Entre Ríos tiene una presencia destacada en la obtención de la nuez pecán. Hasta no hace tanto tiempo, el área de producción se ubicaba en la costa del Uruguay y el centro de la provincia. Pero en la costa del Paraná se va abriendo caminos.
Luego de un proceso de exploración, que incluyó definiciones en torno a las variedades adecuadas para cada zona, la capacitación de productores y el auxilio para que pudieran iniciar y sostener los ciclos, la cooperativa impulsa la producción de nuez pecán. El árbol da frutos de manera progresiva a partir de los cinco años, a los 15 logra su máxima capacidad y puede mantenerse activo hasta los cien años.
Calculan que en la zona de Crespo debe haber 11.000 árboles en producción. Una vez que se llega a los 15 años la materia prima adquiere un volumen tal que le permite cierta estabilización a la unidad de negocio. La cooperativa organiza y asesora a los propietarios, les asegura la compra la producción y la industrializa para proveer a distintas cadenas de supermercados nacionales y a marcas.
Esta propuesta permite la diversificación del productor, lo que le da otro equilibrio. Y para el medio ambiente, significa un tipo de producción que además demanda de políticas de forestación.