San José
La misma senda: el arte de interpretar y dar sentido a cada palabra
El último fin de semana, el dúo Aleatoria presentó su segundo álbum de estudio en el Centro Cultural La Botica. Silvia Rocha y Alejandro Ramos, dos músicos con notable trayectoria artística en el ámbito regional, charlaron con Mirador Entre Ríos sobre su nuevo trabajo y sobre el rol del intérprete como creador musical.
Silvia Simmone
redaccion-er@miradorprovincial.com
La noche del sábado 24 de julio, en el marco del programa Impulso Escena Entrerriana de la Secretaria de Cultura de Entre Ríos, se presentó el dúo “Aleatoria” en el Centro Cultural La Botica de San José, fecha que coincidió con el Día Nacional del Intérprete.
El dúo integrado por Silvia Rocha (SR) en voz y Alejandro Ramos (AR) en guitarra, presentó para la oportunidad su segundo disco de estudio titulado “La misma senda”, un proyecto que había resultado seleccionado para su realización en la convocatoria anual del Instituto Nacional de la Música, y que salió a la luz para las primeras escuchas, hace apenas un mes atrás.
En diálogo con Mirador Entre Ríos, los músicos e intérpretes que actualmente residen en Colonia Hocker, Villa Elisa, reflexionaron sobre esta nueva realización, la cual según contaron, la sienten como una continuación del disco “Primera prensada” del año 2017.
“Cuando hicimos nuestro primer álbum nos quedaron canciones sin incluir, las cuales teníamos ganas de grabar y con la pandemia encontramos la oportunidad de hacerlo. Pensamos que ´La misma senda` viene a ser como una continuación de la primera prensada de Aleatoria, porque ambos discos tuvieron una realización similar. No sólo se grabaron en el mismo estudio, en ´Boedo Nómade`, que es el estudio de grabación que tiene Agustín Ronconi -cofundador y cantante de la banda Arbolito- sino que ambos se hicieron de la misma forma, como si fuera una grabación en vivo, a la antigua digamos. Algunas canciones salieron en una sola toma, porque la realización general del álbum estuvo pensada para hacerse en poco tiempo, porque viajar para Buenos Aires es complicado, entonces grabamos todo en dos días, y después Agustín siguió con las mezclas”, relató Ramos.
Desde 2015, Aleatoria viene presentándose en diferentes escenarios de Argentina y de países vecinos con su repertorio ecléctico, compuesto por una mixtura de canciones y sonidos que son interpretados por el dúo para crear nuevas versiones de canciones de la música popular.
Interpretar es crear algo nuevo
-¿Cómo llegan las canciones a Aleatoria?
-SR: Van llegando de una manera fortuita, al azar, las canciones aparecen, alguien te las recomienda, o nos acordamos de canciones que nos gustaban cuando éramos chicos y así van haciéndose presentes en el repertorio. Son canciones populares, no hay pensamiento en la selección, hay como un fluir, aparecen “Cielo del albañil” de Tarragó Ros, que nos gusta porque tenemos un gran amigo albañil, lo queremos, nos gusta como labura y la canción está ahí presente con eso en nuestra interpretación, como así también hay otras canciones que se incluyen simplemente porque nos gustan, y otras que están porque las escuchamos cantar a alguien alguna vez.
-AR: Es el caso de “Eleanor Rigby” por ejemplo, que un día nos llegó y no es que estábamos escuchando los Beatles o buscando. También pensamos que en este disco era bueno cantarle canciones a nuestros amigos entonces incluimos “Décimas de más”, que es un tema muy poderoso de Nicolás Steffanel, un amigo nuestro que es uruguayo y que es cantautor.
-¿Y cómo es el trabajo con cada canción?
-SR: Creo que lo fundamental es el trabajo con las palabras, los sonidos, los silencios, el peso del aire, porque en la
interpretación hay creación. Una frase de una canción se te puede adentrar porque allí cada palabra tiene un sentido. Me pasó por ejemplo en la “Zamba del arribeño” de Yupanqui que yo creía que él le cantaba a alguien que llegaba, se me hacía la idea de los arribos, y en realidad el arribeño es la persona que vive arriba, que vive en el cerro, por eso digo que para el intérprete es preciso encontrarse con cada palabra y entregarse a la versión. También nos pasa con los clásicos que a veces no sabemos cuál es la palabra correcta de la canción, porque pasaron por tantas versiones que la propia forma de la canción es ir trasmutando dependiendo de quien la cante. Después pienso que el trabajo fuerte lo hace Alejandro, porque lo busca en la armonía y aporta toda su experiencia en la mezcla que hace en los arreglos de cada tema.
-AR: Lo que yo hago es escuchar y mirar diferentes versiones para ubicarme y no repetir, porque es como armar una nueva versión a través de muchas versiones y muchos artistas, para después pasarlos por el filtro de Aleatoria. Por ejemplo en el caso de la canción “Quiero ser luz” que la tocábamos más como una zamba tradicional, armamos una nueva versión cuando tuvimos la confirmación de que Liliana Herrero nos iba a acompañar en el disco haciendo este tema, fue armar una versión para ella, porque es una artista que no canta derecho, que le pone mucho en su interpretación.
Canciones que van a seguir
Dentro del cálido e interesante repertorio de música popular que presenta Aleatoria, se encuentran versiones de canciones de Luis Alberto Spinetta, Ramón Ayala, canciones anónimas como “Pajarillo verde” y otras que pertenecen al cancionero popular, que son del mundo.
“Creo que Aleatoria es lo ecléctico porque es el trabajo y la comunión de todos los músicos que fuimos y vamos conversando a través de la canción porque en sí, lo que sucede con cada interpretación es que hay una entrega a la versión que uno está haciendo. Nosotros tratamos de reivindicar el trabajo del intérprete, porque también está toda esa cuestión con los intérpretes, en dónde comúnmente te señalan que ´sos intérprete o sos cantautor`, como que ser intérprete fuera menos. Y creo que hay canciones tan hermosas que las vamos a seguir cantando siempre porque son de la humanidad, y nosotros estamos en ese camino en el cual tratamos de hacer una versión sin pensar en los modismos, desde el respeto, desde la entrega, desde el querer decirla e interpretarla”, reflexionó Rocha.