Belén Fedullo
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Cuando decretó la cuarentena obligatoria, Alberto Fernández no quiso dejar de mencionar a las actividades que estaban exceptuadas de cumplirla. Muchas de las actividades que quedaron fuera de la restricción no necesitan de numerosos equipos para llevarse adelante, la que agrupa a los cosecheros sí, por eso aunque esté exceptuada por producir alimentos la estrategia y al modo de trabajo lo tuvieron que cambiar.
En Concordia, el tiempo de zafra significa una oportunidad para quienes no tienen trabajo formal. Así, la economía de muchas familias depende de lo que suceda durante la cosecha de cítricos y arándanos. La actividad citrícola está comenzando, pero el aislamiento obliga a replantearse los modos en que se llevará adelante el trabajo para no perder recursos económicos ni humanos.
¿Debe suspenderse la actividad? La respuesta de los empresarios es un rotundo no. Es que la fruta madura debe ser retirada de la planta o se echará a perder y eso significaría un problema económico que las empresas citrícolas, que vienen en pérdida, no soportarían, por eso decidieron dar indicaciones a los trabajadores.
La Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (Cecnea) hizo llegar a los productores y empacadores un "Protocolo de Actuación por Coronavirus", destinado a plantas de empaque, cámaras frigoríficas y otros espacios dedicados al procesamiento de fruta cítrica fresca. "Nuestra actividad está exceptuada de la cuarentena por el DNU del gobierno, consideramos urgente y prioritario buscar rápidamente una guía para actuar con la mayor responsabilidad social empresaria y el cuidado sanitario de sus trabajadores y familias", explicaron.
El documento tiene 24 indicaciones, entre las que aclaran que "antes del inicio de cada jornada laboral y previo al ingreso, el trabajador deberá completar y firmar una declaración jurada que se le entregará". Además, hacen hincapié en la distancia personal, el lavado de manos, el uso de uñas cortas, la prohibición de usar anillos, pulseras y alhajas en general. También, entre los pedidos, remarcan la importancia de toser y estornudar en los pliegues de los brazos, la prohibición de tomar mate, compartir alimentos o juntarse a comer.
Entre los puntos se destaca el pedido de aislamiento en caso de presentar síntomas de coronavirus o de confirmarse que es portador de la enfermedad. Por último, advierten a los trabajadores en edad de riesgo sobre los potenciales peligros y remarcan la prohibición de la entrada de personal externo al trabajo.
Trabajar para comer
Parte fundamental de la cadena de producción del citrus son los cosecheros. A pesar de la situación mundial, quienes se encargan de sacar las frutas de las plantas comenzaron a ir a trabajar, aunque mantienen las precauciones. La mayoría de ellos trabaja por temporadas y de manera informal y, teniendo en cuenta la situación económica del país, no existen impedimentos para que cumplan con su tarea.
La temporada comenzó, las quintas y campos empiezan a dar frutos que deben ser retirados de las plantaciones y los trabajadores pusieron manos a la obra. Juan Gómez tiene 42 años, es papá de 5 hijos y se dedica a la cosecha de frutas en distintas temporadas.
Cuando finaliza con los cítricos comienza con el arándano y entre medio de esas actividades, que puede llevar adelante en su Concordia natal, viaja al sur para formar parte del grupo que cosecha peras y manzanas. "Lo que hago yendo de un lugar a otro pone el plato de comida en la mesa, entonces cuando eso es necesario no importa nada, ni los kilómetros que haga, ni el clima, ni los virus", contó a Mirador Entre Ríos.
Así como Juan, hay cientos que, pase lo que pase, recorren varios lugares y forman parte de grupos grandes cuyo único sustento es el empleo informal. Cuando no hay actividad, el programa interzafra les brinda una ayuda económica mientras esperan para volver a trabajar. El 12 de abril terminará el segundo período de cuarentena impuesta por el gobierno nacional, pero como los cosecheros forman parte de una actividad esencial el quedarse en casa no está entre las posibilidades. Juan dio detalles sobre lo que deben hacer y cumplir para cuidarse y sostener el trabajo.
-¿Cómo viven estos días de cuarentena y trabajo?
-Es raro. Yo voy de la quinta a mi casa y de casa a la quinta, no salgo para nada más, salvo a hacer alguna compra. Mi esposa cuida a los chicos y yo trato de hacer todo para que no nos falte plata. Es difícil, al principio tuvimos miedo de que no hubiera trabajo, pero por suerte estamos pudiendo ir a cosechar.
-¿Te cuidás de alguna manera en especial?
-Sí, nos exigen que nos cuidemos. Tratamos de cambiar algunas costumbres, la más fuerte es la de no compartir mate, siempre pasamos gran parte del día cosechando entonces cuando empieza a refrescar a veces salen unos mates mientras vamos a la quinta o cuando volvemos, pero ahora no podemos. Además nos hablaron del lavado de manos, eso es importante y lo cumplimos porque además nosotros tocamos la fruta, el control de calidad toca la fruta y todos vamos pasando de mano en mano así que tenemos que cuidarnos. Después cada uno va viendo, algunos usan barbijos pero eso por ahora no es exigencia, y ya nos aclararon que si tenemos algún síntoma tenemos que dejar de ir.
-¿Se hace difícil tener que ir a trabajar en medio de lo que está pasando?
-A veces me da miedo, no por mí sino por mi familia, por el contagio, pero veo que estamos bien cuidados igual. Por suerte los campos y las quintas son lugares grandes entonces hay espacio para cuidarse y no estar todos amontonados. Por ahora está todo bien, nos dieron las indicaciones de cómo hacer todo para no correr peligro y eso es bueno. La economía no está bien, a todos nos alcanza para pocas cosas la plata y entonces tener la posibilidad de trabajar es una bendición. Nosotros necesitamos trabajar para comer, creo que si no comemos sería peor porque nos enfermaríamos por el hambre.
-¿Cómo sigue la actividad para vos?
-Cuando termine con la cosecha de citrus seguramente pasaré un tiempito sin hacer nada. Después me sumo al arándano y eso me ayuda a llegar a fin de año y después viajo al sur para la pera y la manzana. Con varios compañeros somos viajeros, esta vez pasamos un trago amargo, pero siempre tratamos de verle el lado positivo y estamos contentos de poder tener nuestra platita y llevarla a nuestras familias.
-¿El brote de coronavirus puede generar una dificultad?
-Sí, aunque nos dijeron que por ahora seguiremos trabajando porque la fruta está madura y hay que sacarla, nosotros tenemos miedo que se pare todo o haya más problemas en las empresas y nos quedemos sin trabajo. Además, muchos de los que querían volver del sur en estos últimos días se quedaron varados por un error entre los sindicatos y porque encima algunas rutas estaban cerradas. Este año no es como todos, ojalá se vayan solucionando las cosas y estamos todos esperando también que en nuestra zona no haya muchos contagiados de virus porque se nos hace peligroso.
La perspectiva del cosechero muestra la incertidumbre que se generó entre los trabajadores. Aunque valoran que hoy puedan seguir trabajando, esperan día a día novedades acerca de cómo seguirá su realidad. A pesar de formar parte de una de las actividades exceptuadas, la realidad que atraviesa el país y el mundo no les son ajenas y siguen expectantes.
Varados y lejos de la familia
A fines de marzo, un grupo de 300 trabajadores quedó a la deriva en Río Negro luego de la finalización de cosecha de peras y manzanas.
Luego de varios reclamos, de pasar días sin trabajar y de quedarse sin comida, sus voces fueron escuchadas y comenzaron a volver. "El miércoles viajó el primer grupo, tuvimos que insistir para que nos hicieran caso, porque llevábamos un tiempito sin trabajar y no nos podíamos volver", aseguró Javier a Mirador Entre Ríos e indicó: "Nos dijeron que luego del fin de semana ya vamos a estar todos con nuestras familias y esperemos que sea así. Algunos de los compañeros se desesperaron y buscaban colectivos de línea pero con todo lo que está pasando no se conseguía nada, tampoco ningún transporte particular que nos quisiera llevar. Es todo muy triste, la cuarentena nos agarró trabajando y estar lejos de la familia en este momento nos lleva a pensar de mala manera".
Actividad asegurada
Alcides Camejo, secretario general del Sindicato de la Fruta, aseguró que este año la actividad se dará de manera normal. "El documento oficial dice que se puede trabajar normalmente en el citrus, siempre y cuando tengan el cuidado necesario de higiene y de distanciamiento social", indicó.
Acerca de las tareas que están llevando adelante los cosecheros, explicó: "Comenzó la temporada de las mandarinas tempranas y hay que sacarlas sí o sí, porque eso se pasa y no se puede exportar. Es una variedad que se usa para jugo, mucho no sirve, así que hay que exportarla".
Según indicó el gremialista, para moverse entre un punto y otro de la ciudad los cosecheros utilizan colectivos, por lo que pidió a las empresas "que cuiden a los trabajadores con las medidas de higiene para cada uno de ellos mientras viajan. La actividad va a seguir, así que ojalá tanto las empresas como los trabajadores sean conscientes del momento que atravesamos y se cuiden. Sé que así será porque es gente que año a año cuida lo que le genera trabajo así que más allá del coronavirus las tareas se llevarán adelante con la misma responsabilidad de siempre".
Mientras siguen al pie de la letra las indicaciones que fueron dadas desde la Cámara de Exportadores, cada uno de los trabajadores de la cadena del citrus está atento a las indicaciones que pueden llegar desde el gobierno nacional. A la espera de que en la temporada de frío la situación de contagio no se agrave, pero preparados para enfrentarla.