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Desde hace ya un tiempo Recreo dejó de ser un lugar tranquilo y apacible. Una sucesión de hechos delictivos (algunos de los cuales se consumaron con extrema violencia) han agudizado el estado de preocupación de sus habitantes.
Asaltos en la vía pública, "entraderas" en casas de familia y graves incidentes perpetrados en zona rural, encendieron las alarmas en esta población ubicada a 17 kilómetros de la capital provincial.
La falta de recursos por parte de la policía como así también la ausencia de respuestas del Ministerio de Seguridad fueron algunos de los aspectos señalados como causantes de esta situación, según indicaron distintos representantes de la comunidad entrevistados por
Mirador Provincial.
El comercio golpeado "Los comerciantes de Recreo somos los más golpeados. La verdad que sospechamos que aquí hay una zona liberada. Hace un tiempo mandaron algunos patrulleros, pero lo que menos hacen los policías es vigilar. Se pasan el tiempo mirando sus celulares", opinó Gustavo Molinas, quien hasta la semana pasada se desempeñó como presidente del centro comercial.
"Los policías están en la esquina y los delincuentes roban en la otra cuadra. Así no se puede seguir. Vamos a seguir reclamando porque la situación es muy mala y no tenemos respuestas. La inseguridad lejos de disminuir, aumentó. La comisaría de Recreo está casi desmantelada. Muy poco personal y los patrulleros en pésimo estado. Hay días que no pueden salir. Encima uno de los patrulleros se usa para cuidar la casa de un femicida", agregó.
En otra parte Molina explicó que "muchos de los delincuentes vienen de Santa Fe. Cometen ilícitos acá y se van. No hay ningún tipo de control en la ruta. Lo mismo pasa en localidades vecinas como Monte Vera, Laguna Paiva, Candioti, etcétera".
"Recreo está nombrado ciudad, pero sigue siendo un pueblo en muchos sentidos. Por ejemplo tenemos un servicio de policía precario. No hay personal y encima falta logística. Son muchos kilómetros para recorrer. Los delincuentes tienen facilidad para entrar y salir. Para colmo de males la justicia tampoco funciona. Porque cuando agarran algún malandra, en cuestión de días sale en libertad", concluyó.
"Se ven caras raras" "En esta zona hace tiempo que estamos viendo demasiadas 'caras raras'. Aquí todos nos conocemos y enseguida nos damos cuenta. Gente que pasa vendiendo ropa, artículos para el hogar, en fin... mucha gente dando vueltas. Y somos los primeros que nos atacan", señaló Gustavo Neder, presidente de la vecinal San Camilo (primer barrio pegado a Santa Fe).
"Tenemos muchos casos de arrebatos en la calle, 'entraderas', ingresan a domicilios donde roban bicicletas, bombeadores... todo lo que puedan. Antes la policía patrullaba de manera más intensa. Ahora lo hacen muy poco. Y eso los delincuentes lo aprovechan".
Controles en ruta Más adelante Neder apuntó a los controles en ruta como parte de una estrategia para frenar el delito.
"Nuestra propuesta siempre fue poner un puesto de control en la entrada sur de Recreo. Creo que es muy fácil hacer eso. En su momento el comisario Rafael Grau lo hizo y dio resultado. Pero luego todo eso quedó en la nada. Acá el problema es que las cosas buenas no perduran".
"Tenemos dos estaciones de servicio donde hay mucho movimiento. Es permanente ver motos cargando combustible y allí tampoco hay control. Andan sin casco y sin patente. No le tendrían que cargar, pero lo hacen igual", señaló.
Detenciones ciudadanas Por último el dirigente reveló un polémico 'sistema' que implementaron los vecinos para defenderse.
"Tenemos un grupo de whatsapp donde nos avisamos. Si vemos algo raro vamos y actuamos. Es algo así como una detención ciudadana. Hubo noches en que nosotros repelimos a los ladrones. De todos modos eso no puede ser así. Hacemos lo que podemos y ya estamos cansados. No podemos cumplir la función de policías. Lo que pasa es que nos sentimos desprotegidos".
"Lo de los jueces es tremendo. Hace poco agarramos a un tipo que entró a robar a una casa y se lo entregamos a la policía. Lo increíble es lo que pasó después. La víctima del hecho fue una mujer que mientras ella hacía la denuncia (trámite que le demandó más de una hora), vimos pasar al delincuente caminando por la ruta. El juez ya lo había largado. Así no se puede", sentenció.
Zona rural de terror "Es fácil echarle la culpa al policía, pero el problema es más arriba. Tenemos malos gobiernos. Acá hasta que no cambien las leyes, que cubren al delincuente, esto no se va a arreglar nunca", dice contundente Roberto Braga, productor de la zona.
"El campo está muy mal. Sufrimos muchos robos y encima cada vez son más violentos. Recreo antes era un lugar tranquilo, pero ahora no. Las ciudades se agrandan y todo cambia. No puede ser que seguimos con el mismo servicio de policía de cuándo éramos un pueblo. Acá faltan camionetas, motos y cuatriciclos recorriendo los caminos rurales. Nada de eso hay. Las pocas veces que entran con los patrulleros se les rompen", opinó.
"Hace dos meses dos tipos se me metieron dentro de mi casa a las 7 de la mañana. Me encañonaron y me llevaron plata. Me tocó a mí y a los pocos días le tocó a un vecino. Le entraron a la noche. Lo amenazaron con que iban a matar a su hija si no le daban la plata. El gobierno propone el desarme, pero entonces cómo nos defendemos. A nosotros nos desarman y los chorros cada vez están más 'enfierrados'".
"Además de los robos también sufrimos los hechos de cuatrerismo, faenas clandestinas. A un vecino le mataron tres vacunos y a un cuarto animal se lo llevaron vivo. En lo que va de este año lleva perdido cerca de 20 animales".
"Es lamentable la situación. Estamos viviendo mal y la gente se está cansando. Nos estamos preparando para cualquier cosa. Ya hay muchos productores que andan con la carabina arriba del tractor", cerró.
Dos motos y 20 mil habitantes En sintonía con los testimonios anteriores se expresó Lucas Muzzi, presidente del club Nobleza.
"El tema de la inseguridad en Recreo es complicado. Hemos tenido varios hechos en zona de Circunvalación, en el camino que va hacia el río Salado y en otras partes de la ciudad también. En el club también nos golpearon... casi nos desmantelan. Se llevaron materiales deportivo y de trabajo".
El problema es siempre el mismo. La policía no tiene personal ni recursos suficientes, entonces todo empeora. Se hicieron gestiones pero la solución nunca llegó. No puede ser que la comisaría tenga 5 agentes y dos motos, para atender 20 habitantes", remarcó.
Replantear la ciudad "En este último tiempo notamos un aumento de los delitos que nos preocupa. La policía vemos que patrulla, pero no alcanza. El colectivo ya no entra a los barrios, entonces el vecino está obligado a caminar hasta la ruta. En ese tramo o cuando están esperando el micro, los asaltan", describe Pablo Pérez, presidente de la vecinal barrio Parque (curva Carnevale al este).
"Recreo es una ciudad larga, no ancha. En la mayoría de los barrios hay que meterse muy adentro. La ciudad está planificada como hace 30 años, pero ahora todo cambió. Entonces hay que replantear al mapa de la seguridad", dijo.
"Lo que le propusimos a la municipalidad es un proyecto sobre establecer una posta policial. La diferencia que hay entre posta y un destacamento es que éste último tiene personal fijo. En cambio la posta es más dinámica. Eso se está tratando pero falta que se concrete en la realidad.
"Como vecinal no nos quedamos en la queja. Por eso propusimos un plan a la ciudad y al gobierno provincial, para que tenga en cuenta el rediseño de la ciudad, con posta policial. Entonces a esos policías hay que darle comodidades. Que utilicen todas las instituciones de la ciudad (como el club, el dispensario, el centro comercial y demás) para que esos policías tengan albergue, comida, sanitarios, etcétera y puedan brindar un buen servicio".