Así lo destaca el reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA). Por efecto de la chicharrita, muchos maíces de segunda que iban a grano se picaron para autoconsumo. En el algodón, la pausa en la recolección favorece el avance de malezas y rebrotes que complicarán las labores.
Los daños continúan incrementándose y los destinos del cereal se determinarían ante la situación particular de cada lote y por cada productor. En lotes avanzados se lograron rendimientos promedios entre 18 – 20 -22 qq/ha, considerados como muy magros, malos.
El clima intervino positivamente sobre los cultivos, que consolidaron sus estados, bueno, muy bueno y excelente. Los primeros rendimientos promedio de la oleaginosa fluctuaron entre mínimos de 23/25 – 28 qq/ha y máximos de 36/38 – 40 – 42 qq/ha. El cultivo industrial muestra los efectos de problemas climáticos, especialmente en el Oeste; mientras que en Este las lluvias permitieron revertir el daño que exhibían algunos lotes.
En el seguimiento de los maizales tardíos se observó, como mínimo que un 72 % de los lotes presentaron marcados e importantes grados de afectación, entre el 48 al 50 %. El seguimiento del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) estableció el nivel de impacto en cada distrito.
Son los que monitorea el SEA (Sistema de Estimaciones Agrícolas) y comprenden la totalidad del centro norte provincial. El cultivo había tenido un inicio óptimo, pero lo que primero fueron consultas y preocupaciones puntuales, finalmente se extendió a toda la región. “Se estableció que la situación particular pasó a general, con diferentes grados de afectación o daños”, indica el reporte semanal.
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