Sabina Melchiori 
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Con financiamiento nacional se llevará a cabo la obra de reacondicionamiento de la ruta internacional N° 136 entre el acceso norte a Gualeguaychú y el puente internacional hacia Fray Bentos, Uruguay.

Días atrás, en declaraciones a medios de prensa, el jefe del Distrito Entre Ríos de Vialidad Nacional, Daniel Koch, dijo que se trata de “una obra muy importante porque es de tránsito internacional”.

La ruta presenta una deformación profunda en la calzada, por lo que se deberá trabajar en la repavimentación, perfilado de banquina y pavimentación de banquina, lo que costará, según informó Koch, 2.700 millones de pesos.
Como parte de la obra, se realizará también la reubicación del refugio de Arroyo Verde, un salón que fue construido en pleno corte de ruta, a pocos pasos de la cinta asfáltica, a la altura del kilómetro 28 de la Ruta Internacional Nº 136. Ese fue un punto geográfico clave que los asambleístas encontraron para que ningún vehículo pudiera burlar el bloqueo, ya que por debajo de la ruta cruza un pequeño arroyo de nombre “Verde”, producto quizás, del reflejo de la vegetación en sus aguas.

Ese refugio fue el sitio donde los asambleístas pernoctaban durante el corte de ruta que duró casi cuatro años.
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, el asambleísta Javier Preto recordó que “desde hace unos años Vialidad Nacional nos venía planteando que el refugio de Arroyo Verde no estaba bien emplazado y que por seguridad había que sacarlo o correrlo. Nosotros nos oponíamos a sacarlo porque es un lugar emblemático para Gualeguaychú que además había sido declarado paraje histórico y cultural, entonces propusimos que se mejorara la seguridad pero que Arroyo Verde no sea demolido”.

En ese entonces, según señaló Preto, la Asamblea no contaba con el dinero suficiente para hacerse cargo del traslado y desde Vialidad les dijeron que tampoco ya que el presupuesto debía estar destinado a obras viales. Fue entonces que el intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio se comprometió a hablar con las autoridades de Vialidad y realizar las gestiones pertinentes para darle solución a este aprieto.

Detalles de la obra

“Este nuevo refugio, proyectado por el arquitecto Raúl Melchiori, contará con espacio suficiente para recibir a los contingentes de turistas y estudiantes que solían acercarse al lugar antes de la pandemia. Pedimos un lugar donde entren 100 personas para dar charlas”, anticipó el integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental, y agregó que además del salón habrá un espacio para la secretaría y también tendrá baños para damas, caballeros y personas con discapacidades motrices.

“También se realizará una obra de parquización delante del refugio y se montará un monumento para el pueblo de Gualeguaychú”, finalizó Preto. Por su parte, el jefe del Distrito Entre Ríos de Vialidad Nacional, Daniel Koch, informó para ello se cuenta con un presupuesto cercano a los 65 millones de pesos.

Una trinchera como refugio

Durante el primer mes de 2007, los asambleístas, convencidos de continuar con los cortes, aunque el fallo de La Haya fuera adverso, comenzaron la construcción de lo que denominaron un “refugio donde echar raíces”; un pequeño salón de paredes de ladrillo y techo de chapa, donde pasar el tiempo que durara la medida. Hasta entonces, sobre la ruta, además del acoplado, había una gran carpa tipo gazebo de color azul, y quienes se quedaban a pernoctar lo hacían en casillas rodantes o en un viejo colectivo.

En el frente del salón escribieron en imprenta mayúscula con letras negras y rojas: “He dicho! No a Botnia”, al comienzo contaba con lo mínimo, pero con el paso del tiempo y la continuidad del corte, el lugar fue siendo equipado. Llegó a haber “plantaciones de verduras de estación, patos, gallinas, girasoles que miraban al cielo, conexión de televisión satelital, parrillero, baños, ducha, enormes libros de firmas, recuerdos y mensajes procedentes de los cuatro puntos cardinales”, describe la periodista Verónica Toller en su libro “Daños Colaterales”. También una hamaca para los niños, confeccionada con troncos de madera; abundante cartelería en contra de la pastera y del entonces presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez; y la imagen enorme de un Cristo de la Misericordia que tras colocarse, se celebró una misa en el lugar.

Para muchos fue un segundo hogar. Hubo quienes viajaban desde su domicilio en Gualeguaychú todos los días hacia el kilómetro 28 de la a Ruta Internacional Nº 136, y otros que prácticamente vivían en el lugar.
El sitio también solía ser llamado “la trinchera de Arroyo Verde”. El cantautor gualeguaychuense Martín Aldeano, compuso una canción titulada de ese modo, cuyas estrofas, transcriptas sobre un cartel de chapa, también adornan el lugar: “Trinchera de Arroyo Verde / que no se apague tu luz / donde resiste mi pueblo / para curarse en salud”.

Paraje histórico y cultural

El 26 de agosto de 2009, la Legislatura entrerriana declaró “Paraje histórico y cultural al kilómetro 28 de la Ruta Internacional Nº 136 en su intersección con el arroyo Verde”, según expresa el texto de la ley. “A partir del corte iniciado por los ciudadanos de Gualeguaychú, hay un antes y un después, en Entre Ríos y en la Argentina, en relación a la conciencia medio ambiental”, sostuvo el entonces senador provincial Osvaldo Chesini, al argumentar su proyecto.