Puesta en valor
El Museo de la Ciudad se prepara para que se conozca en detalle La Histórica
Funciona en el antiguo edificio de la Escuela Normal de Maestras y Ex Palacio Municipal de Concepción del Uruguay. El espacio será una nueva propuesta que tiene como objetivo contar la historia de los uruguayenses rescatando las memorias populares. Aunque todavía no está terminado, se espera que la inauguración del espacio sea a mediados de 2020.
Silvia Simmone
redaccion-er@miradorprovincial.com
Con la participación de autoridades, gestores y referentes locales se realizó la presentación de la primera etapa de la puesta en valor del edificio que albergará al Museo de la Ciudad, un polo cultural en el que se proyecta rescatar las vivencias de la comunidad para generar espacios de intercambio y de educación no formal. Pedro Frúniz, licenciado en Museología y uno de los gestores del museo, explicó a Mirador Entre Ríos que el sitio no hablará de Urquiza o de Ramírez —aunque ellos también forman parte de Concepción del Uruguay— sino que buscará relatar la historia de los uruguayenses de a pie, que son quienes hicieron y hacen a la ciudad.
“Tenemos pensado incorporar patrimonios a través de una política de colecciones que promueva la donación por parte de la comunidad, pero también queremos involucrar a la gente para que venga a contar sus historias. Nosotros pensamos en lo tangible, pero además en las imágenes, en el relato, en lo intangible. Por eso una de las propuestas es que se genere un rincón de los recuerdos en donde los ciudadanos compartan sus vivencias, lo que servirá para formar un archivo de la ciudad”, detalló Frúniz.
El proyecto, que se viene trabajando desde hace tres años y que en esta primera etapa involucró un presupuesto de más de $2 millones, implica a la gestión municipal saliente, a la que vendrá y a diversos agentes sociales relacionados, como profesores de historia, museólogos, asociaciones y ciudadanos interesados.
El edificio
Lo que se presentó hace una semana en Concepción del Uruguay, fueron las obras de restauración y puesta en valor realizadas en el antiguo edificio de la Escuela Normal de Maestras, las cuales incluyeron el reacondicionamiento de la planta baja, la fachada, la cubierta y los techos. El museólogo comentó: “Lo que hicimos en el evento fue contar la historia de la escuela e inaugurar la planta baja, en donde instalamos un sistema de panelería en seco para separar las muestras de los muros originales, los cuales por la antigüedad del sitio, presentaban mucha humedad. Como es un edificio patrimonial, las acciones fueron muy cuidadas y se lograron arreglar todas las filtraciones que había en paredes, pisos y techo. En las próximas fases se va a restaurar el entrepiso y el segundo piso que también albergarán al museo, pero hoy ya contamos con una primera sala de exposición, una sala que va a tener actividades multimedia y también con los baños”.
Aunque en la ciudad el sitio es conocido como la Vieja Municipalidad, porque desde mediados de 1920 y hasta los 70 funcionó allí el principal recinto político del departamento, el primer destino que tuvo el inmueble fue el de albergar la Escuela Normal de Mujeres. En 1869, mediante decreto del entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento, se creó el espacio formativo el cual se constituyó como la primera escuela Normal de Mujeres en Entre Ríos y la segunda a nivel nacional.
La obra fue diseñada por el reconocido arquitecto Pedro Fossati, a modelo de la Tasker School de Nueva York —una característica que se replicaría por orden de Sarmiento en muchas de las escuelas normales del país—, y comenzó a funcionar como establecimiento en 1873, luego de la muerte de Urquiza y del apaciguamiento de las revoluciones jordanistas.
El especialista recordó que “la historia nos cuenta que este lugar fue una puerta para que las mujeres dejen la casa y las tareas del hogar para dedicarse a su educación. Es por eso que en la presentación nosotros valorizamos a Clementina Comte de Alió, que fue la primer rectora del establecimiento. Ella era francesa y llegó al puesto porque tenía formación pero además porque no había otras mujeres que se dedicaran a eso en la ciudad. Además era esposa del doctor Alió, que en ese tiempo era rector del Colegio de Uruguay, entonces se le encomendó la tarea de ser la primera formadora del espacio”.
Durante el evento, la historia del edificio fue relatada a través de objetos y documentos originales que se dieron en préstamo desde la Escuela Normal, mientras que la de Alió fue incluida con una representación teatral realizada por la actriz local Solange Resteino. Frúniz sostuvo: “Clementina irrumpió en la noche para contar su historia, pero también para dejar el mensaje de que ella tenía un sueño, que era común al de muchas mujeres de su época y que la creación del edificio vehiculizó sus deseos, los hizo posible. Hoy la misión que nosotros tenemos es que este espacio, que un momento fue de educación formal, se convierta en uno de educación no formal y que sea para todos los ciudadanos”.
Nuevos museos
Entender a los edificios como expresiones identitarias de una región, a las colecciones en el contexto de las historias que las contienen y a los públicos como usuarios activos capaces de transformar e intervenir los museos, son algunas de las nuevas perspectivas con las que dialogan estos espacios desde fines de los 70. Es por eso que el Museo de la Ciudad tiene como objetivo principal generar vínculos con las ciudadanías a partir del rescate de las historias subalternas que la constituyen, como la de la Liga de los Pueblos Libres, la del arroyo La China, los credos religiosos populares o aquellas que rescatan los procesos formativos de la educación y de la economía, los cuales encuentran su correlato en políticas nacionales implementadas durante el período de la organización nacional.
“Nosotros buscamos que la historia se cuente desde el principio hasta la actualidad pero desde el punto de vista de los uruguayenses. Por eso el museo tendrá muestras permanentes y rotativas, ya que queremos que sea un espacio aggiornado con el siglo XXI en donde las tecnologías y las dinámicas de intercambio involucren a la comunidad de distintas maneras. Hoy ya no pensamos a los museos como espacios para ir a ver una muestra y nada más, sino más bien en términos de un centro cultural, y ese es nuestro proyecto, que el sitio sea un lugar de referencia para los ciudadanos”, concluyó el museólogo.