Ezequiel Re

Nació en Buenos Aires el 18 de febrero de 1983, está casado con Laura González (hija del mítico y recordado jugador de basquetbol Mario Tucumano González) y tiene 4 hijos (Tomás, 11 años, Florencia 8 y las mellizas Lola y Martina de 1 años y 6 meses). Una familia siempre ligada al deporte y de allí que Santiago Losada marque también ese rumbo. Su abuelo fue dirigente de Estudiantes de Caseros. Su padre referente en Gimnasia y Esgrima y Tomás de Rocamora de Concepción del Uruguay. Santiago no se quedó atrás. Jugó la B Nacional de fútbol con Gimnasia y Esgrima. Y ahora en Rocamora es secretario de la entidad y la cara visible del basquetbol en Liga Argentina. Con Mirador Entre Ríos repasó su pasado deportivo y su presente dirigencial.

-¿Cómo fue tu trayectoria deportiva?

-Toda mi familia es de Buenos Aires, y nací allá pero ya estaban viviendo acá. Vinimos al club Rocamora cuando tenía 3 años, mi hermana jugaba al tenis. Y ahí una persona del barrio Lanús, Barrabas Umpiérrez, me dice si no quería ir a jugar al fútbol a Gimnasia y Esgrima y me lleva a lo siete años, con Luis Echeverría y Osvaldo Casas que eran dos personas del club. Y ahí arranqué. Jugué hasta los 19, a los 17 debuté en la Primera en Nacional B con Jorge Vendakis como director técnico. El año anterior con Carlos Roldán había ido al banco dos partidos. Pero estuve en el plantel profesional desde los 15. Había una idea de Gimnasia en ese momento de promocionar los jugadores juveniles. Estuve dos torneos y medios en el Nacional B y me fui a El Porvenir a jugar la misma categoría. Estuve 3 años ahí. Luego me fui 8 meses a Ecuador en la Universidad Católica de Quito (División B). Por un punto perdimos el ascenso. Mi señora queda embarazada, me vuelvo a Buenos Aires y estaba en la duda de dejar de jugar. Me buscan de Gimnasia que ya estaba en el Argentino A. Tuve un par de lesiones de rodilla hasta que luego de la cuarta operación dejé de jugar. Tenía 26 años.

-En ese período se estuvo cerca con el Lobo de ascender a Primera División. Se recuerda como un momento de gloria o frustración por no poder lograr el ascenso.

-Como una época de absoluta gloria. Más allá de que no se logró el objetivo de ascender. Pero la cancha estaba llena todos los partidos, la gente lo vivía con mucha alegría, el boom de Gimnasia había pegado y captado en toda la provincia. Y por lo que pasó después o se vive en estos años claramente toma más protagonismo ese momento. Fue un momento de mucha gloria, se formó un grupo humano excelente, somos amigos en la actualidad con casi todos los muchachos. Nos juntamos cuando podemos, particularmente tengo mucha amistad con Lalo Colombo, Marcelo Blanco y Alfredo Grelax.

-¿Cómo hacer para que Gimnasia vuelva a los primeros planos?

-Es difícil. Ahora se ve un equipo dinámico, rápido, picante. Gimnasia tiene que refundarse y está en ese camino, volviendo a mirar las inferiores. Eso genera sentido de pertenencia. Necesita líderes nacidos en el club, por suerte hoy lo tiene a Nicolás Torres y Luciano Leguizamón, que vivieron esa época. Gimnasia tiene infraestructura y el apoyo de la ciudad. Más allá de este equipo uno quiere que se refunde como institución. En Rocamora pasó algo de ello. Hasta el 86 fue el equipo de la provincia con Helnes Bolling, Edgardo Vecchio, el tucumano González. Y un montón de jugadores nacidos y criados acá que le dieron gloria. Pasaron de 1986 a 2006 muchos años hasta que volvió. Gimnasia tiene que pasar por ese momento de refundación.

-Volviendo a tu trayectoria, luego de dejar el fútbol, te dedicaste a la dirección técnica.

-Sí, después de la última lesión decidí no operarme más y Gimnasia me ofrece colaborar en inferiores. Aún no tenía la idea de dirigir fútbol. Fui a colaborar en la primear y tercera. A los dos meses se va Sergio Busciglio que era el entrenador, nos piden un interinato, nos va bien y nos quedamos tres años y medio. En ese momento era dedicarme a eso más allá que tengo otro trabajo. Pero hice el curso de técnico y laboralmente hicimos un gran trabajo. Lo sumé a Juan Monge en inferiores. Tuvimos la opción de irnos a la CAI de Comodoro Rivadavia, pero no estaba la necesidad. Juan luego se fue a dirigir a Rosario del Tala, yo estuve medio año sin dirigir. Ahora hace tres años que estamos en Engranaje con un proyecto bastante serio. Un club de barrio pero con grandes aspiraciones. Muy organizado dirigencialmente, con un predio fantástico y mucha gurisada de los barrios. Trabajando ahí y esperando si en algún momento sale otro proyecto a nivel primera división profesional.

-¿Y cómo aparece el basquetbol?

-El mismo amor que le tengo a Gimnasia lo tengo con Rocamora porque nací en los dos clubes. Y están muy cerca uno de otro. Lo que ahora hacen mis hijos lo hacía yo, un rato en cada club. En Rocamora jugué al basquetbol hasta los 16. Y con la dirigencia deportiva en Rocamora arranqué en el 2005 con 22 años. Siempre estuve ligado al club porque mi padre fue vicepresidente y tesorero. Luego me caso con Laura González, hija del Tucumano Mario González (recordada gloria del basquetbol). Así que ya había algo instalado. Hoy soy el secretario del club y estoy a cargo del basquetbol, mi señora dirige la Liga Nacional Femenina. Hay una combinación de cosas que hace que estemos mucho tiempo acá. Cuando agarramos no había primera división, inferiores, el club no tenía Personería Jurídica. Y con un grupo de chicos jóvenes como yo tomamos el club con la idea de levantarlo. Hoy vemos un poco los frutos. La parte dirigencial viene transmitida por mi abuelo que fue dirigente de Estudiantes de Caseros por muchos años y mi papá.

-¿Cómo se arma el presupuesto para la Liga de basquetbol?

-Tenemos por un lado una excelente relación con el gobierno provincial. La Ley de apoyo al deporte profesional es magnífica. Desliga toda oscuridad de que en algún momento se hablaba. De que quienes estaban cerca del poder, que Concordia, que Paraná… Con esta ley reglamentada se sabe qué es lo que vas a cobrar, cuándo lo vas a cobrar y si asciende de categoría sabe lo que tiene o no tiene. Es perfecta. En ese sentido no hay discusión. En relación a nuestro presupuesto lo hicimos hace 30 días, pero es dificilísimo, más en esta época. Lo hicimos con un dólar exagerado de 30 pesos y terminamos con un dólar de 40. No solamente por el dólar de los extranjeros sino por la logística, las comidas, alojamiento, alquileres que se fue un 40 por ciento arriba. Hay que tener ingenio. Nosotros nos apoyamos en la venta interna. Tenemos una pequeña área de marketing y publicidad. Tratamos de vender desde ahí, de generar nuestro producto. Tenemos nuestro programa de tele y radio. Tratamos de que nuestro streaming se pueda vender y que tenga buena imagen. Nos apoyamos en eso para cerrar un presupuesto acorde a lo nuestro, a una ciudad de 90.000 habitantes con muchos deportes y competencia. Donde las empresas que vamos a hablar las hablan todos, entonces es muy difícil para los empresarios poder repartir. Hacemos presupuestos acordes para cumplir. Hace cuatro que no tenemos problemas económicos, tenemos plata para viajar siempre. Y en otros momentos era todo un problema. Tenemos estabilidad económica con un presupuesto y un plantel austero. Lo hacemos así para que Rocamora no vuelva a fundirse como en el 86 y no jugar más nada.

-¿Tu sueño dentro de la dirigencia deportiva?

-Llevo trece años en la dirigencia, y los objetivos máximos eran tratar de que Rocamora se estabilice y tenga una base grande para poder mantener. Y eso se logró. Tanto en mujeres como varones. En las dos ramas. Dirigencialmente trabajo en la ADC, soy prosecretario de la Asociación de Clubes. Mi objetivo no es personal, sino que el club pueda seguir creciendo y siempre inculcando que necesitamos de todos. Nosotros fuera de la cancha no competimos con nuestros rivales. Mi forma de inculcar que crezca el club es que también crezcan los otros clubes a la par.

 “Necesitamos ser competitivos”

Rocamora participará de la Liga Argentina de Basquetbol. Al respecto Losada afirmó: “Estamos bien, hay dinámica, es un equipo rápido, ágil, joven, con buena técnica con tres o cuatro chicos del club que van a tener más minutos, que es lo que buscamos. Tratar de hacer una buena Liga. La temporada pasada no tuvimos ese toque de fortuna que hay que tener. Perdimos trece partidos entre 1 y 5 puntos, ocho partidos por 1 punto. Osea necesitamos esa cuota y ser competitivo. Esperemos que los extranjeros se acoplen rápido. Con buenas expectativas, creemos que vamos a hacer una buena Liga”.

-Debutan el domingo 21 de local ante Parque Sur de Concepción del Uruguay. ¿Cómo es esa competencia interna en la ciudad?

-El basquetbol de la ciudad es muy grande. En 2002 no se jugaba básquet de primera división. En ese año el intendente José Lauritto (también ocupa ese cargo en la actualidad) propuso hacer el Argentino de Basquetbol, con sede aquí y en Paraná. Y ahí fue la chispa que volvió a encender el basquetbol en Concepción del Uruguay. Y hoy tener dos equipos en el TNA, uno en el Torneo Federal, en inferiores Zaninetti, Rocamora, Parque y Regatas entramos y peleamos en todas las Ligas Provinciales y llegamos a jugar Liguillas Nacionales. En Liga Femenina Parque jugando Liga Provincial, nosotros jugando Liga Nacional. Hay una competencia excelente y muy buena relación entre los dirigentes. Levantamos la Asociación Uruguayense que tiene integrantes de todos los clubes. La competencia está buenísima, porque el hincha se fanatiza.

-Y el fútbol en Concepción del Uruguay crece en relación al basquetbol.

-Soy un poco crítico, sacando a Gimnasia y Atlético y por ahí Almagro cuesta mucho el crecimiento porque a mi parecer la competencia interna es mala. Falta organización, ir mejorando y buscando cosas nuevas. Está como estancado. La Federación Entrerriana de Basquetbol y la Asociación Uruguayense tienen una organización y planificación que se respeta, no se corre y no tiene cosas intermedias. En el fútbol eso cuesta, los dirigentes hacen el esfuerzo pero no encuentran esa organización que le de crecimiento al deporte.

Patronato, el clásico rival

-¿Cómo ven a Patronato, clásico rival, hoy en Superliga?

-Viví los partidos del 91, 92, 93, 94, 95, 96. Es una rivalidad fuerte. Eso me generó el hincha de adentro. Lo vemos jugando Superliga y recordamos cuando siendo yo el entrenador nos ganaron el Pentagonal con un gol de Jara y luego ascendieron. Estábamos a un pasito. Estimo que sentimos lo mismo que sintieron ellos cuando estábamos en el Nacional B y ellos en el Argentino B. Vemos un club que creció en inferiores, está un amigo como Augusto Prono que dirige la cuarta. Fui a conocer el predio La Capillita. Si hay algo que tenemos que copiar es eso, construir una estructura más grande. Llama la atención el poco público que acompaña. Pero es raro el fútbol, por ahí la gente se apasiona en una competencia interna y no tanto con otros equipos. Será cuestión de que Patronato en su momento se reinvente. Le quedan pocos de los históricos, salvo Bértoli o Andrade.