Diego Montejo

Tarea fina, homenaje a Los Redondos, despedirá el año en el teatro Vorterix de Rosario (Salta 3519), este viernes a partir de las 22 junto con Walter Sidotti ex baterista de Los Redondos, Gaspar Benegas, guitarrista de Los fundamentalistas del aire acondicionado, Sergio Colombo, saxofonista que compartió escenario con el Indio Solari, y Toti Iglesias de Jóvenes Pordioseros como invitado especial.

La Fiesta Ricotera y Fundamentalista se perfiló como uno de los homenajes a la banda que tuvo mayor crecimiento en los últimos años, con más de 40 shows en 2018 y más de 12 años de trayectoria recorriendo escenarios de toda la Argentina.

Previo a este encuentro, Walter Sidoti dialogó con Mirador Provincial y recordó su paso por la banda y dijo que como sucedía en los recitales de Los Redondos, “la verdadera fiesta está en el público”.

-¿Por qué crees que sigue al amor por la banda después de tantos años que se disolvió?
-Es inexplicable, uno cuando empezó con esto quería hacer música, el fin no era quedar en la historia. Por otro lado, lo que siempre perdurará son las letras del Indio. Siempre nos divertimos y había un clima de fiesta con la gente, pero con contenido social, tratábamos de dar un mensaje, fue una buena idea en esa época, algo distinto de lo que se podía ver y escuchar.

-¿Cómo viviste el éxito de la banda y su mirada crítica hacia los medios de comunicación y ciertos sectores conservadores de la sociedad de ese entonces?
-Los medios nunca reflejaron la realidad, eso uno lo supo desde siempre y por eso estábamos y estamos de este lado. Por ejemplo fueron los que crearon la rivalidad entre Soda Stereo y Los Redondos, cosa que nunca fue cierta. Creo que el enemigo está en otra parte, no es los colegas músicos.

-¿Cómo ves a Skay Bellinson y al Indio Solari en este momento, cada uno con sus proyectos?
-Éramos como una familia, y como toda familia, en algún momento cada uno tomó su camino. Después de veinte años afloran algunas diferencias artísticas donde cada uno quiere hacer lo suyo, eso me pareció normal. Después hubo temas económicos, pero es algo que no sé mucho. Entiendo que los caminos siempre se van bifurcando, la gente no es igual.

-¿Creés que Skay es el dueño del sonido y el Indio es quien creó el estilo?
-Lo que sucede que Skay es músico, se junta en la sala y así salen los temas. De esa forma hacíamos los primeros discos de Los Redondos. Lo del indio es más actual, usa maquinas y computadoras, Skay es más clásico de usar guitarras. Pero hay unos estilos naturales, cada uno tiene lo suyo.

-¿Te vez con alguno de los dos?
-La verdad que no, suelo mandarle saludos al Indio por medio de Gaspar (Benegas). En el caso de Skay, la verdad que mucho menos, no sé nada de su vida.

-¿No hay buena relación con quienes fueron parte de la banda espacialmente con el Indio y Skay?
-Fue un buen momento, hoy con el Indio todo bien, es un tipo bárbaro, un hermano mayor del cual aprendí muchas cosas. Lo mismo con Skay por quien siento mucho afecto. Éramos un seleccionado. Los cambios son naturales y necesarios y gozan de buena salud.

-¿Nada fue tan importante como Los Redondos en tu carrera?
-Para todo el mundo lo fue, para mí también y fue una de las bandas donde toqué y llevé todo lo que había aprendido con otras bandas. Importantes fueron los Redondos por su repercusión, pero todos los grupos donde estuve fueron importantes, para mí es lo mismo tocar para 10 mil personas que para 50. Cuando tocamos con el Indio en Gualeguyachú en 2014 había más de 200 mil personas.