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09-05-2019
En Concordia

Unidos por la tragedia, buscan crear conciencia y que no haya impunidad

Unidos por la tragedia, buscan crear conciencia y que no haya impunidad
Más de 30 familias decidieron formar una agrupación para hacer escuchar sus reclamos y ser visibles ante los ojos de la Justicia. El dolor de los allegados de una joven llevó a que llamaran a la unidad y comenzó un movimiento que crece en cada encuentro. Consuelo en conjunto y búsqueda de descanso, motores de las reuniones.

Belén Fedullo
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En marzo, la joven concordiense Johana Vargas decidió poner fin a su vida. Todo fue tristeza en el ambiente artístico, ya que era una destacada bailarina y profesora de danzas, que incluso se formó y destacó a nivel internacional. Su muerte llegó meses después de que falleciera su pareja en un accidente tras ser impactado por un motociclista que cruzó de carril, en una maniobra ilegal. A partir de allí se desnudaron hechos que vivió la joven.

La hermana de Johana, Nancy Vargas, decidió dar a conocer la historia de hechos desafortunados que había vivido la joven. Más allá del dolor por el fallecimiento de su pareja, llamado Horacio Valdez, la falta de justicia luego del accidente la llevó a una depresión de la que no pudo salir. Es que el hombre que chocó a Valdez solamente cumple con tareas comunitarias tras el choque.

Pero la historia de tristeza no terminaba allí, años antes Johana había sido violada cuando volvía a su casa, luego de hacer un mandado a pocas cuadras. Tras el abuso, dos personas resultaron acusadas, pero después de un tiempo volvieron a la calle y se mostraban cerca del domicilio de la joven, lo que llevó a que se desencadenaran enfrentamientos, incluso con armas, y la familia entera se viera envuelta en un dolor mayor.

Después de dar a conocer los detalles que llevaron a Johana a tomar esta decisión, días posteriores a su fallecimiento, Nancy propuso hacer una marcha y llamó a todos los familiares de víctimas de robos, accidentes o enfrentamientos que todavía no hayan tenido justicia. El resultado fue sorprendente, de a poco fueron acercándose a la plaza principal de Concordia.

Inicios y metas de la agrupación

Nancy Vargas, vocera del movimiento que fue denominado como “Familias unidas por el dolor” dialogó con Mirador Entre Ríos. Visiblemente emocionada y aún transitando el duelo por la partida de su cuñado y su hermana, la mujer contó: “A las marchas las empezamos a raíz de una carta desgarradora que dejó mi hermana antes de morir, en la que dice ‘hagan justicia por mí y por Horacio', al leer eso nos dimos cuenta que todo estaba mal, que algo falta, y empezamos a convocar a la marcha que era solo para nosotros pero invitamos a quien quisiera adherirse”, y agregó: “Justo en esos días perdió la vida una mujer en un accidente cuyo conductor huyó y su familia decidió sumarse, luego una más, de otro joven que fue atropellado en ruta por un conductor reincidente, que ya había matado a otro motociclista en la ciudad”.

“Más allá de la carta de mi hermana, a mi me impulsó a organizar la movida la impunidad, la inoperancia judicial, el saber que tenía apoyo y que otras personas necesitaban hacerse visibles y cambiar el rumbo que estaba tomando su historia y sobre todo su causa. Empezó a agrandarse tanto el círculo que ahora han venido personas de zonas aledañas a participar y transitar este momento en conjunto”, comentó.

La mujer repasa cada acción y se apura en aclarar “nosotros no tenemos banderías políticas partidarias, solamente somos un grupo de familias que estamos pidiendo justicia por el desgarro y dolor inmenso que sentimos. No hay instituciones ni nada, nos unió el dolor por la pérdida”. Y así, en conjunto, van tejiendo redes, tanto que ya son 39 las familias que se encuentran para transitar las calles de Concordia y pedir que avancen las causas por las que reclaman. Tienen grupos en WhatsApp y comparten los resultados de cada encuentro en las redes sociales.

“Estamos siempre, la última marcha fue bajo una densa niebla, temprano en la mañana, y la gente acompañó igual”, recordó Nancy y aclaró que aunque tratan de ser pacíficos, a veces la ira hace que algunos, entre tantos, tomen formas que no comparte la mayoría —en la última marcha, familiares de una persona rompieron un vidrio en tribunales—.

Sobre el accionar de la Justicia, expresó: “Para mí deja mucho que desear. No pueden permitir que haya gente que sale a manejar como asesina y luego de llevarse una vida le den como castigo solamente el cumplimiento de horas en trabajo comunitario, siendo que se cruzan de carril en medio de una avenida. Hay muchos casos de este tipo y ni hablar de los asesinatos impunes, pero están viendo que estamos cansados, que estamos unidos, que queremos ir más allá y no somos pocos”.

A pesar de las quejas, y como fruto de una de las movilizaciones, varias familias pudieron ser atendidas por los fiscales que investigan las causas, y algunos fueron citados para ser recibidos. “El fiscal que sigue la causa de la violación de Johana nos dijo que intentará reabrirla para detener al segundo violador”, aseguró Vargas y señaló: “En cada marcha vamos entrando algunos, en grupos pequeños, por eso seguiremos haciendo movilizaciones hasta que todos concretemos citas con los fiscales o jueces, porque incluso hay gente que lleva muchos años pidiendo entrevistas y que ahora encuentra un alivio al saber que tienen chances de avanzar un poco”.

Acompañada por representantes de otras familias, Nancy ingresa en cada marcha a las oficinas de tribunales y luego sale a llevar las novedades al grupo, que con carteles y tambores hace oír y ver sus reclamos. Como fundadora y vocera de la agrupación la mujer, que fue movida por la tragedia a salir a la calle, confía en que con la concienciación y visibilización de la realidad pueda generar un cambio que sirva para el futuro, por los que ya no están y para que no pase lo mismo.

Familias que esperan y vuelven a confiar

En los encuentros hay caras conocidas y carteles con rostros que representan a quienes no tienen voz. Algunas causas son recientes, otras llevan años, pero la sensación es la misma.

A la mamá de Isabel Benítez la mataron hace un año, luego de que fuera a pedirle a un vecino que no escuchara la música tan fuerte. El único acusado por el asesinato era menor de edad al momento de ser detenido. Aunque prometieron que la causa avanzaría rápido la familia aún no obtuvo respuesta.

“Pido al juez que se ponga de nuestro lado porque siempre fuimos gente honesta. Necesitamos que se haga justicia y que mi mamá descanse en paz, y nosotros también, porque hace un año que no paramos de sufrir”, sostuvo y destacó la unidad en el grupo: “Trato de ponerme en el lugar del otro. Todos estamos sufriendo mucho y tenernos para seguir adelante es importantísimo”.

Franco Sosa falleció luego de ser atropellado en la ruta, cuando transitaba en su motocicleta junto con un compañero. El siniestro ocurrió un domingo por la mañana y el único imputado es un hombre que ya había sido detenido por un accidente en una esquina céntrica de Concordia, en el que falleció otro motociclista.

La familia de Franco es de Misiones, y desde fines de 2018 piden que la causa avance, sobre todo porque consideran que el conductor responsable por la muerte debió haber recibido un castigo anteriormente.

Entre los grupos también se suman familiares de un policía llamado Matías Linares, quien fue asesinado por dos personas de su barrio. “Se unieron los familiares, pero los amigos y colegas no pueden unirse, aún cuando se sienten inseguros al ir a trabajar o salir de su casa; así que encuentran un refugio en nosotros”, dijo la vocera.

Todos, a pesar del dolor, tienen ganas de hablar. Todos encuentran en el deseo de justicia la energía para llevar por las calles de la ciudad carteles con fotos del rostro de sus familiares, para que no llegue el olvido y para lograr que no haya impunidad.


 



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