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27-12-2018
BOXEO

“A pesar de la derrota, la pelea dio sus frutos”

“A pesar de la derrota, la pelea dio sus frutos”
 Devoto del entrenamiento, amante del viril deporte los puños, el paranaense Wenceslao Mansilla tuvo en Australia la oportunidad de ser campeón Latino OMB. Perdió por puntos ante el local Murdock. Igualmente avanzó al puesto 9 del ranking y ya piensa en el futuro.

Ezequiel Re

Wenceslao Mansilla llegó al boxeo de una manera particular. Recuerdan algunos que se entremezclaba en peleas o riñas callejeras. Esa cuestión de adolescente cambió cuando por sugerencia de un allegado le recomendaron practicar boxeo, para allí tal vez descargar sus energías.

Mansilla y el boxeo son el uno para el otro. Al tiempo llegó la posibilidad de pelear de forma amateur y no dudó. “Peligro” fue su apodo en homenaje a un perro que merodeaba el barrio, allí por calles Santiago del Estero y Urquiza de Paraná. Peligro no contó con promociones publicitarias ni tampoco el fogoneo mediático. Sin embargo escribe uno de los mejores párrafos del box capitalino.

Indudablemente con hacedores de esta actividad como Ulises Lopez, Roque Romero Gastaldo y otros, es quien ha llevado adelante el crecimiento de practicantes del boxeo. La mayoría no busca iniciarse para competir, muchos lo hacen porque es un deporte completo a la hora del entrenamiento.

Mansilla fue más allá y logró en el mes de junio, en Tucumán, el título Latino Supermediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). En el Jardín de la República derrotó al candidato y crédito local Paco Galovar por nocaut técnico en el quinto round.

Y en diciembre le llegó la gran chance. Pelear por el cetro oriental Supermediano. Se enfrascó en la aventura de ir a Australia donde cayó en esa contienda ante el local Rohan Murdock, mejor rankeado (quinto, ahora tercero, y Mansilla undécimo, ahora noveno) y ante su público. Pero se bancó los 10 rounds más allá de la contundencia de las tarjetas que vieron ganador con diferencias de 8 y 9 puntos al australiano.

Mansilla, lejos de aquellos impulsos adolescentes, se tomó con tranquilidad la pelea, sacó fuerzas para cumplir con el total de los rounds de la contienda, pero al final de la misma con las tarjetas en su contra y la derrota consumada, habló de aprendizaje. Y de volver a intentarlo. Así le ocurrió en la previa de Galovar, donde un par de intentos frustrados por acceder a un título nacional o internacional no lo dejaron en la lona. Todo lo contrario. “Los sueños no se cumplen esperando sentado”, reafirma cada vez que una derrota (pocas de todos modos) se hicieron presente a lo largo de su carrera deportiva. Los años (hoy tiene 32) y las vivencias, dan experiencia. Peligro sin dudas seguirá batallando.

Pero Mansilla no piensa solamente en Mansilla. En sus declaraciones habla del semillero y recupera la imagen del entrenador, el que acompaña, enseña y está presente. “Es importante de nuestro lugar transmitirle a los chicos un buen mensaje para que sigan motivados. Desde que soy profesional doy clases en forma competitiva y recreativa y no he conocido a nadie que haya probado el entrenamiento y no le haya gustado. Para practicarlo de manera recreativa favorece mucho la salud, el bienestar. Es bueno para bajar de peso, aprender a defenderte, desestresante. Incluso muchas mujeres se enganchan con este deporte. Tenemos escuela de iniciación con chicos de 8 años. Es bueno que el deporte se expanda, a mí me ha dado todo”, afirmó.

Volver de Australia

Ni bien llegó de Australia Mansilla charló sobre la experiencia vivida: “Muy contento por la experiencia de ir a pelear a un lugar tan lejano como Australia, representando a mi ciudad, mi provincia, mi país buscando un título ante alguien mejor rankeado que yo. Conforme por el rendimiento, no así por el resultado porque fui a buscar la victoria. Nos jugó en contra el tema del viaje. Fueron 54 horas hasta llegar, el cambio de hora también, allá son 13 horas más. Nos jugó una mala pasada pero subimos al ring a dar todo. La pelea fue muy buena, pareja, si bien me ganó con justicia. Fue pareja, nos pegamos los dos, él hizo la diferencia en la cantidad de golpes y la velocidad. Pero pude acestarle buenos golpes, pero los aguantó”.

Una derrota que duele un poco menos ahora que se encuentra en su tierra. “Fue una alegría ver el ranking OMB y que mejoré dos puestos. Ahí mismo me levanté y me fui a correr y a entrenar. No puedo quedarme en el sabor amargo de la derrota. Pero contento porque la pelea, a pesar de la derrota, dio sus frutos. La persona que fue por la OMB a ver la pelea me dijo que iba a elevar un buen informe sobre mí por la pelea que había hecho. Se lo dijo incluso al promotor Mario Margosián. No pensé que iba a subir en el ranking y esa es una gran sorpresa y alegría”.


 



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