Ignacio Pueyo
Hace un año atrás, cuando se encontraba jugando en el Arema Cromus de Indonesia, probablemente Jonatan Bauman no se hubiera imaginado el extraordinario presente que la vida le tenía preparado. Como todo jugador, el esfuerzo y el trabajo del día a día siempre están destinados a sacar lo mejor de sí, pero no sabía que le esperaba un 2021 de ensueño.
Luego de un fugaz paso por Quilmes en la Primera Nacional de nuestro país, el delantero surgido de Unión de Sunchales recaló en Mushuc Runa, un joven equipo de la Serie A de Ecuador. 12 goles en 14 partidos fueron la marca para que uno de los equipos más importantes de los últimos años en Sudamérica se fije en él. Estamos hablando de Independiente del Valle, finalista de la Copa Libertadores y campeón de la Sudamericana en el último tiempo.
Hoy, a sus 30 años, Bauman es goleador de Ecuador con 17 tantos, y es consciente que está viviendo su mejor rendimiento como futbolista profesional: “Creo que me encuentro en el mejor momento de mi carrera, manteniendo un nivel muy alto, con regularidad, que eso es difícil encontrarlo en el fútbol. Es también parte de la maduración del jugador, de la maduración personal, que hace que a cierta edad uno pueda desenvolverse mejor en la vida y también en la cancha”, detalló el jugador.
—¿Cómo se dio tu llegada a Ecuador? —Se dio mediante mi representante. El año pasado cuando estaba en Indonesia, antes de llegar a Quilmes estuve muy cerca de llegar acá a Delfín. Pero bueno, por todo el tema de la pandemia no se pudo dar. En enero se dio que Mushuc Runa me dio la posibilidad de llegar a este país. Estoy muy contento porque desde que llegué me han tratado muy bien, tanto en Mushuc Runa como ahora en Independiente del Valle.
Además, Bauman se deshizo en elogios sobre la institución rayada. Fundado en 2003, Independiente del Valle ha logrado éxitos deportivos en muy poco tiempo, lo que es respaldado por una enorme estructura institucional. “Lo que me dicen es que Independiente del Valle es una burbuja en comparación a los clubes de Ecuador. Sinceramente me encontré con un club de infraestructuras europeas. Cuando llegué aquí me di cuenta que tiene mucho poder económico y mucha ambición de crecer. Quiere crecer día a día, año tras año” explicó el futbolista.
Para graficar con un ejemplo el contexto institucional, Bauman habló sobre la materialización del estadio del club: “Los compañeros me comentaron que el año pasado, a principio de año, no estaba el estadio listo, recién lo arrancaban. Y ahora ya está la segunda etapa y estamos jugando ahí, lo terminaron en seis o siete meses. Van a pasos agigantados. Creo que este equipo va a ser una potencia sudamericana y también mundial con el correr del tiempo”.
Efectivamente, las obras del estadio con capacidad para 12.000 personas comenzaron en octubre de 2020, y el mismo fue inaugurado en marzo de este año. Si bien aún resta la última etapa, se espera que todo esté terminado antes de fin de año, adhiriendo a todas las normas que exige FIFA para un estadio de primer nivel.
Su trayectoria como futbolista Como señalamos, Jonatan Bauman nació deportivamente en uno de los clubes de su ciudad natal: Unión de Sunchales. Allí realizó sus primeros pasos, pero rápidamente uno de los clubes de la capital de la provincia posó sus ojos sobre él.
“Hice todas las infantiles en Unión de Sunchales, hasta los 15 años. En ese tiempo a partir de los 6 o 7 años ya me había enfrentado varias veces a Colón en torneos infantiles. En Colón estaba Mauricio Chiementín, que con el correr del tiempo fue el principal protagonista de mi llegada a Colón” explicó el goleador.
Mauricio Chiementín es un ex entrenador de las inferiores sabaleras y de vasta trayectoria en el fútbol de la región. Al respecto, el director técnico contó a Mirador Provincial que conoció a Bauman en un torneo en Rafaela cuando éste tenía aproximadamente 12 años. “Recién pudo venir en sexta de AFA, pero todos los años, todo el tiempo estuve insistiendo para traerlo, porque la rompía y la está rompiendo ahora también en Independiente del Valle. Es una gran persona, yo sabía que iba a ser jugador profesional desde el primer momento en que lo vi jugar con 12 años” explicó el ex DT de Colón.
Bauman amplió: “Él siempre fue quien insistió para llevarme, hizo posible en ese momento que me den pensión, porque mi familia no me podía dar. Hubo tres años consecutivos en que me buscaban, pero si no me daban pensión no se podía dar mi llegada al club. Y el tercer año Mauri siguió insistiendo, y gracias a él me dieron la pensión y se pudo dar el traspaso a Colón con un préstamo. Después al año y medio se llegó a un acuerdo y pasé a ser definitivamente jugador de Colón”.
El 8 de octubre de 2009, con 18 años, debutó en primera en la victoria del sabalero sobre Arsenal; en un debut soñado, con gol incluido en su cuenta personal.
—¿Te hubiera gustado tener un poco más de posibilidades en Colón? —Sí, sin dudas. Me fui de muy chico, por problemas dirigenciales; como me pasó a mí les pasó a muchos chicos de las inferiores. Fue por temas contractuales, algo que ya no vale la pena seguir acotando. Sentía que tenía 19 años y mucho por crecer en el club. Creía que podía hacer mi carrera ahí, y después que me vendan; tenía mucha ilusión de que me vaya bien y dejarle una venta al club.
Las ilusiones de Bauman en aquellos años eran las mismas que las de muchos chicos del club. Sin embargo, pocos años después se destapó la olla en Colón y salieron a la luz enormes problemas institucionales y económicos que sumieron al rojinegro en la profunda crisis que dio inicio en 2013.
Pero el delantero no bajó los brazos y siguió adelante. Luego de Colón pasó por Patronato, el fútbol chileno, y el ascenso de nuestro país. Incluso luego llegarían destinos más exóticos en el fútbol asiático: “Indonesia y Malasia son parecidos en cuanto a la cultura. Tuve la posibilidad de jugar allá a través de un entrenador que tuve en Gimnasia de Jujuy que fue Mario Gómez, que fue quien insistió para llevarme allá. Yo estaba jugando en el fútbol de Grecia y me llamó para que vaya al club que estaba dirigiendo él, que era Persib (N. del R.: de Indonesia), que es como Boca o River acá en Argentina. Sinceramente me sedujo mucho desde lo futbolístico, porque era un mercado que siempre quise conocer. Él me brindó esa posibilidad, y a partir de ahí conocí muchas cosas que no hubiera conocido si no era a través del fútbol: su cultura, sus alimentos, formas de vida, paisajes” contó.
Si bien relató que desde un principio fue muy duro en cuanto a las diferencias culturales y de costumbres, Bauman explicó que también le sirvió para abrir la cabeza a otras formas de pensar. “Nosotros por ahí creemos que nuestros ideales son los mejores, o son los únicos. Y sinceramente no lo son. Hay miles de creencias, conocí budistas, musulmanes, ateos; tuve compañeros serbios, croatas, africanos, brasileros, españoles y quieras o no eso te va enriqueciendo” agregó.
Su experiencia en Sudáfrica 2010 Cuando tenía 19 años Bauman fue seleccionado por Sergio “Checho” Batista para formar parte del combinado Sub 20 de nuestro país. Fue justamente dicho seleccionado el que viajó al Mundial de Sudáfrica 2010 para actuar como sparring de la Selección mayor comandada por Diego Armando Maradona.
“Tuve la suerte que en ese mundial estaban Messi y Maradona, los dos ídolos más grandes de nuestro país. Vi hacerlos muchas cosas juntos: entrenamientos, patear tiros libres, cosas que quedan guardadas en la memoria. Fui un privilegiado de la vida y del fútbol por haberme encontrado en ese lugar compartiendo con ellos”, detalló el delantero.
—¿Cómo fue vivir esos momentos? —Creo que fue una de las experiencias más lindas que me tocó vivir como jugador, porque haber podido compartir un mes y medio la concentración con todos los jugadores de elite de la selección mayor creo que le gustaría a cualquier persona, y haría mucho por estar ahí.
—Hay una anécdota que antes o después de una práctica se quedaron peloteando con Maradona y Verón. —Sí, así es. Los sparrings nos parábamos un poquito más delante de mitad de cancha, y Diego al borde del área grande. Le tirábamos un pase, él recepcionaba y nosotros a la carrera teníamos que definir para pelotear a los arqueros. En un momento estábamos haciendo la fila y Verón dice “miren el bombazo que le voy a tirar”, como diciendo “vamos a ver si la controla”. Le tiró un bombazo extraordinario, como le pega Verón, y Diego la dejó muerta con la zurda. Aun estando golpeado, porque estaba mal de la rodilla, se empezó a reír y le dijo “tírame lo que quieras Bruja”. Fue muy gracioso y a nosotros se nos caía la baba, porque estábamos viendo fútbol puro en el presente y disfrutando de glorias de Argentina y del mundo.