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24-08-2016
Roberto Rivarola

"Estamos en un centro científico de primer mundo

"Estamos en un centro científico de primer mundo
El presidente de Conicet Rosario destacó el trabajo que viene haciendo la institución y la reputación internacional como patrimonio. “Estudiantes rusos, italianos alemanes y japoneses eligen formarse en Rosario”, afirmó. 

Ignacio Negri
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La ciencia y la investigación están atravesando un presente histórico en esta provincia y Rosario logró consolidarse como el polo científico por excelencia. Ejemplos sobran y Mirador Provincial ha dado testimonio en más de una oportunidad de esta tendencia, como la entrevista realizada en esta misma sección al doctor en biología molecular e investigador del Conicet, Martín Vázquez (edición del 15 de diciembre de 2015), y también el prestigioso bioquímico rosarino, Oscar Fay, realizada este mismo año (edición 1 de mayo de 2016).
En este caso, el testimonio lo da el propio director del Centro Científico Tecnológico Rosario y del Instituto de Física Rosario (Ifir-Conicet), Roberto Rivarola. “Rosario es hoy un centro científico tecnológico de excelencia. Contó con mucho apoyo desde lo económico para la provisión de equipamiento con la incorporación de grandes equipos e infraestructura. También hubo una inversión en infraestructura cercana a los 300 millones de pesos. Se construyeron varios edificios. Estamos en un centro científico de primer mundo y todo esto se está dando gracias a que hay recursos humanos destacados”, fue lo primero que remarcó.
—¿Hasta dónde abarca el Conicet en Rosario?
—El Centro Científico Tecnológico (CCT) Rosario es una organización regional que forma parte de la red institucional de investigación y desarrollo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. El gran objetivo es asegurar un ámbito apropiado para la ejecución de investigaciones científicas, tecnológicas y de desarrollo en su región.
En este momento, contamos con 13 institutos que realizan investigaciones en ciencias sociales, en educación, estudios sociohistóricos, químicos, fisiológicos, físicos y biológicos, entre otros. Trabajamos también con el Instituto de Biología Celular y Molecular (IBR), el Instituto de Estudios Biotecnológicos, el de producción de fármacos y también el Instituto Max Planck de Rosario, conducido por el Dr. en química biológica, Claudio Fernández. La verdad es que Rosario cuenta con un equipo de profesionales destacados en el ámbito de la ciencia.
—Uno imagina que con tantas investigaciones en marcha, hay una gran cantidad de estudiantes involucrados. ¿Existe hoy una demanda más fuerte de las carreras relacionadas con la ciencia?
—Tenemos el orgullo de contar, no sólo con estudiantes de la región y el país, sino también con estudiantes que vienen de países como Italia, Rusia y Japón que deciden formarse en Rosario. Tenemos mucho intercambio con Francia. Esa es una característica de todos los institutos que componen el Conicet.
—¿La continuidad de las autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, permiten soñar con que Argentina tomó definitivamente a la ciencia como política de Estado?
—La decisión política fue mantener las máximas autoridades en su lugar. Ahí quedó Barañao (Lino, único ministro del gobierno anterior que continuó en su cargo) y Alejandro Ceccatto, quien dejó su cargo de secretario de Articulación Científica para asumir como presidente del directorio del Conicet. Hubo un apoyo y una intencionalidad de las autoridades científicas de seguir trabajando por el crecimiento del Conicet. Ahora hay que hacer comprender a los gobernantes que es necesario aportar fondos para que la ciencia y la tecnología sigan siendo un factor determinante para el cambio en la sociedad. La ciencia tiene que ser desarrollada y debemos entender que es un factor importantísimo para la soberanía nacional y para el bienestar de los ciudadanos. Es un concepto que hay que seguir profundizando y trabajando todos los días.
—¿Cuánta gente trabaja hoy en Conicet Rosario?
—Aproximadamente unas 1.100 personas. De esa población, el 30% desarrolla tareas en universidades, fuera de nuestros 13 establecimientos.
—¿De qué manera trabajan para hacer que el Conicet esté más abierto al público y la gente que no está vinculada a la ciencia, pueda tomar dimensión de lo que se investiga dentro?
—Nosotros hacemos visitas guiadas y jornadas de trabajo, no sólo para los alumnos de colegios, sino también para el público en general. Tenemos un programa de apertura a los colegios y concursos para los jóvenes, donde los chicos desarrollan dispositivos para aprovechamiento de energía solar, son muy ingeniosos. Se desarrolla una pequeña competencia, previo curso, y compiten creando. Después se otorgan premios a los más destacados. La idea es que todos se lleven un recuerdo importante de su participación.
—¿Hoy los chicos vienen con la cabeza más preparada para contribuir al cuidado del ambiente?
—Creo que hay que seguir insistiendo. Si vos le explicás al joven los beneficios y lo incentivás para que piense de esa manera, va a desarrollar una vida cuidando el medio ambiente. Es una tarea educativa importante que ha mejorado en los últimos años. En el pasado, había un desprecio por el cuidado del consumo energético, hoy hay muchos programa de concientización y mensajes en los medios masivos.
—¿A nivel país cómo estamos en materia de desarrollo de energías renovables?
—Estamos participando de un proyecto de conectores solares. La provincia colabora con eso y nos brinda apoyo. Dentro del plan que existe, tenemos que consumir 10 % menos de energía que el año anterior, eso significa el desarrollo de tácticas y procedimientos que ayudan al cuidado del ambiente. La provincia también está ayudando mucho. Se creó la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, que otorgó fondos para el desarrollo de investigación ligado al sector socioproductivo, con empresas e industrias que cuentan con apoyo para la compra de equipos. También hay subsidios que se otorgan a empresas que trabajan en innovación de productos con el apoyo de científicos. Estamos expectantes y mientras tanto, seguimos investigando y produciendo.
—¿Qué cosas van a cambiar en el futuro?
—Estamos atravesando el auge de la biología. Se están llevando a cabo avances muy importantes, desde el descubrimiento del genoma y todas esas cuestiones, como el manejo del ADN. Hay también aportes directamente ligados a la medicina, como el espacio que inauguró hace poco tiempo el Hospital Centenario, permitiendo articular investigación sofisticada y asistencia en hematología, anatomía patológica y metabolómica. En el área de metabolómica (estudio sistemático de los procesos celulares en su desarrollo) participa el Conicet, a través del Instituto de Biotecnología de Rosario. En el ámbito de la física, se va a profundizar el desarrollo y la optimización de materiales para distintas aplicaciones.

Bio
Roberto Rivarola es director del Centro Científico Tecnológico Rosario y del Instituto de Física Rosario (IFIR-CONICET).
Forma parte del equipo de Ciencia y Tecnología de La Fundación de Rosario, junto a Alejandro Vila y Oscar Fay.
Obtuvo el Doctorado en Física en el año 1981 y el Doctorado de Estado en Ciencias en 1984, ambos en la Universidad de Burdeos I, Francia.
Es Investigador Superior del CONICET y Profesor Titular con dedicación exclusiva en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, desde 1990.
Dirigió durante más de diez años la Escuela de Ciencias Exactas y Naturales de la mencionada facultad.
Es autor de más de 250 publicaciones científicas de impacto internacional y ha dictado alrededor de un centenar de conferencias invitadas en congresos y centros científicos, la mayoría de ellos del extranjero.
Actualmente, es el Vicepresidente de la Comisión de Física Atómica, Molecular y Óptica de la Unión International de Física Pura y Aplicada y “Past President” Científico Internacional del Comité Ejecutivo del organismo que reúne a los investigadores de su disciplina dentro de la Física Atómica y Molecular: las Colisiones Fotónicas, Electrónicas y Atómicas.
Se desempeñó como Investigador Responsable de un número importante de proyectos científicos de instituciones nacionales y de cooperación científica con unidades extranjeras.
En 2010 fue nombrado Embajador de la Ciudad de Rosario por su destacada trayectoria científica.

Conicet en números
Investigadores: 420.
Becarios: 504.
Profesionales y técnicos: 101.
Administrativos: 50.
Total: 1.075.

Rivarola es autor de más de 250 publicaciones científicas de impacto internacional y ha dictado alrededor de un centenar de conferencias invitadas en congresos y centros científicos, la mayoría de ellos del extranjero. En el año 2010 fue nombrado Embajador de la Ciudad de Rosario por su destacada trayectoria científica.
 


 



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