Carlos Retamal


El 11 de diciembre de 2015, un preso que estaba esposado logró escaparse de la Jefatura de Policía de Rosario, en un confuso episodio que quedó prácticamente en el olvido hasta que este miércoles 10 de noviembre, casi seis años después, fue capturado en una casa ubicada en el extremo sudoeste de la ciudad.

El operativo en el cual fue detenido Víctor Marcelo Sandoval fue llevado a cabo en la tarde del miércoles por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en una vivienda de calle Platón al 1.900, en barrio Las Flores.

Tras un discreto, pero efectivo trabajo de investigación, agentes de la AIC, junto a personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), irrumpieron en la casa y arrestaron a Sandoval, quien tenía pedido de captura firmado a fines de 2015, firmado por la Oficina de Gestión Judicial Nº 1 de Coronda.

El hombre capturado está considerado como un preso de alta peligrosidad, que se había fugado hace casi seis años del predio policial ubicado en Ovidio Lagos al 5.200.

Según se dijo en su momento, Sandoval estaba en la oficina que por entonces tenía la División Judiciales de la Unidad Regional II en un sector del predio donde está la Jefatura de Policía. En un momento de descuido del personal policial que debía vigilarlo, vestido con ropas de trabajo y con las manos esposadas, logró escaparse del lugar.

En base a la información suministrada en ese momento, se dijo que el preso huyó ‘a la carrera del predio’, lo que significa que corrió al menos 150 metros dentro del perímetro, para salir por el portón principal ubicado sobre calle Ovidio Lagos, que cuenta con custodia las 24 horas.

En su momento se realizó un operativo cerrojo en la zona, que incluyó varios patrulleros del Comando Radioeléctrico y del Grupo de Infantería que primero recorrió toda la zona alrededor del predio y luego fue hasta el sector de avenida Uriburu y bulevar Avellaneda (unas 20 cuadras al sudoeste), donde por aquel entonces había una zona de frondosa arboleda, pero el hombre no logró ser capturado hasta casi seis años más tarde.