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03-10-2018
Nuevas formas de contar

Reinventarse y adecuarse, los desafíos del periodista en el mundo digital

Reinventarse y adecuarse, los desafíos del periodista en el mundo digital
Los tiempos y las herramientas para trabajar en comunicación se renuevan y los profesionales de la comunicación están en plena mutación de hábitos y estrategias. Nicolás Cassese, periodista de La Nación, disertó en Santa Fe, en el congreso internacional Mediapolis, y comentó como vive la convergencia entre el “papel” y lo “digital”.

Tomás Rico
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La innovación tecnológica avanza a pasos descomunales y las nuevas herramientas para el trabajo periodístico digital no dejan de perfeccionarse. En este paradigma, los periodistas y demás comunicadores tienen que reinventar su labor y adecuarse a las vigentes estrategias de comunicación. Por este motivo, las capacitaciones en la materia se expanden y cada vez son más los interesados en perfeccionarse. Durante la semana pasada, tuvo lugar la cuarta edición del congreso internacional Mediapolis, que se desarrolló en el Centro de Convenciones del Hotel UNL/ATE, y fue organizado por el Instituto de Estudios Superiores (IES), la regional Santa Fe de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) y el diario El Litoral.

Con el objetivo de constituirse en un espacio de reflexión, intercambio y aprendizaje, pasaron por el evento especialistas de diferentes puntos y medios periodísticos del país y de España, quienes compartieron, ante un auditorio completo, sus experiencias y dieron a conocer las herramientas que usan en la labor diaria.

“El lugar de reproducción influye en el tipo de contenido que producimos. El desafío está en transformar el tipo de producción, que antes era dirigido sólo al papel, y ahora hay que hacerlo contenido digital, esto algo muy complejo”, indicó Nicolás Cassese, periodista y jefe de las secciones Sociedad y Buenos Aires del diario La Nación, quien dio cátedra sobre cómo hacer para contar historias en el gran océano del periodismo digital.

A la transformación de formatos la argumentó desde la transformación estructural del recurso humano: “Es muy difícil transformar una estructura que era muy eficiente para producir un diario papel y que esos mismos periodistas se conviertan en una máquina eficiente de producción de periodismo digital”. Pero para generar el traspaso de un periodismo distinto al otro es imprescindible el trabajo en equipo y la capacitación constante, sobre todo de los comunicadores especializados en tecnología, rol que cumple Guillermo Tomoyose, quien disertó junto a Nicolás, acerca de cómo es la producción de contenidos desde un celular y sus ventajas frente a una computadora portátil o de escritorio.

Inmersión en el mundo multimedial

El primer trabajo multimedia que compartieron Nicolás y Guillermo fue la producción del naufragio del velero Sanmartiniana, una embarcación perteneciente a una agrupación kirchnerista que debió ser rescatado en el Atlántico Sur, tras un temporal en 2015. “Entendimos que el texto que se iba a publicar tanto en el papel como en la web no hacía justicia a la riqueza del material que teníamos”, recordó Cassese. Ahí fue el momento para combinar el periodismo tradicional —producido para una plataforma— con el digital que lo hace para varios medios. “Hicimos un ‘minuto a minuto’ de la aventura que combinó texto y videos del naufragio, una especie de storytelling (historia cronológica). Fue una buena experiencia para poder empezar a investigar y a producir un nuevo lenguaje”, sostuvo Nicolás.

Más allá de las herramientas, para Cassese el punto sigue siendo tratar de encontrar “aquel lenguaje que nos permita volver a recuperar la iniciativa y que los medios vuelvan a ser lugar de vanguardia y de relevancia a la hora de contar historias”, aseveró.

Para ejemplificar y comparar el cambio de paradigma del formato y lenguaje narrativo, el periodista dijo: “El mejor periodismo narrativo de aquella vieja escuela de largas crónicas, que en Argentina ha generado muy buena calidad de periodismo, no debe abandonarse, pero sí acondicionarse. Hoy en día Netflix, con sus documentales, o Instagram con sus historias, ya generaron su lenguaje para producir y contar historias en el formato digital y de reproducción casera”.

Por eso, el desafío de reinventarse y adecuarse para “sobrevivir” en el mercado laboral periodístico, cada vez es más exigente. “El periodista tiene que generar un lenguaje que sea adecuado para la época actual y sus modos de consumo”, entendió.

Si bien las herramientas y el espacio para innovar en la comunicación están al alcance de las manos, Cassese resaltó que el comunicador no puede perder el “pulso para generar audiencia y lectores”, algo que debe sostenerse más allá y aplicarse a cada plataforma.

Ante la consulta de El Litoral, sobre cómo hace el periodista para desdoblarse y comunicar tanto para el formato tradicional como para el digital, Cassese respondió: “Cuando uno se enfrenta a coberturas complejas lo principal es determinar el foco de la historia y qué herramientas necesitas para contarla en las plataformas que uno tiene pensado”.

Dos producciones para múltiples plataformas


Para poner en práctica y perfeccionar la creatividad comunicativa, Cassese y Tomoyose, junto al equipo de La Nación, realizaron la producción multimedia y reflejaron la visita a las Islas Malvinas de los familiares que visitaron las tumbas de sus seres queridos caídos en la guerra, a quienes le colocaron su placa identificatoria en cada lápida.

En ese marco, Nicolás fue el único enviado de La Nación, por lo que tuvo la misión de hacerse cargo del trabajo in situ, con la mente puesta en la producción para el papel y digital, es decir que tuvo que sacar fotos, hacer videos y entrevistar a los familiares. Todo realizado con un celular.

En un contexto de extrema sensibilidad, ese detalle de estar sólo con un teléfono móvil fue clave. “La intromisión escasa de un celular ayudó, porque si hubiera tomado fotos con una súper cámara por ahí la persona hubiera sentido que su espacio de intimidad estaba invadido”, detalló Cassese.

Una vez reunido todo el material, la producción de Tomoyose y el resto de editores y programadores digitales desde la redacción en Buenos Aires fue crucial para hacer el vínculo entre las historias y las herramientas que permitieron, por ejemplo, lograr que al clickear en cada tumba, se redirija a una breve reseña personal del combatiente.

Luego, ya con mayor experiencia, fue el turno de cubrir el éxodo venezolano, y allí el cronista de 44 años, acompañado por un fotógrafo, se encontró con la historia de los venezolanos que se iban a pie. Y el disparador para la nota fue contar qué elementos de sus casas se llevaban en su mochila, trabajo que fue titulado en la página del medio bonaerense: “Memorias del exilio: qué se llevan de recuerdo los que huyen a pie de Venezuela”. “Fue un trabajo de mucha producción y desarrollo en la web. Cada historia tenía su texto y video”, indicó Nicolás.

Pero no quedó conforme con el impacto y la repercusión en la audiencia, entonces con el equipo fue en busca de hacer algo más cercano al público y se encontró con venezolanos que huían hacia Argentina. “Fue mucho más fácil de hacer la producción y resultó más ‘hitera’, porque generó el vínculo con el país y conmovió”, analizó Cassese. Uno de los recursos que utilizaron y que fue de lo más exitoso de la cobertura, fueron los mensajes en video que enviaba cada venezolano a sus familias que quedaban en su país. Una tarea simple para la que sólo necesitaron de un celular con cámara frontal.

“No hay nada que mate una buena historia”


La conclusión de las experiencias de Cassese, tanto en Malvinas como en Venezuela, es que con poco, puede hacerse muchísimo. Más allá que la calidad dependa de los elementos tecnológicos con los que uno cuente para contar una historia, la misión constante del periodista de encontrar el eje de la noticia y el disparador emocional, para cautivar al lector, continúa siendo fundamental y es lo que mantiene vivo el oficio y la profesión, sin importar si la llegada es en formato papel o digital.

“Hay que aprovechar todas las herramientas digitales, pero no hay nada que mate una buena historia, un buen personaje y un buen título, que mantienen vivo el periodismo, sea cual sea el medio”, concluyó Cassese.

Más especialistas


En el Mediapolis también fueron exponentes Irina Sternik y Eduardo Aguirre, del programa de capacitación redacciones 4G de Telecom, quienes hablaron sobre la revolución de las noticias en el smartphone y las redacción móviles. Federico Cioni y Mario Altamirano disertaron sobre las nuevas redacciones.

Además, el simposio internacional contó con la presencia de Ismael Nafría, quien brindó una conferencia que resumió las diez claves de la transformación digital del New York Times y Carlos “Chani” Guyot habló sobre la experiencia del nuevo medio RED/ACCIÓN y la búsqueda de una conexión distinta entre medios y audiencias.


 



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