Lucía Dozo
En la Sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (Maipú 1.065) funciona un nuevo café literario y cultural. El flamante espacio permite visitar el histórico edificio, declarado patrimonio de la ciudad, donde funcionó durante mucho tiempo uno de los hoteles más importantes del país: el Grand Hotel Italia.
Diseñado por el ingeniero civil Ítalo Méliga, abrió sus puertas a fines de 1887. La obra, de unos 8.000 metros cuadrados y con 100 habitaciones, se encuadra dentro del período arquitectónico del eclecticismo-academicismo.
El hotel albergó a personalidades como el príncipe Humberto de Saboya, el cantante lírico italiano Enrico Caruso y Carlos Gardel, en su última visita a la ciudad en abril de 1933. La habitación que utilizó fue bautizada”El zorzal criollo”.
Ese mismo año se alojó el escritor Federico García Lorca en su paso por Rosario, con motivo de la representación de su obra teatral “Bodas de sangre”.
Administrado en principio por la familia Pagliano, en su interior se encuentran ornamentos y figuras realizadas por Domingo Fontana y Luis Levoni, cerámicos y vitrales de Salvador Buxadera, pinturas y decoraciones de Giuseppe Carmignani, puertas de cedro con marcos y terminaciones con importantes tallas y cristales biselados.
Con la quiebra del hotel, el edificio fue subastado en noviembre de 1987 y adquirido por la UNR. Las habitaciones devinieron en oficinas y en 2011 comenzó la recuperación del inmueble y sus instalaciones, a través de la reparación de filtraciones y humedad, la incorporación de nuevos ascensores y la construcción de una escalera en el sector posterior. Las antiguas habitaciones de los tres pisos que, en su momento, fueron comedores o salones de baile se convirtieron en oficinas donde actualmente funciona la Sede de Gobierno de la universidad. El edificio nunca dejó de estar activo.
Hoy, con la apertura del café literario y bar cultural, se empieza a recuperar el esplendor del viejo Hotel Italia y a poner en valor un patrimonio de toda la ciudad. “Es un orgullo seguir realzando y redescubriendo la belleza de nuestra actual sede y ex Hotel Italia, un patrimonio extraordinario de la ciudad y corazón de nuestra UNR”, afirmó el rector Franco Bartolacci.
El proyecto fue desarrollado por el área de Infraestructura y la Fundación UNR, y será gestionado por el equipo de Comedores. El café literario y cultural está emplazado en uno de los dos grandes salones que tenía el hotel, y fue restaurado preservando su estilo original. El espacio estará abierto al público y el personal que trabaja en la Sede de Gobierno de la UNR podrá acceder desde ahora al menú de los comedores universitarios, un largo anhelo que hoy es una realidad.
“La UNR tiene edificios extraordinarios. Poco a poco, sin descanso, vamos a recuperarlos para la ciudad. En tiempos complejos pudimos sostener todas las intervenciones planificadas. Hoy estamos con obras en todas nuestras dependencias y, con gran esfuerzo, empezando a poner en valor el patrimonio de la ciudad”, señaló Bartolacci.
Años de renovación El inmueble de gran valor patrimonial, que desde 1987 alberga la Sede de Gobierno, fue construido en las últimas décadas del siglo XIX. En los últimos 10 años, la Secretaría de Política Edilicia de la UNR encaró un proyecto de restauración que consiste en la recuperación de su gran fachada de aproximadamente 800 metros, respetando su imagen y originalidad.
La restauración consistió en el retiro de todas las intervenciones realizadas anteriormente, la recuperación estructural de los elementos de la fachada -ya que hay peligro de caída y desprendimientos- y la recomposición de los elementos faltantes.
Para el proyecto se trabajó con los mismos materiales utilizados originariamente, para lo cual se realizó un análisis de la composición de los mismos. Sin embargo, estos fueron intervenidos por aditivos especiales y tratamientos modernos que permitirán una mayor perdurabilidad en el tiempo, siempre respetando la originalidad del edificio.
El inmueble, además, fue intervenido constantemente para su mantenimiento y adecuación con respecto a cuestiones que se van renovando. “Aquí trabajan a diario unas 400 personas y el edificio se ha ido aggiornando para adecuarlo a sus usos actuales: equipamiento tecnológico, calefacción, aire acondicionado. Todo ello se ha ido incorporando sin modificar sustancialmente el edifico”, explican las autoridades.
Librería Universitaria La nueva Librería Universitaria de la UNR está ubicada dentro de la Sede de Gobierno y forma parte del café literario y cultural. Apunta a constituirse en un punto de lectura, en busca de fomentar encuentros y diálogos. La directora de la Editorial de la UNR, Nadia Amalevi, puso el foco en la decisión de la universidad de generar un catálogo de libros y colecciones que sean una muestra de la institución, de su producción e investigación. “Esta no es una librería más, es un lugar donde los libros de nuestra universidad van a ser protagonistas. Es muy difícil poder visibilizar la edición pública y universitaria, por lo que fue muy importante para nosotros poder realizar un catálogo diverso en el que se recoja la cultura de la ciudad y la región”.
Estarán a la venta no solo los libros del sello propio de la universidad, sino otros títulos de editoriales de Rosario, de la región y de universidades de todo el país.
La librería está abierta para que el público en general pueda disfrutar del espacio y acceder a los materiales de lectura que se encuentran a disposición. El rector Bartolacci destacó que, “en el contexto de la puesta en valor de este lugar, concretamos la inauguración de la Librería Universitaria. Así como destinamos esfuerzos para recuperar el valor patrimonial de nuestros edificios, también nos esforzamos para jerarquizar nuestra editora multiplicando las colecciones e incorporando textos a nuestro catálogo”.
Otro edificio de la época de oro: el Rectorado Por otra parte, en la esquina de Italia y Córdoba (Córdoba 1814), en el llamado Paseo del Siglo, se encuentra la Sede del Rectorado de la UNR. La mansión es uno de los edificios considerados de la “época de oro de la arquitectura rosarina”. La casona fue proyectada por el artista plástico y arquitecto de origen noruego Alejandro Christophersen en 1929 y construida por la firma Taiana y Cía.
Christophersen desarrolló una exitosa carrera profesional en Argentina a partir de 1892; se lo considera una figura central para la arquitectura ecléctica en el país. En los últimos años, también se realizaron tareas de renovación en la antigua casona, que le devolvieron su brillo. “El objetivo de las obras fue devolver al edificio su aspecto original”, explicó el coordinador del programa de restauración de edificios, Guillermo Bas.
La actual Sede del Rectorado de la UNR fue construida para la familia de Luis Pinasco; cuenta con un subsuelo, planta baja y dos pisos. Es una de las tantas mansiones encargadas por esa familia de prósperos comerciantes italianos que aún sobrevive en el Paseo del Siglo y fue cedida a la UNR para el establecimiento de sus máximas autoridades.
Actualmente, en el edificio se encuentran las oficinas del rector y el vicerrector, además de la Secretaría de Ciencia y Técnica, la fundación de la UNR, la Secretaría Estudiantil y la de Relaciones Internacionales, entre otras dependencias. En el hall de la planta baja se realizan, además, exposiciones y muestras de arte.