Comuna verde

Christophersen, el pueblo que quiere estar a la vanguardia en energías renovables

Como alternativa al precio alto de la carne, la comuna inició en 2009 un emprendimiento ganadero que hoy podría ser la llave para independizarse de la EPE.


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Juan Chiummiento
redaccion@miradorprovincial.com


La pequeña localidad de Christophersen, en el sur de la provincia -departamento General López-, se encamina a erigirse como un ejemplo en materia de energías renovables. Una iniciativa nacida con el fin de abaratar los costos de la carne puede transformarse en la punta del ovillo para que sus 700 habitantes dejen de pagar todos los meses a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) por su consumo de luz.

La clave está en la construcción de un biodigestor, que transformará el estiércol de un feed lot comunal en biogás, material que luego servirá para generar la energía que requiere la población local. El proyecto está por ahora en fase de análisis, pero contaría con luz verde por el gobierno santafesino.

El comienzo de la historia hay que rastrearlo en 2009, cuando se produjo un cambio de gestión en la comisión comunal que modificaría los destinos de un campo en desuso de 20 hectáreas. “Había algunas actividades de doma, unas vacas, pero muy poquitas”, recuerda Salvador Soraide, quien todavía hoy ostenta el cargo político con mayor responsabilidad dentro de Christophersen.

Al igual que en todo el país, el alza de precios se manifestaba como una preocupación dentro del pueblo. Entonces Soraide imaginó usar los 200.000 metros cuadrados para generar un emprendimiento ganadero y así ofrecer carne más económica, un verdadero alivio para el bolsillo. Esa idea se fue concretando poco a poco, y en 2015 se inauguró una sala de faena con capacidad para 60 animales, a través de un programa denominado Unidades productivas santafesinas que coordina el Ministerio de Salud provincial.

Los cortes comenzaron a ser vendidos a los carniceros a un precio más competitivo, lo que generó grandes beneficios a las familias de la región. Como fue escalando, hoy el lugar cuenta con 250 cabezas, de las cuales 140 están en un feed lot. Inspirado en el modelo que implementó Adecoagro (ver aparte), Soraide se preguntó si cabía la posibilidad de utilizar el estiércol de las vacas para generar energía, y así dejar de depender de la EPE, a la que le mensualmente le compra unos 120.000 kw.

“Le comenté la idea a la gente de Provincia y se interesaron”, cuenta Soraide. Consultados por Mirador Provincial, dentro de la Secretaría de Estado de Energía confirmaron que la alternativa está en estudio y adelantaron que, si bien está en fase de análisis, ven con buenos ojos que la misma se concrete.

“Necesitamos duplicar la cantidad de animales, pero eso no va a ser un problema porque ya está hablado con la gente acá”, explicó el presidente comunal de Christophersen, quien calculó que la inversión para la construcción del equipamiento podría cubrirse en un plazo de diez años.

Estimaciones iniciales marcan un desembolso que giraría en torno a los 5 millones de pesos. No es seguro que el material generado por los animales del emprendimiento productivo de la comuna asegure el consumo total de sus -aproximadamente- 730 habitantes, pero se descuenta que puede ser un alivio interesante para las finanzas de Christophersen. Un antecedente para esta experiencia puede situarse en Carlos Tejedor, una localidad de Buenos Aires con 5.000 pobladores: allí el estiércol producido por los 500 vacunos de un productor agropecuario genera energía para 200 viviendas.

Efecto contagio
La posibilidad de producir biogás a partir de los desechos de las actividades primarias está comenzando a tomar un impulso cada vez más fuerte. Semanas atrás se conoció un caso con ribetes similares en la zona rural de Elortondo. En un predio que alberga más de 3.500 chanchos, administrado por la segunda generación de una familia con 35 años de trayectoria en el rubro, surgió la idea de utilizar el estiércol para autoabastecer el consumo del negocio, y como extra inyectar el excedente en la red eléctrica de la comuna.

“Esto es algo muy importante porque es algo que se viene imponiendo en todos lados”, valoró Raúl Massagli, dueño del establecimiento, quien precisó que la inversión necesaria sería de unos 6 millones de pesos (cifra que se financiará a través de la línea verde que administra el Banco Municipal y el programa de Inversión Multisectorial del Banco Nación).

Según informaron desde la comuna de Elortondo, la unidad productiva tiene actualmente un consumo de 20 MW por mes. Con el biodigestor en marcha se podría generar una energía que supera un 50% a los requerimientos del establecimiento, por lo que habría disponible un excedente para volcar a la red local.

Se viene la segunda
La posibilidad de inyectar el sobrante para el consumo de la población será posible a través de un convenio que deberá suscribir la cooperativa del pueblo en el marco del programa Prosumidores, que en breve lanzará una nueva etapa que incluirá establecimientos rurales, entre otros.

Presentado oficialmente en 2016, este plan busca que usuarios del sistema eléctrico de la provincia pueden generar energía a partir de fuentes renovables e inyectarla a la red. Por ahora solo está disponible para viviendas, pero en breve se podrán sumar comercios, industrias y consorcios habitacionales.

En esta nueva versión, los privados podrán acceder a créditos a tasa accesible para comprar el equipamiento. Según indicaron desde la Secretaría de Estado de Energía el objetivo es generar una potencia de 25 MW (equivalente a cinco veces lo producido en el parque fotovoltaico de San Lorenzo).

Si bien restan cerrar detalles, la inversión global de la gestión provincial en la iniciativa rondaría los 25 millones de pesos. Serán seis las categorías del programa: viviendas, consorcios, organizaciones sociales y clubes, comercios y pymes, establecimientos rurales e industrias. En cada una de ellas habrá pautas particulares, pero como regla general se establecerá que la cantidad de energía generada no supere el 80% del consumo del período anterior. Las fábricas gozarán de un plus aportado por el Tesoro provincial, más allá de lo que la EPE pague por cada kw inyectado a la red (hoy se abona 5,5 pesos por kw).

“Prosumidores es uno de nuestros programas insignia”, valoró la secretaria de Estado de Energía, Verónica Geese, quien apuntó que desde que fue implementado se logró la incorporación de 80 usuarios. Aunque el número pueda resultar bajo en función de la población santafesina, remarcó que lo que más se trabajó en este tiempo fue en la red de proveedores, que pasó de “3 o 4” jugadores a “una oferta mucho mayor”.

“De 2016 para acá encontramos muchas empresas que querían hacer cosas, pero necesitaban algún fomento para avanzar. En ese sentido hemos conseguido una línea de crédito del CFI (Consejo Federal de Inversiones) para compra de equipos con una tasa muy baja, alrededor del 9%. Es la primera vez que el CFI lanza algo así”, afirmó orgullosa la funcionaria.

El sector privado empuja


El ejemplo que inspiró al presidente comunal de Christophersen para lanzarse a la aventura de producir su propia energía vino de la mano con lo hecho por la firma Adecoagro, que tiene su producción láctea en la zona rural de la localidad.

La empresa inauguró el año pasado un biodigestor que genera 1,4 MW de energía con efluentes del tambo, el cual además produce biofertilizantes que la propia empresa reutiliza para sus cultivos.

En un campo de 10.000 hectáreas, Adecoagro ordeña 7.400 vacas en dos tambos, produciendo más de 95 millones de litros por año, con un promedio de 36,5 litros de leche diarios por animal.

Si bien desde 2003 la firma lleva concretadas inversiones por 55 millones de dólares, la idea es duplicar los esfuerzos y llegar para 2021 con un segundo biodigestor. Asimismo, se plantea llegar a tener 14.500 animales y producir algo más de medio millón de litros de leche diarios.

“Ya con más de una década de experiencia de un sistema probado, con recursos humanos capacitados, nos preguntamos por qué no vamos por más. Y así surge esta propuesta de duplicar la producción, porque entendemos que cualquier cosa que hagamos por maximizar eficiencias y minimizar costos nos va a hacer más fuertes frente a las idas y venidas del mercado”, reflexionó Ernesto Pittaluga, gerente de Negocio Lechero de Adecoagro.

Un pack de renovables

La provincia de Santa Fe licitará este año la compra de energías renovables. Si bien a la fecha los funcionarios no hicieron mayores declaraciones públicas al respecto, sí pudo saberse que el objetivo es buscar proyectos más chicos que el programa RenovAR (que maneja el gobierno nacional) y focalizarlo en dos “corredores radiales” donde hoy hay problemas de tensión y abastecimiento de energía. También trascendió que se incorporarán torres eólicas al parque fotovoltaico de San Lorenzo.



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