Hagar Blau Makaroff
Cesar Massi es naturalista y activista de la Red Nacional de Humedales y de Los Bajos Submeridionales no se tocan, y siguió de cerca el proceso de esta ley, y consultado por Mirador Provincial relató sobre la situación de esta ley que llevó tanto esfuerzo y se caerá indefectiblemente: “El proyecto logró ser aprobado en la Comisión de Ambiente, pero en la de Agricultura fue cajoneada y no la trataron más. Debería de ahí pasar a Intereses Fluviales y Marítimos, y de ahí a Comisión de Presupuesto. Así que tiene tres giros más todavía, algo que no sucederá en pleno mes electoral. El proyecto se cae sin ser discutido en esas comisiones. No fue un rechazo, sino un cajoneo”.
Lo que los activistas por la ley de humedales buscaban este año era “que se hiciera un plenario de las tres comisiones y que después se eleve al recinto”, y al pasar por cada comisión no avanzó a tiempo antes de perder el estado parlamentario. Cabe recordar que la comisión en la que debía ser tratada cuenta con cinco diputados oriundos de Santa Fe: Luis Contigiani, Marcos Cleri, Gisela Scaglia, Esteban Vogdanich y Lucila Lehmann.
“La ley empezó a tratarse en junio o julio del año pasado, había unos 12 proyectos en Diputados y la mayoría se fusionaron bajo el proyecto del diputado Leonardo Grosso, y se terminó aprobando en Ambiente tras mucho debate en la última semana del año pasado. Se cae el 30 de noviembre, y no creemos que hoy se vaya a reunir la Comisión de Agricultura”, precisó Massi.
Durante la pandemia, el activista apreció que “fue muy poco lo que se abordó en la legislatura sobre esta ley, y este año con el proceso electoral la poca actividad parlamentaria no ayuda. Aun con todas las movidas sociales que hubo y las reuniones con los legisladores, falta la voluntad política”, analizó.
Los esperados faros y después En torno a los faros de contención, Massi puntualizó que “se activaron en octubre pasado después de 21 meses de quemas continuadas, y el asunto es que los faros detectan los focos, pero después las brigadas tardan tres o cuatro días en ir a apagar el fuego, entonces no es una respuesta rápida la que conducen”.
Para Massi “hay una ausencia de infraestructura en las islas, la poca policía de Victoria va a caballo, pero es una ausencia en el territorio, y esto coincidió con la bajante del río que hizo que puedan acceder y sin embargo hacen la vista gorda. A eso se suma que tienen escasos recursos o nulos para salir con lancha. Y durante la pandemia ocurrió que siguieron quemando mientras los rosarinos que siempre íbamos estábamos encerrados sin poder hacer nada desde acá”.
Fuera de las quemas, el tema de los humedales, “aunque sean la reserva de nuestra agua argentina, no es un tema que a la sociedad le preocupe demasiado”, aseguró. Aunque “con las quemas ahora hay más conciencia, pero aún no es un tema masivo como para que haya manifestaciones y genere presión en la agenda pública”, afirmó.
Un proyecto en el Senado que preocupa Si bien los ambientalistas tienen en claro que el proyecto de ley pierde estado parlamentario, “el año que viene se piensa retomar una fuerte movida de reclamo desde febrero para reinstalarlo en la Cámara de Diputados”. Pero además del plan de reactivar la ley de humedales, Massi aseguró: “Lo que nos preocupa es que hay otro proceso de ley en el Senado con varios proyectos que son muy favorables a los lobbies, que si avanzan, más que solucionar perjudicarían la situación porque el foco está puesto en la producción. Ya hay leyes ambientales bastante rigurosas, el tema es que no se cumplen, y de darse una ley con ese perfil puede darle rienda suelta a los productores que realizan las quemas”.
Si bien los ambientalistas han dialogado sobre este tema con los legisladores, Massi aseguró: “Estamos preocupados que llegue a avanzar el año que viene alguno de estos proyectos que no sirven para nada en su mayoría. Están bastante lejos del proyecto en Diputados, que es muy certero porque unifica a los 11 o 12 propuestas diferentes que había, y que tenía muchos aportes desde la comunidad científica, desde el Estado, las organizaciones, y es el que sostenemos que debe avanzar”.
Confirmó que hay temor a que ese proceso en el Senado, que ya comenzó su lobby, avance, “sobre todo con el proyecto del senador Mayans, que pensamos que abre la puerta para que gran parte de los humedales sea sacrificado y se conserve solo una parte pequeña”.
Para el activista “la pandemia impidió que mucha gente se sume y se hagan aún más movilizaciones en la calle, pero aun así estamos conformes con las redes que se formaron. Antes éramos muy poquitos los que reclamábamos, y estamos felices que el tema humedales haya quedado circunscripto a varias ONG que ahora identifique a tanta gente y la conciencia haya cambiado. Quizás no es tan rápido el proceso, pero mejora la situación el hecho de que se entienda que los humedales sean tan importantes como los bosques, ambos actores claves del ecosistema”.