Se trata de tres hombres y una mujer que fueron detenidos poco después del crimen de Carlos Hector Argüelles, ocurrido en horas de la tarde del lunes pasado.
Carlos Héctor Argüelles tenía 46 años y era propietario de un taller, donde se ganaba la vida como mecánico. Tiempo atrás había formado parte de una temible banda narco, pero al caer detenido decidió retirarse y declarar contra sus jefes como "imputado colaborador". Él conocía el ambiente y sabía perfectamente que desde ese momento se había transformado en un "blanco" para sicarios de la organización criminal, cuyo líder sería Esteban Lindor Alvarado. En un principio, ingresó al programa de protección de testigos, pero finalmente decidió salir de ese marco de seguridad. "Si no es contra mí, seguramente será contra alguno de mis familiares", habría expresado Argüelles con resignación a los investigadores.
Aceptó firmar un acuerdo, en un juicio abreviado, para ser condenado a tres años de prisión efectiva, pero el juez nunca llegó a homologar el proceso. Al menos dos veces, asesinos estuvieron cerca de terminar con su vida. En una oportunidad, acribillaron el auto que manejaba, con varios familiares como acompañantes. Con mucha fortuna, nadie resultó herido.
Finalmente, Argüelles fue asesinado a sangre fría el pasado lunes por la tarde, cerca de las 17. Cuatro personas a bordo de un VW Fox rojo fueron un par de veces hasta el taller -ubicado en la cuadra de calle Garay al 3500, en la zona oeste de Rosario- a preguntar por él hasta que finalmente lo encontraron. Dos hombres y una mujer bajaron entonces y uno de ellos lo ejecutó al modo sicario. Un tiro en el pecho y dos en la cabeza terminaron con la vida del ex narco.
Rápidamente, la policía se puso en alerta por lo ocurrido y con un operativo cerrojo logró interceptar la huida del vehículo, con sus cuatro ocupantes abordo. Estas personas ya fueron imputadas y este jueves el juez de Primera Instancia Gustavo Pérez de Urrechu les dictó la prisión preventiva.
Los fiscales que investigan el caso, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, no tienen dudas sobre la responsabilidad de estos sujetos, identificados por sus iniciales: L.A, M.O.M., R.V. y A.P. Los acusan de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego, en carácter de autor para L.A y en carácter de partícipes primarios para los demás.
Según pudieron reconstruir los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación, el lunes 6 de septiembre de este año a las 14 aproximadamente "L.A y A.P se hicieron presentes en el local comercial que funciona como taller mecánico en dicha zona con la excusa de realizar un arreglo a su vehículo. En el lugar son atendidos por el hijo de la víctima y éste les dijo que regresaría más tarde con su padre Carlos Argüelles. Ese mismo día a las 16.50 los cuatro imputados volvieron al taller a bordo de un automóvil VW Fox color rojo. M.O.M era el conductor y llevaba como acompañantes a L.A, R.V. Y A.P., quienes se encontraban en la parte trasera del auto".
"Cuando detuvieron el vehículo en el taller, A.P y M.O.M -aseguran los fiscales- se bajaron del mismo y le solicitaron a la víctima un presupuesto para reparar la puerta trasera izquierda del vehículo. Luego, L.A extrae un arma de fuego y le efectúa disparos a Carlos Argüelles, provocando su fallecimiento. Luego de ello los imputados se dieron a la fuga por calle Garay hacia el oeste y después por calle San Nicolás hacia el Norte. Posteriormente, los 4 imputados fueron detenidos a las 17.15 aproximadamente, en Pasaje Villar y Chacabuco".
Declaraciones
Los fiscales del caso brindaron una conferencia de prensa y explicaron que el autor de los disparos está identificado, en base a relatos de testigos. Además, aclararon que la mujer apresada tiene vínculos con un hombre detenido tiempo atrás por otro atentado contra Argüelles y con presidiarios que organizaron los ataques y que están alojados en el mismo pabellón que "gente de Alvarado". Matías Edery y Luis Schiappa Pietra se mostraron muy preocupados por los reiterados episodios de violencia que se registran en torno de esta causa. "Este es el octavo hecho que involucra a personas vinculadas con el caso Alvarado. Han disparado contra personas y sus viviendas. Como ejemplo, puedo citar el homicidio de Nicolás Ocampo y la tentativa de Mariano Ortigala", puntualizó Edery.