Estuvieron presentes las autoridades comunales, referentes de todas las instituciones locales, autoridades de localidades vecinas, arquitectas, estudiantes de arquitectura, personal de la construcción y público en general.
Esta ordenanza es una herramienta técnica y legal que da respuesta a uno de los objetivos del proyecto que se viene desarrollando en forma conjunta desde el año 2019 entre la Comuna de Santa Teresa y un grupo de personas con movilidad reducida, sus familias y demás miembros de la comunidad, a través de una serie de acciones con el acompañamiento de gestionar accesibilidad, equipo de arquitectos especializados en la materia.
Dicho proyecto, declarado de interés por la Subsecretaría de Inclusión de la Provincia de Santa Fe según disposición N° 093, surge por la necesidad colectiva de muchas personas que se enfrentan diariamente a diversas barreras físicas y actitudinales que impiden el libre desplazamiento y acceso en diferentes espacios públicos y privados de uso público.
La solidez del trabajo articulado entre los tres pilares fundamentales de este proyecto, comuna-grupo de familias-profesionales especializados, está permitiendo replantear el urbanismo en Santa Teresa, en beneficio de todos: personas con movilidad o visión reducida, personas mayores, niños con y sin discapacidad.
En esta primera instancia, la ordenanza refiere a un programa de accesibilidad urbana basado en un plan de regularización de veredas, con el objetivo de resolver desniveles entre vecinos, respetar el volumen libre de riesgo y construir dos vados por esquina; más un plan para adecuar el ingreso a locales y edificios de uso público.
Se propone relevar las aceras en áreas centrales y casos particulares, brindar información comunitaria sobre la normativa vigente, realizar cursos y jornadas de capacitación anual dirigido a profesionales y personal de la construcción, generar articulaciones y convenios, propiciando la participación colectiva.
En cuanto a la convivencia, se indica mantener la vereda libre de obstáculos, vehículos, escombros, vegetación saliente, portones que obstruyen el paso, etc. Respetar espacios de ascenso y descenso para personas con diversidad funcional en lugares puntuales.
Consultadas las partes intervinientes, el presidente comunal Javier Menotti refirió: “Estamos muy contentos de darle inicio a esta ordenanza. Es un trabajo constante entre la Comuna y los vecinos. Ahora hay que seguir para lograr una mejor convivencia en nuestra localidad, ya sea manteniendo las veredas libres de obstáculos, respetando los espacios de ascenso y descenso de las personas que lo requieren y todas las pequeñas acciones que ayudan a que esta ordenanza se cumpla en pos de los objetivos propuestos”.
Por su parte, integrantes de la organización Santa Teresa Accesible afirmaron: Alejandra: “La vereda de nuestro frente se reconstruyó íntegramente teniendo en cuenta criterios de accesibilidad. Y ustedes dirán: ‘¿Tanto lío por una vereda?’ Pero sí. A Martino, mi hijo de 8 años con síndrome de West y parálisis cerebral, hoy esa vereda le permite salir de su casa y circular libremente con su andador sin ningún peligro. Una vereda muy deteriorada es un obstáculo para quien tiene una movilidad reducida. Esta obra mejoró notablemente nuestra calidad de vida. En otros tiempos, esto hubiera sido impensado. Pequeñas y grandes acciones pueden cambiar el mundo de una persona. Queda mucho por recorrer. Empatía y sentido común, pilares fundamentales para que este sea un pueblo para todos”.
Guido: “Después de mi accidente, muchas cosas cotidianas dejé de poder hacer: Ir a hacer los mandados, dar vueltas libremente por el pueblo, entrar y salir de lugares con escaleras, entrar a un bar como cualquier otro con mis amigos. Hoy, valoro estos primeros cambios, la rampa en una esquina y el arreglo de algunas veredas me permiten circular sin ayuda de nadie ni poner en peligro mi vida al tener que bajar a la calle, cosas que como adulto que soy, hacía mucho tiempo deseaba poder hacer”.
Milagros: “Un antes y un después en mi vida después de todo el trabajo que venimos haciendo en equipo. Aunque todavía falta mucho para llegar a un pueblo más accesible y poder andar con tranquilidad y autonomía. Agradezco estos cambios y los invitamos a todos a aportar su granito de arena para poder ser aún más libres y circular con seguridad”, expresó la adolescente de 19 años, estudiante de abogacía, usuaria de silla de ruedas.
Ada: “Como mamá de Camila, de 17 años con parálisis cerebral severa, puedo decir que por todo lo logrado en el proceso de inclusión en los últimos años necesitamos generar mayores posibilidades de acceso y permanencia en los distintos ámbitos, no sólo educativos, religiosos y sanitarios, sino también en los lugares vinculados a lo recreativo y al esparcimiento. Valoramos el apoyo comunal, institucional y de cada frentista que se va sumando por una Santa Teresa accesible y apostamos a que antes de proyectar cualquier obra pública o privada de uso público se considere la voz de las personas con discapacidad y las personas mayores, como dice la Convención de los Derechos de las PCD: ‘Nada sobre nosotros sin nosotros’, para que la accesibilidad se haga común en cada sitio”.
Por último el estudio de arquitectos especializados, Gestionar Accesibilidad (Mg. Arq. Viviana Di Lucca y Mg. Arq. Cristian Picerni), encargados del acompañamiento para la sanción de esta ordenanza, y responsables del armado de los elementos de difusión de la misma concluyó: “Uno de los ejes planteados en el informe que presentáramos en 2019 sobre los lineamientos y acciones estratégicas en materia de accesibilidad para la Comuna de Santa Teresa fue llevar adelante la sanción de una ordenanza que abordara integralmente estos conceptos vigentes en la normativa nacional y desde la perspectiva de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y actual paradigma de derechos humanos, para garantizar la sostenibilidad en relación a las acciones en accesibilidad iniciadas por la Comuna, fortaleciendo así el respeto por la diversidad de los habitantes de la comunidad ”.