Robótica educativa

Estudiantes paranaenses construyeron un brazo biónico

Alumnos de la Escuela Técnica “Juan XXIII” hicieron un brazo con una impresora 3D, que funciona de manera autómata mediante sensores. El proyecto se presentará en octubre en una exposición en Rosario del Tala, junto a otros proyectos de los alumnos de 7º año de Electrónica.


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Tomás Rico
redaccion-er@miradorprovincial.com

“Comenzamos con la idea desde el año pasado, es un proyecto mundial de hacer un robot completo, nosotros hicimos solamente el brazo para la escuela, que incluye el bíceps, el antebrazo y aparte un sensor de electromiograma, que lee las tensiones del músculo y proporciona a los motores para que se muevan”, explicó Damián Furios, quien junto a Gianfranco Perissutti y Jorge Cuadra construyeron, con una impresora 3D, un brazo biónico, en el marco del proyecto final del 7º año de Electrónica, de la Escuela Técnica “Juan XXIII” de Paraná.

“El brazo es biónico porque es biológico, ya que representa a una parte del cuerpo humano y robótico por cómo está construido”, señaló Cuadra en una entrevista con Mirador Entre Ríos, en medio del laboratorio de la escuela, donde a prueba y error, los paranaenses se desafían a diario para perfeccionar sus creaciones.

Con el armado ya completo, ahora los alumnos trabajan en los detalles de los sensores para que funcione de manera autómata. “Es un desafío porque los sensores son muy complejos para medir la señal del cuerpo”, indicó Perisutti y al mismo tiempo agregó Cuadra: “El trabajo no es lineal, hay veces que trabajamos toda una tarde y se termina rompiendo algo y hay que volver a rehacer”.

Frente a los sensores también aparece el problema económico ya que son muy caros. “Estamos viendo si conseguimos alguna ayuda para conseguir los que faltan porque son importados y los precios están en dólares”, sostuvo el ingeniero Fabricio Taborda, profesor de Laboratorio III.

Para la construcción, los alumnos explicaron que, además de los conocimientos aprendidos en años anteriores en las diferentes materias del secundario, al resultar un aparato tan sofisticado, recurrieron a archivos de tesis de diferentes facultades de ingeniería. “La parte analítica es lo más difícil, en la parte práctica si nos podemos desenvolver bien”, destacó Cuadra.

Ante la consulta si el brazo puede ser utilizado por una persona como prótesis, los chicos respondieron: “No es la idea, sería un prototipo. Algo más útil para un humano sería tener una pinza, de igual manera este brazo tiene más utilidad que una simple prótesis que no hace nada”, y agregaron a modo de ejemplo: “A los sensores se los puede programar para que al detectar determinado objeto el brazo abra y cierre la mano. En una fábrica se puede utilizar el brazo para manipular objetos que el ser humano no puede tocar, por ejemplo algo radioactivo”.

Presentación

La fecha límite para que el brazo funcione en perfectas condiciones es el 18 de octubre, fecha para que lo presenten en la 8ª Expo Técnica, a desarrollarse en Rosario del Tala. “Este proyecto, si bien ya es algo que está inventado, va a participar como innovación en la parte electrónica”, informó el profesor y comentó que también llevarán la casa domótica y el puente-grúa, otros proyectos elaborados por alumnos del último año de Electrónica.

En vistas al futuro, los jóvenes piensan estudiar la carrera de Ingeniería Electrónica y planean continuar con proyectos de este estilo.

“La robótica crece día a día, cada vez nos superamos más, pero sería aún mayor el nivel de estos chicos si se incrementa el apoyo económico. Estas creaciones los ayudan a madurar y les hace muy bien para su futuro”, observó el profesor Taborda.

Satisfacción

Inés Cano, rectora del establecimiento educativo, ubicado en el barrio San Agustín de la capital entrerriana, valoró el esfuerzo y dedicación de los 24 alumnos que cursan el 7º año de Electrónica. “Me da mucho orgullo y satisfacción. Es para resaltar el compromiso y la pasión que le ponen los chicos, porque requiere de mucha paciencia. Si algo se les rompe lo tienen que volver a intentar y a veces están hasta los fines de semanas enteros trabajando en sus proyectos”, subrayó.

Llegar al último año del secundario de una escuela técnica, no es en vano. Cada taller que realizaron los estudiantes durante las largas horas de clases dieron sus frutos y hoy los jóvenes preparan proyectos creativos e ingeniosos con los materiales que están a su alcance. “Varios de los materiales los compran los mismos alumnos, usan también reciclados y algunas cosas las pueden encontrar en la escuela. Es una doble recompensa”, concluyó la rectora.

Uno de los primeros

Este modelo de brazo biónico, construido por los alumnos paranaenses, es uno de los primeros de Argentina realizado por estudiantes secundarios.

En 2014, Entre Ríos había sido noticia a nivel continental por un grupo de seis profesionales entrerrianos -entre ellos bioingenieros, ingenieros electrónicos y médicos- que fueron reconocidos con el premio Innovar 2014 por haber creado el primer brazo biónico de Latinoamérica.

En crecimiento

En uno de los laboratorios de la UTN Paraná, el Grupo de Robótica realiza proyectos con los estudiantes que cursan en distintos niveles las carreras de ingeniería. “Hacemos de escuela para los chicos que recién se incorporan al grupo”, indicó Cellino, quien expresó: “Después de la primera participación en Bahía Blanca, en la que el robot de Paraná ganó, todos se motivaron y cada vez hay más inscriptos en la competencia en la fecha que organizamos”.

En esta edición fueron más de 300 personas participantes, ya que se calcula un robot cada tres. “Este año pasaron la prueba de homologación 90 robots, es decir que cumplieron con los requisitos para poder presentar el robot en competencia. Mister Capuchino, fue el robot paranaense que más avanzó y llegó hasta los cuartos de final”.

Experiencia

Exequiel Ubiedo y Joaquín Alfaro, ambos alumnos de Electrónica de la Juan XXIII participaron de la competencia con dos robots, en la categoría Carreras. Si bien no accedieron a instancias finales, significó la primera experiencia en una competencia de tal importancia. “A estos robots los construimos en seis meses con materiales que pudimos ir reciclando”, destacó Ubiedo y explicó que funcionan sin controles, “solo hay que soltarlos en la pista y la velocidad la regula el mismo robot, depende cuanto se desvíe, el aparato con su sensor sigue entre las líneas blancas de ambos extremos de la superficie”.

Ambos jóvenes coincidieron en que la pasión por la robótica les nació desde la curiosidad y de mirar videos en internet. “Nos interesó mucho el nivel que hay internacionalmente, hay robots que tienen una programación y matemática de atrás impresionante. Nosotros intentamos copiar un poco e intentar llegar a ese nivel”, contó Alfaro. 

En vistas al futuro

Los alumnos sacan provecho de los talleres de la escuela y avanzan en la investigación, el diseño y el armado de los robots. “Tenemos todo el equipo necesario en la escuela y podemos probar cada detalle”, comentó Joaquín.

Lejos de conformarse, los estudiantes buscan ampliar el horizonte creativo y ahora tienen como misión de conformar un grupo de robótica y profesionalizarse en el rubro. “Estamos incursionando en hacer más seguidores de línea, y empezar a construir de categorías Laberinto y Mini Sumos”, señaló Exequiel.

La intención de ambos es continuar su carrera académica en la UTN Paraná, donde podrán llevar sus ideas y compartir conocimientos con otros estudiantes.

Olimpiada

Ubiedo lleva más allá los desafíos y representa a la escuela técnica en la 4º Olimpiada Argentina de Tecnología. En estos momentos, el paranaense compite en la etapa examinatoria y rindió de manera online la parte teórica. De pasar la prueba, la próxima instancia lo llevará a Buenos Aires a realizar proyectos en el Instituto Tecnológico.

El certamen nacional de Robótica pasó por Paraná

El pasado fin de semana más de 100 robots fueron inscriptos para la 11º Competencia Nacional de Robática, organizada por el Grupo de Robótica de la UTN Paraná. Ante un buen marco de público, la actividad tuvo lugar en la Sala Mayo, ubicada en el puerto de la capital provincial.

Las competencias nacionales de robótica comenzaron en Bahía Blanca y tras la participación de estudiantes paranaenses en el certamen, trajeron la idea a la ciudad y desde 2007 que la UTN Paraná es sede del encuentro. “A partir del 2012 se unificó el torneo nacional y se organizan varias fechas al año, con la última jornada en Bahía Blanca”, comentó el ingeniero electrónico Cristian Cellino, miembro del Grupo de Robótica de la UTN Paraná, en diálogo con este medio.

Los participantes representaron a diferentes ciudades del país, como San Miguel de Tucumán; General Pico, La Pampa; San Francisco, Córdoba; Firmat, Santa Fe y localidades de la provincia de Buenos Aires (Avellaneda, Merlo, Pilar, Florida, General Pacheco, San Nicolás; Ciudad de Buenos Aires), y compitieron en cuatro categorías: Carreras, Laberinto, Sumo y Mini Sumo.

“En todas las categorías el robot es autómata, es decir que no tiene un control remoto para ser controlado, sino que se pone arriba de la pista y es totalmente inteligente. Cuentan con censores tanto para darse cuenta hasta donde llega la pista y para atacar al oponente en el caso del Sumo”, explicó Cellino y ejemplificó: “En el caso del ring, para las peleas, se coloca una línea blanca en el límite, entonces el robot al ver el color blanco identifica que debe darse vuelta para no perder”.

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