Paraná

El fútbol al rescate de los pibes

La Filial del Club Almirante Brown surgió de un grupo de amigos que se juntaron para jugar al fútbol. Tras mucho trabajo y esfuerzo, lo que se inició como un equipo de fútbol hoy es una familia que contiene a niños y familias y trabaja a diario en busca de un futuro mejor. Mirador Entre Ríos dialogó con Juan Antonio Vázquez, Presidente de la Filial que en los próximos días se convertirá en una Asociación Social.
19-03-2019 | 19:10 |

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Foto grupal post entrenamiento, en el potrero ubicado en Circunvalación y Almirante Brown.



Milagros Cardoso Guzmán

En 1994, en lo que hoy se conoce como Barrio Circunvalación de la ciudad de Paraná, un grupo de chicos que ya no jugaban más al fútbol decidieron juntarse para hacer algunos “picaditos” en un terreno baldío de la zona. Empezaron para “despuntar el vicio” de correr un poco detrás de la pelota, sin imaginar que con el pasar de los años se convertirían en formadores tanto de jugadores como también de personas, ya que realizan una importante labor social en el barrio.

Este 2019 van a cumplir sus 14 años como “Almirante Brown” en la capital entrerriana. El nombre de este grupo humano, hoy ya reconocido como Filial del club, surgió del lugar que fue testigo de cada encuentro: la calle Almirante Brown.

Cuando iniciaron no eran más de 15 personas que se juntaban dos veces por semana a entrenar para poder jugar partidos amistosos los sábados con equipos de otros barrios. Hoy, la familia aurinegra está conformada por 150 personas, entre los planteles masculinos, femenino y las personas que acompañan realizando labores sociales o conteniendo a los chicos del barrio. Son “audaces que han crecido a base de tocar todas las puertas que se han cruzado”, así lo define Juan Antonio Vázquez, Presidente de la Filial.

-¿Cómo recordás los inicios de este gran proyecto?

-Cuando iniciamos lo tomábamos como hobbie. Éramos ex jugadores de Don Bosco, de Toritos de Chiclana y otros clubes, todos vecinos de los barrios de la zona que queríamos juntarnos para pasar un buen rato jugando al fútbol. El crecimiento fuerte de nosotros se dio hace cinco años cuando desde el Club Almirante Brown comenzaron a reconocer nuestro trabajo, nos comenzaron a acompañar y nos declararon oficialmente como filial. En ese momento comenzamos a trabajar de manera más específica con el objetivo de fortalecer las tareas acá en Paraná.

-¿Cómo fue ese cambio?

-Empezamos a trabajar realmente en serio, a contener a los chicos que se sumaban, para sacarlos de situaciones no gratas, de adicciones y de los problemas que atraviesa la mayoría de los jóvenes que hoy viven en los barrios. Comenzamos con un proyecto serio de llevar chicos paranaenses de recursos bajos a probarse a las distintas categorías de Almirante Brown y desde ahí nuestro trabajo comenzó a visibilizarse muchísimo. Hoy hemos crecido notablemente.

-Teniendo en cuenta el crecimiento que han tenido, ¿cómo se ven en relación a otros clubes de la ciudad?

-Hemos crecido muchísimo, como grupo y a base de jugadores que están hoy en distintos clubes de Paraná y ciudades vecinas. Pero la situación es difícil. Teníamos la ilusión de poder participar del Torneo de la Liga Paranaense de Fútbol, pero los costos son altísimos. Hay varios clubes que no pueden afrontar los gastos y es por eso que se está armando la Unión Regional de Clubes para poder participar de una liga junto a aquellos que trabajan de la misma manera que nosotros y no pueden afrontar los costos del Torneo de la LPF.

-No tienen sede propia, no forman parte de un club y sin embargo crecen año a año, ¿cuál es el próximo paso?

-Estamos finalizando los papeles bajo el nombre de Asociación Social y Deportiva Almirante Brown y en los próximos días ya va a ser un hecho y seremos una asociación. El nombre no es casual, primero somos una “Asociación Social” y después está lo deportivo. Porque vemos a las familias de casi todos los jugadores comprometidas con este proyecto y con nuestros desafíos. Han sido testigos desde el primer día de nuestro trabajo social y se van sumando y colaborando. El trabajo social no es solo con los jugadores, también atendemos a situaciones familiares.

-¿Cómo se reparten tareas?

-Participamos todos. Desde los jugadores que se comprometen con el equipo, los entrenadores que contienen, motivan y acompañan hasta las chicas. Hace 25 años que la remamos solos, jamás hemos recibido un peso del Estado. Es todo a pulmón y gracias a las personas que trabajan a diario, por eso todos tienen lugar y todos cumplen un rol importante. Las mujeres son muy importantes en este proyecto. De 15 integrantes que tiene la asociación, 11 son mujeres. Son el motor de cada actividad. Destaco a Azucena y a Luján que son dos de las mujeres que trabajan fuertemente en lo social. Son las que ayudan a los chicos con la alimentación, que trabajan de la mano con los papás de cada jugador.

-¿Cómo fueron creciendo en cuánto a los jugadores?

-Arrancamos con el fútbol masculino. Al principio no teníamos categorías, con el tiempo formamos el equipo de Primera División y el equipo de Sub20. Hace tres años comenzamos a trabajar con las chicas que se acercaban y formamos el equipo femenino.

El sueño de llegar a un club

En el 2015 viajaron a Buenos Aires por primera vez para llevar jugadores de Paraná a realizar pruebas. Era mucho más que un viaje donde se “probaba suerte”. Hubo mucho trabajo detrás para juntar la plata necesaria para poder movilizarnos. Detrás de cada jugador que viajaba, iba la experiencia de salir del barrio, en muchos casos, por primera vez y de poder entrenar dentro de una cancha o un estadio. En cada butaca de ese micro viajaba el fruto del compromiso y las ganas de seguir dentro de un deporte que los contiene social y emocionalmente. Desde entonces, cada año realizan uno o dos viajes donde jugadores y jugadoras tienen la posibilidad de entrenar mientras los miran entrenadores y dirigentes de Almirante Brown, UAI Urquiza y Deportivo Italiano.

- ¿Cómo están viviendo este año en materia deportiva?

- Al principio viajábamos dos veces por año a Buenos Aires, en enero y en julio. Cuando se complicó la situación económica del país, comenzamos a viajar solo una vez al año. Los últimos dos años hemos viajado solo en enero. Este año nos fue muy bien, hay chicos que siguen en carpeta de algunos clubes. Hay muchos chicos que les va bien en los clubes de allá. Nosotros somos el nexo y después quedan en contacto con el club. Los jugadores se prueban en enero y si les va bien vuelven a mediados de año de nuevo. En esos meses deben seguir mejorando en cuanto a lo deportivo, a su alimentación y a la parte física también. Además, en Paraná estuvieron representantes de la Asociación de Fútbol Femenino donde se realizó un selectivo de chicas y a nuestras jugadoras las vieron bien. Es importante porque hay una posibilidad de que jugadoras de las categorías sub15 y sub17 puedan viajar a Madrid a mediados de año a probarse allá. Pero somos audaces y tocamos todas las puertas que podemos, aunque pocas se nos abran.

-¿Cómo es la experiencia de cada viaje?

-Los viajes los empezamos a pagar varios meses antes. Los colectivos son para 60 personas aproximadamente y tratamos de que siempre vaya lleno. El hospedaje y la comida nos abastecen los distintos grupos de hinchas. Algún grupo nos da el desayuno, otro nos manda la cena, otro grupo nos da colchones. Es una cadena de gente que ayuda y colabora para poder cumplir el sueño de cada jugador que viaja.

-¿Tienen algún as bajo la manga que vaya a destacarse en los próximos años?

-Hoy tenemos cuatro o cinco jugadores que se destacan. Hay un jugador que lo viene siguiendo de cerca Almirante Brown con intenciones de ficharlo y hay chicas de entre 15 y 17 años que si trabajan y se comprometen, tienen un futuro enorme. Pero insistimos en que el deporte forme buenas personas antes que jugadores. No queremos ilusionarlos ni queremos que bajen el rendimiento.

-¿Cuál es el desafío que se propusieron para este 2019?

-Seguir creciendo. Si crecemos como institución, vamos a poder contener a chicos y chicas desde menor edad. Personalmente tengo un fuerte compromiso social y creo que si acompañamos a otros clubes que han quedado olvidados, la contención social va a estar en cada rincón de la ciudad.

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