que la provincia recibe año a año al país, prevalecen en cada temporada y son argumentos esenciales para que la Unión Argentina opte por reiterar la cita en la capital provincial desde hace 30 años.

El Seven de la República, que será en esta ocasión el 8 y 9 de diciembre, es la última parada obligada del calendario oficial argentino y gesta un encuentro masivo durante dos intensas jornadas. Jugadores, referees, entrenadores, dirigentes y periodistas especializados de toda la Argentina se congregan en Paraná, en las instalaciones del anexo El Plumazo, del Club Atlético Estudiantes y desde hace algunas ediciones, en el campo de deportes La Tortuguita, del Paraná Rowing Club.

Cada quien, disfruta el encuentro a su manera. Los protagonistas, varones y mujeres, lo hacen con el mejor nivel de juego. Los árbitros, buscan distenderse y aprovechar el único momento del año en que la gran mayoría puede verse cara a cara. Los directivos llevan adelante reuniones en las que por lo general, trazan y cierran aspectos vitales del desarrollo de la temporada posterior. Y los trabajadores de prensa, usan su espacio laboral para compartir las experiencias entre colegas.
No obstante, sin la complicidad y la voluntad de los artífices del rugby local, sería imposible la puesta a punto del cónclave.

El tradicional campeonato masculino tiene la particularidad de ser internacional y de reunir a 26 Uniones, 12 equipos femeninos en competencia y otros cuatro combinados juveniles que confrontan en forma amistosa y totalizan unos 100 partidos durante un fin de semana.

Los antecedentes

Pese a haber dado inicio en 1981, desde 1988 la competencia está arraigada al corazón de una provincia que recibe y vive el certamen con un sentimiento a flor de piel.

La trayectoria de trascendentales temporadas respalda la jerarquía del evento que distingue rugbísticamente a Entre Ríos y le pone un broche de oro al calendario oficial de rugby en el país.
La rica historia del Seven de la República tiene en cuenta dos etapas bien diferenciadas. Por un lado, la de sus comienzos, de 1981 hasta 1987, época en la que el certamen se desarrolló en diferentes ciudades de la provincia de Buenos Aires.

Por su parte, a partir de 1988 hasta la actualidad, el evento tiene su plaza fijada en la capital entrerriana.

El seleccionado de la Unión de Rugby de Buenos Aires, con trece títulos es el más ganador. El conjunto de las Águilas se quedó con los campeonatos de 2015, 2014, 2013, 2012, 2008, 2006, 2004, 2003, 2001, 1999, 1996, 1994, 1993, 1990 y 1989.

En tanto, Rosario es quíntuple campeón tras haber obtenido los torneos de 2009, 2000, 1998, 1997 y 1995. Cuyo, defenderá este año la corona ganada en 2016, 2007 y la obtenida en 1988, mientras que Salta, adjudicándose de manera sorpresiva el cónclave de 2002 y el de 2011, querrá volver a hacerse fuerte en esta ocasión.

Córdoba ganó el máximo cetro en 2010 y en 1984, superando en la final a Entre Ríos. En esa temporada, el representativo de la UER consiguió su mejor performance histórica junto a la de 2012.

Entre Ríos se perfila entre los candidatos al título, considerando las últimas actuaciones que logró ubicarse en el podio.

Noreste, supo adueñarse del campeonato una vez: en 1992, al igual que Tucumán, el año pasado.
Antes de 1988, cuando la sede recorría año a año diversas ciudades bonaerenses, el Seven de la República fue obtenido por el equipo de Provincia de Buenos Aires, en 1987, ocasión en la que el cónclave se disputó en Villa Gesell. Capital Federal lo alcanzó en Mar del Plata en 1986 y en Buenos Aires en 1983 y 1981. Mientras que, un combinado denominado Invitación VII conquistó la Copa de Oro en 1982.

Por su parte, por razones principalmente económicas, el evento no se llevó a cabo en 2005, 1991 y 1985.

Presencias destacadas

El Seven de la República tuvo en su historial la participación de varios jugadores que a la postre representaron a la Unión Argentina de Rugby en distintos niveles mundiales.

Entre otros, pasaron por Paraná figuras consagradas como el ex capitán de Los Pumas y actual vicepresidente de la World Rugby, Agustín Pichot, quien fuera elegido en 1994 como el Mejor jugador del Seven.

Además, estuvo presente Jerónimo De la Fuente, Juan Imhoff, Juan Pablo Estelles, Ramiro Moyano, Santiago Cordero, Matías Orlando, Matías Moroni y el paranaense Javier Ortega Desio, entre otros de los actuales Pumas.

Asimismo fueron de la partida los últimos representantes olímpicos, como Gastón Revol, Axel Muller, Germán Schulz y el santafesino Nicolás Bruzzone.

Mientras que el entrerriano Martín Gaitán, Hugo Porta, Fabián Turnes, Lucas Ostiglia, Juan Martín Hernández, Facundo Isa, Juan Fernández Lobbe, Rolando Martin y otros rugbiers que supieron dejar bien sentado el prestigio del deporte en el país también asistieron a la cita más importante del juego reducido nacional.

Actividades conexas

En el marco del Seven de la República existe una serie de actividades conexas de notorio interés.
En la víspera, suelen darse los congresos de referees, capacitaciones médicas y jornadas de coaching con referentes nacionales.

En tanto, el mismo viernes, comienzan los agasajos a los visitantes por parte de los clubes locales más grandes.

Por la noche, el Club Tilcara realiza la recepción de dirigentes con una cena en El Quincho de la Ruta 18.

Durante el día del inicio de la competencia, tiene lugar la clásica reunión de presidentes de Uniones, un cónclave que se desarrolla en el Howard Johnson Mayorazgo Hotel.

En el receso del sábado al mediodía, el Paraná Rowing Club ofrece su tradicional almuerzo de pescados en su playa, a la vera del río.

Y, en la jornada dominical, Estudiantes realiza sus clásicos pollos al disco para dirigentes e invitados especiales.

Los Ball Boys, generalmente son representantes infantiles o juveniles de Capibá RC.

La llegada a Entre Ríos

Ayer, jugador. Hoy, entrenador y algo más. El ex Puma paranaense Marcelo Faggi sembró en las actuales generaciones un amor especial por la camiseta del seleccionado entrerriano de Seven. Él, supo vestirla con orgullo durante las primeras ediciones del certamen.

“En sus inicios, el Seven de la República fue el único de su tipo en todo el país. No había otro torneo que se le pareciera en otras provincias, como pasa hoy en día que hay Sevens en Rosario, Rafaela, Mar del Plata, Tucumán, entre otros. Nunca olvidaremos aquella edición de 1988 cuando el certamen llegó a Paraná”, dijo el actual DT del equipo provincial.

Gracias a una destacada gestión dirigencial de aquella época, el trascendental campeonato se asentó en El Plumazo y nunca movió su sede.

“En ese momento estábamos muy contentos de ser los nuevos anfitriones del Seven, que se vivió realmente como una verdadera fiesta. En ese certamen, recuerdo que caímos en primera fase frente a Buenos Aires, que tenía un equipazo encabezado por Hugo Porta, Fabián Turnes, Fabio Gómez, Diego Cuesta Silva y otras figuras. Al perder en la llave inicial, concluimos jugando la final de la Copa Consuelo ante Santa Fe, rival al que vencimos claramente. Eran menos seleccionados los que jugaban y solo había dos copas en juego”, comentó y recordó que en aquel equipo de la UER estuvo Mario Lescano, Ricardo Annichini, Alejandro Arnau, Marcos Cuminetti, Roberto Bravo y Fabián Dorigón.

Según adujo, el marco de espectadores del campeonato fue espectacular. “No estábamos acostumbrados a jugar con tanto público, no podíamos creer realmente que toda esa gente que estaba presente nos haya ido a ver a nosotros. Fue un evento social que a su vez lo continuó siendo con el transcurso del tiempo”, sostuvo.

“Los entrenamientos de aquel momento eran muy distintos a los de la actualidad. Como el campeonato se jugaba en febrero, hacíamos prácticas que eran una especie de pretemporada, en la sede y en la playa del Paraná Rowing Club, bajo el mando de nuestro preparador físico Julio Copete Burgos. Trabajábamos en las barrancas y en la arena. Era una preparación durísima”.

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