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21-09-2018
Adultos mayores desafían el Medio Ironman

“Somos tres jóvenes con experiencia”

“Somos tres jóvenes con experiencia”
El paranaense Jorge Stoppello (75 años), el concordiense Antonio Nonino (65) y el villaguayense Jorge Granetto (63) recorrerán en La Paz 1,9 kilómetros de natación, 90K de ciclismo y 21K de pedestrismo. Será el 30 de setiembre.

Luis Gómez

Los límites los pone la mente y el triatlón brinda ejemplos concretos y en cantidad.
En esta ocasión, una carrera pondrá prueba a 210 competidores de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Holanda. Será en La Paz, el domingo 30 del corriente y tres de esos participantes son muy especiales.

Jorge Stoppello (paranaense, de 75 años), Antonio Nonino (concordiense, de 65) y Jorge Granetto (natural de Paraná, pero radicado en Villaguay, con 63) son tres de los entrerrianos que afrontarán este desafío y en diálogo con Mirador Entre Ríos contarán qué los demanda a seguir superando sus límites.

La nueva meta

El domingo 30 del corriente protagonizarán el Half Iron Paz 2018, que se desarrollará sobre las distancias de 1,9 kilómetros de natación, 90 de ciclismo y 21 de pedestrismo.

Jorge Granetto pertenece a la primera generación de triatletas de Argentina y lo rememoró al presentarse: “Me enteré del triatlón en 1984 y me llamó la atención que eran tres disciplinas en una sola prueba. Compito desde entonces, mientras que al duatlón lo hago para mantenerme en movimiento durante el invierno”.

“Creo que a lo largo de la vida hay que imponerse desafíos para seguir adelante, máxime cuando tenemos edad avanzada. Así que las pruebas combinadas me mantienen vivo”, completó, quien debutó en la distancia Media hace 13 años.

Los otros dos “jóvenes con experiencia”, como les gusta definirse, también tienen antecedentes excepcionales.

“A los sueños hay que tratar de cumplirlos, por eso siempre me fijo nuevas metas que parecen imposibles. Comencé en las pruebas combinadas recién a los 67 años y hace un tiempo me propuse hacer un Medio Ironman”, argumentó Jorge Stoppello, quien quiere demostrar “que soñar amplía la vida”.

“Mi deporte históricamente fue el tenis, pero siempre soñé con hacer esto. Lo miraba por televisión y me emocionaba. A los 52 años arranqué con duatlón y a los 56 aprendí natación para poder hacer triatlón; ahora, completar el Half es mi máximo sueño”, detalló Antonio Nonino.

Superando adversidades

Los tres se prepararon en sus lugares y avanzaron con la estrategia elegida por sus entrenadores (el paranaense Fernando Hairala para su coterráneo y el de la Capital Nacional del Citrus y el victoriense Federico Corsich para el de la Ciudad de Encuentros).

“Empezamos hace cinco meses y soñamos con dar la vueltita en la tierra que nos trae muchos recuerdos, porque su gente es muy especial en el cariño y aliento”, relató Stoppello.

“La preparación fue dura, con actividad seis días por semana y permanentes controles con profesionales. Nada nos frenó, salíamos con frío o lluvia sin desviarnos del plan”, continuó.

“Tuve que parar una semana por una angina y ahora tengo alguna secuela”, refirió Granetto, reponiéndose de una semana intensa tras intervenir (como bailarín y parte de la organización) en un festival de folclore y tango en Villaguay. “Pensar en el objetivo te hace seguir adelante”, definió, nuevamente en marcha.

“Hubo días de mucho frío, pero sosteniendo un objetivo claro se hace más fácil”, resumió Nonino.

Contagiando espíritus

Aunque no se lo propongan, son acciones invitan a los hábitos de vida saludables y, palpitando su nuevo salto, dieron su mensaje a la comunidad.

“A quienes no practican deportes les digo: ‘se puede’. Yo nunca había corrido en pruebas pedestres, jamás había hecho ciclismo y no sabía nadar. Ahora llevo 144 carreras completadas y lo mejor está por venir. Solo hay que creerlo y desearlo con el corazón”, estimuló Nonino.

“Hay que fijarse metas para avanzar en la vida. Toda actividad física nos mantiene vivos, pues hace bien no solo al físico sino también a la mente, con más razón en la adultez mayor. Hay que hacerse tiempo”, desafió Granetto.

“Esta actividad no debe tomarse como un sacrificio sino como un regalo de la vida. No hay que ponerse límites por la edad: el día que estén más agobiados, que les pesen los años, amen las zapatillas y salgan a trotar o caminar. ¡Eso es vida!”, alentó Stoppello.


 



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