Link completo de la nota: http://www.miradorprovincial.com/?m=interior&id_um=195994

02-05-2019
Diálogo con el ex diputado nacional Juan Carlos Junio

“Derrotar a este proyecto conservador será un paso histórico para el continente"

“Derrotar a este proyecto conservador será un paso histórico para el continente"
El referente del Partido Solidario visitó Paraná y brindó su diagnóstico crítico de la situación que atraviesa el país. Identificó beneficiados y perjudicados del plan de gobierno y planteó la necesidad de conformar “un gran frente político, económico, social y cultural para derrotar al macrismo”.

Luciana Dalmagro
[email protected]

Juan Carlos Junio es secretario general del Partido Solidario que conduce Carlos Heller. Fue diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires (2001-2015). De visita en Paraná, el dirigente respondió la requisitoria periodística.

–¿Es de los que cree que el gobierno nacional no acierta el rumbo o piensa que está llevando a cabo un plan?

–Torpezas e ineficiencias hay a patadas, pero lo troncal es que el gobierno macrista está cumpliendo con un plan marcado por su ideología y por los intereses que representa. Lo que está pasando en la Argentina es producto de un plan económico, social y cultural que es el de las grandes corporaciones de una derecha conservadora muy subordinada a los intereses internacionales, en el cual el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es la expresión más acabada. A esa estrategia, a esta altura, no creo que valga la pena relatarla y criticarla. La gran mayoría de la sociedad está sufriendo las consecuencias.

–¿A quiénes identifica como principales beneficiados y damnificados?

–Hay muchos damnificados y algunos pocos ganadores. La riqueza no se hace humo ni desaparece, sino que se transfiere. Los principales perjudicados están a la vista. Son los asalariados, tanto los que ganan sueldos bajísimos, que son los que más sufren, como los de sectores medios, incluso los que tienen salarios importantes. Todos han perdido ingresos, al igual que los jubilados, producto del cambio en la fórmula que impulsó el gobierno. Han perdido las clases medias, en primer lugar, las pymes, y también profesionales, científicos, docentes. Todo el sistema productivo, incluyendo empresas grandes que, a esta altura, están arrepentidos, por lo menos en términos económicos, de haber acompañado un proyecto neoliberal. Los que ganan son los sectores financieros, los relacionados con la producción y distribución de energía beneficiados con los tarifazos, el sector minero, la Sociedad Rural, los sectores agroexportadores concentrados y los financistas internacionales, que son los prestamistas del país que nos están cobrando tasas muy elevadas.

–Esos sectores ocupan cargos en el gabinete.

–Como nunca en la historia, ni siquiera en las dictaduras –con la salvedad de que este es un gobierno con legitimidad de origen– se ha visto el aterrizaje en el gabinete nacional de tantos funcionarios que pertenecen a las grandes corporaciones, a entidades financieras, directivos del Banco Central que pertenecen a corporaciones internacionales, la política energética y petrolera dirigida por la Shell. Es un rasgo impúdico de este gobierno neoliberal.

–¿Qué le ve de liberalismo al gobierno de Mauricio Macri?

–No es liberal en el sentido tradicional. En lo económico, es neoliberal, pero en definitiva es una suerte de tecnocracia con rasgos neocoloniales porque son ínfimos los sectores económicos que se benefician. Es un gobierno anti industrialista, no hay burguesía nacional que valga, no hay un proyecto nacional liberal conservador, sino relacionado con las estrategias de las multinacionales. Respecto a la educación, es un gobierno pre sarmientino, que no quiere la ley 1.420, de los liberales, con fuerte rol de la escuela pública. Es un gobierno que está en contra de lo que fueron los preceptos fundamentales del peronismo, de la izquierda, de las líneas principales del social cristianismo, contra los sectores republicanos independientes democráticos a los que a veces interpela, contra los intereses de los trabajadores, de las organizaciones sindicales a las que intenta desarticular. Es un gobierno de minorías y de lo que se trata es de que las mayorías logren unirse y sobre esa base, seguramente, triunfarán.

Pobreza

–¿Por qué cree que no se produce un estallido como el de 2001?

–Hay niveles de pobreza importantísimos y crecientes. Se habla de un 31,5, pero todos creemos que es mayor. El 50% de los menores de 14 años, en un país rico como el nuestro, es pobre o indigente. Pero en 2001 la pobreza era del 55%. Aquella situación era todavía peor, pero no tenemos que apostar a llegar a eso. Tenemos que defender al pueblo y estos niveles de pobreza son oprobiosos, pero hay una diferencia. También la Asignación Universal por Hijo (AUH) y una serie de derechos que se conquistaron durante el kirchnerismo, aunque están deteriorados, subsisten. Y hay cierta política asistencial de parte del gobierno. Por último, hay un tema de disputa cultural, política e ideológica en la que estamos empeñados, ellos y nosotros, porque no se puede soslayar la unión de los medios de comunicación como gran poder cultural con el gobierno nacional que, si bien tiene algunas fisuras, lleva adelante los valores simbólicos y de todo tipo en la sociedad. Ahí tenemos una disputa difícil porque a la gran mayoría nos asiste la razón, pero ellos tienen los medios. Eso no es fatal y, a pesar de ello, los vamos a derrotar porque la sociedad finalmente va a comprender. Ya una parte de la sociedad sufrió el engaño en aquel famoso debate con Daniel Scioli. Todo eso no se cumplió. Alguna gente puede volver a ser engañada, pero la gran mayoría no y va a volcarse por la opción opositora.

–¿Cómo considera que se va a terminar conformando esa opción opositora?

–Tiene que haber un gran frente político, económico, social y cultural, una suerte de bloque ampliado, que confluya para derrotar al macrismo. Es la tarea central de esta época para la Argentina y me animo a decir que para América, porque si los argentinos logramos derrotar este proyecto conservador estaremos dando un paso en términos históricos para el continente.

Unidad

–¿Tiene algún “pero” para ese llamado a la unidad?

–La unidad de los sectores populares siempre es muy difícil. No es que se trata de una cuestión de época, sino que fue así históricamente. Hay aspiraciones legitimas diversas, principios, ideales y mucho menos pragmatismo que la derecha, que solo tiene intereses económicos. Partimos de que no debe haber ninguna exclusión, empezando por Cristina Fernández de Kirchner, ya que sería extremo que se pretenda excluir a la persona con mayor referencia en la sociedad, mayor intención de voto y con la legitimidad que le da haber sido dos veces presidenta. Así como no aceptaremos jamás esa exclusión, tampoco estamos dispuestos a excluir a nadie. En todo caso, si hay diferencias, se dirimirán democráticamente en una PASO.

–Ni siquiera excluiría a figuras como Marcelo Tinelli.

–A nadie. A cualquiera que esté dispuesto a venir a este polo y a dirimir democráticamente diferencias, nosotros lo vamos a aceptar.

Propuestas

–¿Qué medidas centrales cree que debería adoptar el próximo gobierno?

–En primer lugar, hay que recuperar el salario de los trabajadores y los jubilados, lo que impacta en un porcentaje importante de la sociedad en términos cualitativos y cuantitativos. Deben reestablecerse en plenitud las paritarias y deben recuperar ingreso tanto el sector público como el sector privado. Sobre esa base, habrá mercado interno y gran parte de las pymes y de las clases medias mejorarán su situación. No es ninguna originalidad, pero sí una cuestión vital. También tenemos que parar con la deuda externa. Éramos de los países menos endeudados del mundo en 2015 y pasamos a ser uno de los más endeudados. No se pueden seguir pagando los intereses de la deuda a costa del ajuste brutal. No haremos nunca eso, sino revisar y renegociar esa deuda. Hace falta, además, recuperar un rol del Estado activo que intervenga y regule la economía.


 



miradorprovincial.com - Copyright 2024