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12-04-2019
Lugares entrerrianos

Castillo San Carlos: el sitio que cautivó al autor de “El Principito”

Castillo San Carlos: el sitio que cautivó al autor de “El Principito”
El emblemático edificio se encuentra en una reserva natural de Concordia. Una recorrida por sus inicios, el paso de Antoine de Saint-Exupéry, la etapa de abandono y el presente.

Mirador Entre Ríos
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Una parada obligada para los que visitan la localidad de Concordia en el noreste de la provincia es el Parque San Carlos, una reserva natural municipal ubicada a cinco minutos del centro de la ciudad que se destaca por sus selvas en galerías, lomadas, montes casi vírgenes y una vista hacia el río Uruguay.

En sus más de 70 hectáreas se encuentra el imponente Castillo San Carlos, una construcción centenaria que supo ser una residencia, luego pasó al abandono y en la actualidad fue recuperada como sitio turístico.

El edificio ubicado en el noreste de la segunda ciudad más grande de Entre Ríos es célebre debido a que fue allí donde aterrizó accidentalmente en 1929 Antoine de Saint-Exupéry, autor de la famosa novela “El Principito”.

Inicios

El Castillo San Carlos fue construido en apenas dos años, entre 1886 y 1888, en base a materiales traídos desde distintos puntos de Europa. En su momento poseía instalaciones y comodidades desconocidas para la zona: calefacción central por medio de hogares de mármol, sistema de iluminación a gas, sistema de agua corriente, sanitarios móviles y más.

De 1888 a 1891 se radicó, en este edificio construido especialmente, la familia Demachy que se dedicó a la actividad saladeril y a otros emprendimientos comerciales que otorgaron una fuerte impronta industrial a la ciudad. Apenas tres años después de su establecimiento en la mansión, se marcharon llevándose sus vestimentas y dejando allí lo mucho de valor que existía. A partir de ese momento nacieron muchas hipótesis con su desaparición, ninguna comprobada.

Luego de varios remates, la gran casona fue alquilada a muchas familias. Entre ellas se destacó el paso de los Fuchs Valon, ya que durante su estadía casualmente aterrizó en el lugar Antoine de Saint-Exupery mientras buscaba una nueva posta para el servicio de correo aéreo.

Un escritor en el castillo

Saint-Exupery, quien entonces era aviador, sufrió un accidente con su avioneta y debió aterrizar en campos de la propiedad. Tal fue su encanto con el lugar que el autor de “El Principito” dejó estampado el parque en uno de sus memorables cuentos: “Oasis”.

Algunos sostienen que el encantador paisaje iluminó a Exupéry para que en 1943 creara los tramos más inspirados de “El principito”. Sustentan su teoría en la escena del piloto perdido en un desierto que se encuentra con un príncipe de otro planeta.

Al cabo de unos meses, el francés salió volando de allí, pero su paso siempre fue recordado. De hecho, a modo de homenaje, en el parque puede contemplarse un monumento a su más difundida obra, en el cual la artista entrerriana Amanda Mayor dejó reflejado al Principito sobre el asteroide.

Abandono e incendio

La casona quedó luego abandonada y por varios años fue saqueada por lo que perdió todo lo de valor que contenía.

Las depredaciones se sucedieron, el tiempo y la erosión sumaron su desgarro, y el espléndido castillo al estilo Luis XV con sus dos plantas, sus jardines y sus estatuas, transitó por una larga agonía que culminó con un gran incendio en 1938 y su reducción a ruinas.

En la actualidad sólo quedó la estructura de la mansión. Las ruinas suelen ser visitadas por curiosos turistas que recorren la extensa reserva natural.

Dentro del lugar, y ocupando ocho hectáreas, se encuentra el Jardín Botánico denominado “Ca'a Porá” –término guaraní que significa vegetación hermosa–, y se alza el imponente Cristo de la Hermandad, tallado en madera por Luis Sissara.

En el Parque San Carlos También persiste un vivero municipal, y sobre la zona costera del Parque Rivadavia, se ubican magníficas playas aledañas al Salto Chico del río Uruguay.

Por otra parte, en la reserva se encuentran pantanos y una variada vegetación que alberga ejemplares de la fauna de la zona, especialmente aves, además de reptiles, roedores, entre otros.

Visita

La visita al castillo San Carlos se desarrolla a través de un paseo por la Selva en Galería. Una vez en el terreno, se recorre la zona observando e identificando las aves por sus características morfológicas, cantos, plumajes, nidos, etc.


 



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