La particular historia de la remera Dorottya Ruzsits

Del Danubio al Paraná

Una joven húngara representó al Paraná Rowing Club (PRC) en el Campeonato Argentino. Llegó al país producto de un intercambio intercultural y en sólo dos meses y medio estuvo lista para dar su gran prueba en la regata que cada vez gana en jerarquía con presencias extranjeras. Ya encara la nueva pretemporada.
11-12-2018 | 18:20 |

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Dorottya Ruzsits en el salón de botes del Paraná Rowing, cumpliendo su anhelo de recorrer el mundo y practicar su deporte predilecto. Foto: Marcelo Miño



Luis Gómez

Tiene 17 años y viajó 12.500 kilómetros para vivir una experiencia inigualable: conocer otra civilización y practicar el deporte que la apasiona. Se llama Dorottya Ruzsits, es húngara y desde agosto último reside en la Argentina, a la cual llegó formando parte de un intercambio intercultural.

Estudió la lengua española en tiempo récord y su práctica del remo fue considerado para su destino, donde cursa el último año del nivel Secundario. Ni bien llegó a la capital entrerriana comenzó a entrenarse en el Paraná Rowing Club (PRC) y asumió el desafío de intervenir en la regata más esperada del calendario: el Campeonato Argentino.

Tras aprobar con distinguido la prueba, afronta los últimos días del ciclo lectivo estudiantil y se prepara de cara a la próxima temporada nacional de remo.

Dos ríos, una pasión

“Soy de Esztergom (Estrigonia en español), que está ubicada al Norte de Hungría, al borde del río Danubio. Es una ciudad pequeña, de unos 30.000 habitantes, que limita con Eslovaquia”, se presentó, al aceptar la charla con MIRADOR ENTRE RÍOS en el Salón de Botes del PRC.

“A mi casa fueron tres chicas (dos de Tailandia y una de Perú) por intercambio académico y una de ellas me contó que estuvo en la Argentina y me gustó lo que me dijo. Por eso quise probar”, contó, al referirse a su elección.

Dorys, como la nombran en Paraná, no eligió la ciudad, sino que fue destinada desde la organización AFS, de intercambios culturales, considerando las condiciones de desarrollo de esta disciplina deportiva.

“Remo desde hace seis años, influenciada por mi mamá y sus hermanos, que hicieron esta actividad cuando eran chicos”, dijo claramente, dando muestras de su rápido aprendizaje de la lengua española.

“Me gusta la ciudad, el centro es un poco descuidado pero la Costanera es bonita. La gente es muy buena y las construcciones son bien diferentes a las de mi pueblo. Es raro para mí que estemos en diciembre y no se vea nieve; al contrario, hace mucho calor”, reconoció, al caracterizar a su nueva residencia.

“El río es más ancho y por eso tiene mucha fuerza. A veces cuesta mantener el equilibrio del bote, pero aprovecho (esta situación) para conocer más”, resumió al comparar al Pariente del Mar con su acostumbrado Danubio.

Formación para la vida

Por estos días, Ruzsits cursa los últimos días del ciclo lectivo en la Escuela Secundaria Nº 48 Domingo Faustino Sarmiento. Debido a los contenidos específicos, no puede rendir exámenes en asignaturas como Ética e Historia, pero sí los de Matemática y Física, además de las tareas.

“Antes de venir, estudié tres meses el español, pero aprendí mucho más aquí. Igualmente, tengo problemas para hablar (N. de la R: dijo, con humildad) y por eso tengo clases particulares semanales con una profesora. El año que viene intentaré rendir esas materias”, dijo, trazando metas para su segunda etapa de permanencia.

“Luego de julio volveré a Hungría a terminar mis estudios secundarios. Después, quiero especializarme en Economía Internacional y, si puedo, hacer parte de mi carrera en el extranjero. Mi sueño es viajar por el mundo”, soltó.

Costumbres remeras

Antes de realizar su rutina de running por la Costanera –acompañada por el remero Juan Magnano–, Dorys revivió su intervención en el Campeonato Argentino de Remo, que no estaba en sus planes originales.

“¡Es una muy nueva y buena experiencia! Aunque el clima impidió que las regatas sean ordenadas, estoy muy feliz de competir con chicas de gran nivel, como Sol Ordás”, dijo, destacando a la argentina que se adjudicó la medalla de oro en los III Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires.

Ruzsits también sabe del valor del remo en Paraná gracias a las enseñanzas de Diego San Martín, con cuya familia convive, y pronto conocerá más del rol de la mujer en la disciplina, cuando su tutora sea Viviana Aguilar.

Por lo pronto, ya sabe lo básico: “Después de las regatas hay asado, que está muy bueno. Y en la despedida de año del club se charla mucho y se sirven buenos platos. La comida argentina está buena, no es tan picante como la de mi país”.

“También me gusta el mate, pero no tereré”, aclaró, denotando conocer las variantes de la infusión.
“Voy a entrenar más y ser más competitiva”, prometió quien, antes de la regata en Tigre, intervino en Santa Fe (en categorías Junior y Sub 23), imponiéndose en ambas y contribuyendo para que el club se adjudicara la Copa Conjunto.

Palazos de liberación

Al final del diálogo, Dorottya se refirió a las bondades de su deporte: “Está bueno hacer remo porque, generalmente, en los clubes hay muy buenos equipos y la relación entre los deportistas es muy buena”.

“Cada vez que remo, me siento libre”, sentenció.

Y al pensar en la proximidad de las Fiestas Navideñas, deseó: “Quisiera aprender a hablar muy bien el español y que todos estén bien”.

Los entrerrianos en la gran regata

Con tres medallas sobre seis intervenciones, las tripulaciones del Paraná Rowing Club (PRC) –únicos entrerrianos– redondearon una gran actuación en el Campeonato Argentino de Remo, que se celebró entre el viernes 9 y domingo 11 de noviembre.

Intervinieron junto a otros 25 clubes argentinos, tres provenientes de Perú, otros tantos de Paraguay y dos de Uruguay, además de un representante por país de Chile, Brasil y El Salvador en las pruebas que se desarrollaron en la pista nacional de Tigre (Buenos Aires).

En Doble Par Intermedia, el bote de Pablo Tech-Caetano Merlo se coronó campeón argentino entre seis participantes; en Single Menor, Emiliano Calderón se consagró subcampeón.

Mientras que Luciano Moreyra obtuvo la presea de bronce en Junior y Dorottya Ruzsits finalizó sexta en la final de Junior (sobre siete participantes).

Además, estuvieron cerca de avanzar a las finales Esteban Alfaro (7º en Senior Ligero, con 12 participantes) y Matías López en Inicial (ocho participantes). En muchas pruebas (especialmente en las dos últimas nombradas) hubo serias desprolijidades en la realización de las pruebas y toma de tiempos.

Reiniciando los entrenamientos tras la experiencia, los integrantes del equipo de competición del PRC revivieron su experiencia en la regata más esperada del año.

- Pablo Tech: “Estuvo áspera desde el inicio, pero logramos (con Caetano Merlo) llegar tranquilos al cierre y con buena ventaja. Nos preparamos durante todo el año y llegamos en buena forma al Argentino. Este título (primero a escala país) nos anima a dedicarnos con más énfasis”.

“Empecé hace tres años por un proyecto de remo en las escuelas y continué al finalizar. Estoy terminando el secundario en la EET Nº 100 Puerto Nuevo, donde se construyeron botes para la Escuelita de Remo del club”.

-Emiliano Calderón: “Se sintió muy bueno ser medallista por primera vez. Todo el trabajo realizado sirvió y me deja satisfecho. La regata fue dura, arranqué a plena marcha y mantuve el ritmo y la mentalidad fría hasta el final”.

“Remar a esta edad no es sencillo, hay que cumplir con el régimen de entrenamientos y dejar de lado actividades como fiestas y reuniones con amigos”.

“Jugué al básquet hasta los 13 y aproveché que mi viejo (el olímpico Gustavo Calderón) era entrenador para probar el remo. Me gustó y no lo dejé más”.

-Luciano Moreyra: “Me gustó mucho, porque elegí intervenir en esta categoría, que es más competitiva. Finalicé terminé quinto, pero dos de los que me antecedieron eran extranjeros, así que accedí al bronce”.

“Al clasificar a la final pensé en los días de entrenamiento con extremo calor o intenso frío, como también los momentos compartidos con los compañeros”.

“Remo desde 2014, después de hacer básquetbol, y este año me fue muy bien en mi primer año en Ingeniería Industrial. La rutina de entrenamientos y estudio me ayuda a organizar mis tiempos”.

-Esteban Alfaro: “Clasifiqué séptimo y no pude acceder a la final. A pesar de eso, ha sido mi mejor año: hice podio en las cinco regatas oficiales y gané casi todas las especiales”.

“En Tigre, el sistema de clasificación no me favoreció. Largábamos de a uno y solo se corrían 1.000 metros, la mitad de la distancia reglamentaria. Pero ya pasó, ahora preparamos la temporada 2019”.

“Remo desde 2004. Me acerqué con un compañero, y él duró solo un día, mientras yo sigo hasta ahora”.

La óptica del clínico

El entrenador Ángel Cottonaro analizó el rendimiento de sus pupilos en el Argentino y adelantó las pautas para el próximo calendario.

“Fue una prueba irregular, por problemas organizativos y falta de agua de una pista que no está en condiciones, por su alta contaminación. A esto hubo que sumarle las contingencias climáticas. Igualmente, obtuvimos los resultados que fuimos a buscar”, declaró.

“Este grupo es muy compacto, de buenas personas, con quien cerramos una primera temporada de cosecha. Necesitamos que sus integrantes perduren en el club, ya que derrumban el mito del ‘no se puede’. La mitad de ellos estudia en el nivel universitario y hasta hay algunos que también trabajan”, valoró.

“En el club se puede trabajar muy bien, la subcomisión realiza una gran labor. Recientemente, se contrató dos singles y eso aportará para nuestras tripulaciones de 2019, que tendrán la promoción de nuevos remeros”, anticipó.

No vuelve quien nunca se fue

La visita de Mirador Entre Ríos al Paraná Rowing Club (PRC) posibilitó el reencuentro con Pablo Orsaria, el ex remero de la institución que llegó al seleccionado argentino.

Ausente de Paraná en los últimos años, donde compitió para Tigre Boat Club (TBC), está muy cerca de finalizar sus estudios de Ingeniería Civil, mientras ayuda a su padre en emprendimientos en construcciones.

“Me mudé con mi familia a Tigre y la perspectiva es continuar allí, porque hay demanda laboral y estoy en la zona de remo por excelencia. Aunque prioricé mis estudios y el trabajo, pude prepararme para competir en el Argentino”, resumió, visiblemente feliz.

Mientras sus compañeros lo aguardaban para salir a probar un bote cuádruple, se apuró a anunciar: “Mantengo el contacto con el club, ayudando los entrenamientos en la Escuelita y las ganas están intactas. Cuando ordene mis actividades volveré a competir para el Paraná Rowing. ¡Quiero ganar el oro argentino de Single!”.

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