Ocurrieron en las zonas oeste, noroeste y sudoeste de la ciudad y en Villa Gobernador Gálvez. Entre las víctimas hay un testigo de identidad reservada, vinculado a una de las bandas más importantes de los últimos tiempos. Otra murió a metros de donde hace casi 6 meses asesinaran a 3 hombres en un mismo episodio, por el cual no hay detenidos.
Carlos Retamal
Rosario no para de sangrar. En la jornada del lunes 6 de septiembre, en poco menos de 10 horas, hubo cinco asesinatos, todos con características sicarias, poniendo nuevamente a la ciudad en la escena nacional por su alto nivel de violencia. Y cerca del mediodía del martes, un ataque contra una rotisería, donde se registró un nuevo homicidio. En los primeros 7 días de diciembre se cometieron 9 crímenes, a razón de uno cada 19 horas.
Como antecedente previo, a principios de marzo de este año, hubo 5 asesinatos en casi 10 horas, tres de ellos en una misma esquina, a pocos metros de donde en la noche del lunes ocurrió uno de los crímenes.
En lo que parece ser una cadena interminable de muertes, entre las 18:50 del lunes 6 y las 12 del martes 7 de septiembre, a poco menos de una semana de las elecciones primarias en todo el país, la violencia que azota las calles de la ciudad de Rosario se sigue cobrando víctimas, con la muerte de 6 personas de entre 23 y 46 años, en distintos episodios que tuvieron como escenario las zonas oeste, sur y sudoeste de Rosario y también el sur de Villa Gobernador Gálvez.
Tras la seguidilla de crímenes, la jefa de fiscales de Rosario, María Eugenia Iribarren, admitió que Rosario atraviesa "una situación grave, que no se puede negar”, en materia de violencia y crímenes y convocó a "todos los actores del Estado a sentarse a trabajar juntos, cada uno desde su lugar".
Y terminó remarcando que “hay muchísimos actores del Estado que no pueden quedarse en declamar, previo a unas elecciones, cual sería la forma de trabajar sino realmente sentarse, todos juntos, a trabajar y planificar qué tipo de sociedad, de provincia y de ciudad queremos”.
La muerte del testigo
Como si las muertes fueran un número estadístico que se coloca en una planilla de acuerdo al horario, la última saga de asesinatos dio comienzo alrededor de las 17 del lunes, en la puerta de un galpón que estaba alquilado por Carlos Argüelles, de 46 años, que era usado como taller mecánico.
A esa hora, en Garay a 3500 (entre Caferatta y San Nicolás) del barrio Bella Vista, estacionó un automóvil Volkswagen Fox de color rojo, del cual bajaron al menos dos hombres, quienes luego de un breve intercambio de palabras, le efectúan varios disparos de arma de fuego a Argüelles, prácticamente a quemarropa.
El hombre fue trasladado en un auto particular por su hijo hasta el Hospital de Emergencias, donde falleció mientras era operado, aproximadamente a las 18:50.
La fiscalía en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos ordenó la intervención del gabinete criminalístico y la brigada de homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, para la realización de diversas medidas, el relevamiento de la escena del hecho, pericias fotográficas y toma de testimonios.
Por el homicidio, mientras Argüelles se debatía entre la vida y la muerte en un quirófano del Heca, la Policía intentó detener la marcha de un VW Fox, color rojo, similar al que fuera denunciado por vecinos al 911 como el rodado en el cual escaparon los homicidas.
Como sus ocupantes evadieron el control y se dieron a la fuga, se inició una persecución que terminó en la esquina de pasaje Villar y Chacabuco, en barrio Tablada, donde el auto fue rodeado y sus ocupantes –tres hombres y una mujer– fueron reducidos.
Personal del gabinete criminalístico requisó el vehículo y no halló armas de fuego ni vainas, pero si una bomba molotov, por lo que no se descarta que pretendían llevar el rodado a algún descampado para quemarlo.
Estas cuatro personas quedaron detenidas y serán imputadas en audiencia en día y hora a confirmar.
Del hecho también tomaron conocimiento los fiscales de la Agencia de Criminalidad y Delitos Complejos, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, ya que la víctima estaba imputada en una causa relacionada con la banda de Esteban Lindor Alvarado.
Argüelles estuvo ligado durante casi 20 años a dicha banda, y luego testificó en su contra. Fue un testigo clave en la causa por asociación ilícita contra su ex jefe, al dar en una declaración de carácter reservada, datos sobre el accionar delictivo de la banda, que incluía su participación.
Cabe señalar que en junio de 2019 y en enero de este año, fue atacado a tiros durante hechos prácticamente calcados en la misma zona, Gaboto al 5500.
Tras su muerte, se dijo que Argüelles era testigo protegido, algo que fue desmentido por fuentes del Ministerio de Seguridad de la Provincia, al señalar que en realidad era ‘testigo de identidad reservada’ ya que nunca quiso ingresar a programa de protección de testigos y solamente aceptó tener un móvil fijo, las 24 horas, como custodia en la puerta de su domicilio particular, pero no de su lugar de trabajo.
También señalaron que se le ofreció sacarlo de la provincia y reubicarlo a más de 100 kilómetros de Rosario, pero que no aceptó ninguno de esos ofrecimientos.
Fallecimiento en la zona noroeste
El segundo episodio de extrema violencia tuvo lugar a las 19:30 en la explanada de una estación de venta de GNC ubicada en avenida Mendoza y colectora de Circunvalación, en el extremo noroeste de Rosario.
En ese lugar, un joven de 23 años, identificado como Damián Rodríguez, fue atacado a tiros por un hombre que se bajó de un auto y luego se dio a la fuga a toda velocidad por Mendoza hacia el oeste.
Deceso en el Heca
El tercer fallecido estuvo internado 12 días en el hospital de emergencias, luego de ser baleado por dos sicarios que se desplazaban en moto por la zona de Puerto Argentino al 4200, en barrio Triángulo.
Se trató de Anastasio Luis Torren, de 43 años, quien cerca de las 16:40 de ese miércoles, fue atacado por dos sicarios que iban en moto. Recibió varios impactos de arma de fuego en la zona del tórax y el abdomen, y fue trasladado por un familiar en un vehículo particular al hospital de emergencias, donde finalmente falleció este lunes, minutos después de las 20.
Acribillado en el oeste
Alrededor de las 22, en la zona de pasaje Manantiales al 3700, de barrio Moderno, en la zona oeste, había varias personas charlando, entre ellas Matías Ezequiel Serrano, de 29 años, hasta que en un momento apareció un automóvil con varias personas, quienes efectuaron múltiples disparos hacia el grupo, hiriendo gravemente al joven, quien falleció a los pocos minutos, antes de poder recibir asistencia.
La fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Georgina Pairola, ordenó el traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal (IML), para ser sometido a autopsia. En el lugar del ataque, se secuestraron 12 vainas servidas, que fueron enviadas a peritar; y un teléfono celular y una moto, que se presume pertenecían a la víctima.
A pocos metros de ese mismo lugar, cerca de las 23:40 del 12 de marzo, cuatro personas fueron llevadas en varios autos hasta el hospital de emergencias, con múltiples heridas de arma de fuego.
El cuarteto fue llevado de inmediato al área de terapia intensiva, pero 3 de ellos fallecieron a los pocos minutos, mientras que el cuarto quedó internado en estado grave. Al igual que en la noche del lunes, el ataque fue perpetrado por dos personas en moto.
Ese mismo día hubo otros dos asesinatos, lo que llevó a la cifra de 5 crímenes en una sola jornada, cifra que fue superada esta semana.
Muerte en VGG
El quinto crimen del día tuvo lugar a las 23, en cercanías del Fonavi ubicado en Camino del Inmigrante y Mármol, de Villa Gobernador Gálvez. En ese lugar, Federico Ariel Rampello, de 25 años, iba caminando cuando fue sorprendido por dos personas que se trasladaban en una motocicleta y lo atacaron a tiros.
El joven fue gravemente herido y quedó tendido en el piso, falleciendo antes de la llegada de una ambulancia, En el lugar, la Policía recogió varias vainas servidas y tomó testimonios a vecinos de la zona, en la búsqueda de pistas para dilucidar lo ocurrido.
El crimen del martes
Finalmente, el sexto crimen que integra la saga tuvo lugar alrededor de las 12 de este martes 7 de septiembre, cuando dos personas que circulaban en una moto, pararon en la esquina de avenida Pellegrini y Teniente Agneta. Uno de ellos se bajó del rodado y atacó a tiros a Elías Salinas, de 22 años, quien se encontraba en la puerta de una rotisería que ya había sido baleada en la noche del jueves pasado.
Los atacantes se dieron rápidamente a la fuga, mientras que vecinos de la zona intentaron auxiliar al joven, quien finalmente falleció.
En el lugar, se incautaron varias vainas servidas calibre 9 mm, que fueron enviadas a peritar por orden de la fiscal Pairola.