Estaba claro y escrito, después del 4 de junio en la noche estrellada de San Juan, que muchos capítulos de Colón Campeón en este segundo semestre serían de "pepe-pepepepe" hasta llegar al final de diciembre en Santiago del Estero por el Trofeo de Campeones. Se sabía que el equipo jugaría "sobrado" por cuestiones más que lógicas vinculadas a esos 116 años sin alegrías...algo que rompió este equipo, este entrenador y estos jugadores.
Pero así como todo lo fácil que fue esa final sin equivalencias en San Juan frente al Racing de Pizzi, ahora de golpe se le complicó de golpe en un campeonato, el actual, donde ya estuvo cinco fechas sin alegrías; le ganó a los santiagueños pero ahora volvió a perder. La sensación, que no pasa por justificar o explicar el 0-1, es que a este tipo de partidos antes el Colón de Eduardo Domínguez por lo menos los empataba. Ahora, directamente, el campeón va y los pierde.
Más allá de ese descuido a los 20 minutos del complemento, cuando Pavón lo dejó solo a Orsini y el ex Rafaela definió como los Dioses ante el achique de Burián, la pregunta es: ¿cuál fue la diferencia entre el dueño de casa y el campeón vigente del fútbol argentino?. La respuesta es nada. O casi nada.
En el inicio, esa línea de cinco de Eduardo Domínguez en La Bombonera, aún con la baja de Gonzalo Piovi (no se recuperó y quedó afuera), estaba más cantada que "Despacito". Se veía venir desde que terminó el partido de la recuperación frente a los santiagueños con ese 1-0 de Aliendro desde lejos. Por el momento del equipo del "Barba", por la levantada de Boca y por lo que siempre implica ir a La Bombonera. Mucho más para Colón.
Es que el condimento en la previa, con Colón que había terminado de votar en su sede hacía algunas horas y con Boca que miraba de reojo el superclásico del domingo próximo ante River, el dato estadístico marcaba que el Xeneize llegaba con una seguidilla de 11 partidos (ahora van 12) invicto en La Bombonera, con diez victorias y sólo un empate.
Mirando los números, Boca había ganado las últimas siete veces que se había enfrentado con Colón en el Alberto J. Armando, donde convirtió 16 goles y recibió apenas tres. Entre los más destacados, se encuentra el duelo por el Campeonato 2016/2017, en el cual goleó por 4-1. A su vez, el antecedente previo al de este domingo marcaba un 3-1 a favor de los de La Ribera, gracias a los gritos de Lisandro Magallán, Mauro Zárate y el "Apache" Carlos Tevez.
Sin embargo, esa línea de cinco no era el problema en sí, sino los espacios libres entre ese bloque defensivo para cuidar a Burián con el "doble 5" tradicional y los otros todo-campistas flotantes. Estaba "largo" Colón, con lo cual Boca lo aprovechaba y Pavón encontraba terreno para imponer velocidad. Así, a los 16 minutos, reventó el travesaño.
Hasta que el "Barba" presentó las credenciales del entrenador campeón y a los 24 minutos mandó a transformar ese 5-4-1 en un elástico 4-4-2. Entonces, Goltz pasó a la izquierda de Bruno Bianchi y Bernardi se paró de "8". No sólo que se defendió mejor el campeón sino que empezó a crecer con la pelota, gracias a buenos centros "con veneno" de Mura por derecha que complicaron a los zagueros lentos de Battaglia. En el final de la etapa, a dos años justamente de la hazaña en el Mineirao con los penales, se agigantó la figura de "Cachorro" Burián con una tapada al mismo Pavón que parecía "casi-gol" del dueño de casa.
El complemento salió igual. Siempre en La Bombonera todo fue peleado, parejo, equilibrado. Son, como declaran los entrenadores, los famosos "detalles" lo que marcó el quiebre de la chapa de uno y otro. Estaba cantado, desde el momento que el "Barba" acomoda la línea de cuatro, que todos los problemas venían por el lado donde atacaba Pavón y por donde defendía Delgado. Y fue por allí, con pre-aviso y todo, por donde llegó el gol de Orsini: se tiró atrás Pavón, pase-gol al ras y el "9" que definió con gran categoría, cruzando el balón al otro palo ante el achique desesperado de Leo Burián.
El 0-1 obligó a los cambios, dejando en claro que el ingreso de Leguizamón (al menos esta vez) fue necesario para que Farías no quedara tan solo contra todos. Entonces, la "Joya", un poco más acompañado y liberado, armó dos o tres jugaditas con su sello. Pero no hubo caso. Lo ganó Boca, sacando brillo a ese solitario gol de Orsini.
Y lo perdió Colón, sin poder ir por la hazaña esta vez. Bah, en realidad, el que perdió con Boca fue el campeón del fútbol argentino y no Colón. Porque antes de dar la vuelta en San Juan, hace casi cuatro meses, el Colón anterior del "Barba" a este partido no lo perdía. Seguro, como mínimo, lo empataba con Domínguez en el banco.
El historial Con el de este domingo, Boca-Colón se enfrentaron en 83 ocasiones de las cuales, Boca ganó 49 veces, Colón ganó 17 veces y empataron en las 17 ocasiones restantes.
Unos 19.000 sabaleros con Banfield Sin dudas que uno de los primeros actos de gobierno del reelecto José Néstor Vignatti y compañía pasará por organizar el partido con Banfield, del próximo lunes a las 20.15, lo que marcaría el primer partido del campeón vigente con público en las tribunas del Cementerio de los Elefantes. Claro que, para ello, se deberá esperar el DNU de las próximas horas.
A partir de ello, habrá que esperar los números "finos" de habilitación de estadio que brindará la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe, con cada cantidad por sector del Brigadier López, pero se cree que "con un aforo del cincuenta por ciento, unos 19.000 sabaleros podrán recibir al campeón vigente del fútbol argentino el lunes que viene contra Banfield".
De esta manera, con una campaña de recuperación de socios que llegó a los 15.000 antes de las elecciones (con la famosa promoción de la fotito con la Copa), se espera una "fiebre" de hinchas por hacerse socios o de socios por ponerse al día con las cuotas. "Nos quedarán unos 3.000/4.000 lugares para el esperado partido del lunes con Banfield", comentan ilusionados los nuevos dirigentes votados, con José Néstor Vignatti a la cabeza.
Milan y Villarreal "mirando" a Farías En el marco de las famosas invitaciones de protocolo, en la zona de palcos de La Bombonera se pudo ver a al "Ninja" Martín Sendoa, representante de Facundo Farías, "El Niño" de Colón (también representa a Lea Quiroz y a Danilo Gómez). En un estadio vacío por la pandemia no se fue complicado advertir que había algunos emisarios europeos viendo Boca-Colón en el cierre el domingo.
Un italiano que trabaja para el Milan y un español que hace de scouting del Villarreal de España en Sudamérica hicieron un seguimiento muy especial de Facundo Farías en el campeón del fútbol argentino. Del mismo modo trascendió que Orlando City, la franquicia de la MLS en los Estados Unidos que ya oficializó una oferta millonaria por Farías, volvería a la carga apuntando al 2022.