José Prinsich
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Con una fuerte adhesión por parte de la comunidad, la separación de residuos logró ingresar en el interior de los hogares ramirenses, logrando una mayor conciencia sobre el cuidado del ambiente. Poco a poco, las personas pudieron entender que por un lado iba la basura o los residuos orgánicos y por el otro los materiales reciclables como el cartón, el vidrio, plástico, papel o metal. Pero el interrogante quedaba sin responder cuando aparecían los medicamentos vencidos, en mal estado o en desuso. Los vecinos acudían al tacho de basura o al inodoro para depositar estos elementos, desconociendo totalmente el daño que le estaban causando no sólo al ambiente sino también a la salud al estar en circulación dichos remedios.

Motivados por esta problemática, Gustavo Perren y Andreina Schmunk decidieron investigar la temática para darle una rápida, a la vez que efectiva, solución. El farmacéutico y la licenciada en saneamiento ambiental, con el apoyo de la Lic. en Higiene y Seguridad Nadia Farembrog, comenzaron a elaborar un proyecto que aborde de manera rigurosa la disposición final de los productos y que a su vez concientice sobre el uso racional de los mismos.

El origen del proyecto

En 2016, las alumnas Paola Gassman y Andrea Bernachea Álvarez, pertenecientes a 5to año de la Escuela Secundaria N° 5 “Dr. Sabá Z. Hernández” (de la localidad homónima) presentaron un proyecto en Senado Juvenil titulado “Un gesto ecológico”, cuyo subtítulo era “Medicamentos vencidos, en desuso y/o deteriorados”. Las chicas lograron el primer puesto y fueron guiadas por la docente Araceli Widmer, quien solicitó al Colegio de Farmacéuticos asesoramiento en el tema. Esta tarea fue confiada al Farm. Gustavo Perren, que en 2020 recuperó ese trabajo de campo escolar, ampliando y fundamentando la propuesta a fin de ser presentada en el Honorable Concejo Deliberante.

A su vez, alumnos de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud (UADER), donde Gustavo se desempeña como docente, hicieron un trabajo de campo en Ramírez, Crespo, Concordia, Nogoyá y Paraná. Eso les permitió tener una foto de la situación actual de esta problemática en toda la provincia. A raíz de los índices que arrojó este trabajo de campo surgió la necesidad de una segunda ordenanza para un trabajo comunicacional para la comunidad, promocionando el buen uso del medicamento, la importancia de la buena adherencia al tratamiento médico y evitar la automedicación.

La propuesta fue presentada ante el HCD por el Bloque de Alianza Ramirense y luego de intensos debates, en el cual intervinieron las farmacias de la localidad y otros actores involucrados, la Ordenanza N°2537 logró su aprobación por la mayoría. Aquel 22 de julio quedará marcado para siempre ya que, a partir de ese jueves, General Ramírez se convirtió en la primera ciudad de la provincia en contar con una normativa específica en descarte de este tipo de residuos patológicos.

“Es una ordenanza que se viene trabajando desde hace mucho tiempo y gracias a Dios hoy podemos comenzar con la implementación de esta gestión de medicamentos vencidos, deteriorados y/o en desuso en los domicilios o de origen domiciliario. Esto se va a sumar al Plan Sustentar que ya ha implementado la Municipalidad”, expresó Perren a Mirador Entre Ríos.

El procedimiento

Sobre el paso a paso a seguir, el profesional comentó que “lo primero que tienen que hacer las personas es revisar los botiquines que tienen en sus hogares. Mirar la fecha de vencimiento de cada uno de los medicamentos que tengan, ya sean los prescriptos por el médico o los medicamentos de venta libre. Una vez que hacen esa observación y encuentran medicamentos vencidos, tienen que hacer la separación. El envase original y el prospecto lo van a desechar en sus hogares como residuos secos; mientras que el blíster, el medicamento vencido o el frasco lo van a acercar a los puntos de recolección”.

Desde la Secretaría de Relaciones con la Comunidad se entregaron dos cestos para depositar los residuos. Uno está ubicado en el Hospital “Nuestra Señora de Luján” y el otro en el Centro de Salud Municipal “Eva Perón”. Una vez depositados y tras haber recolectado cierta cantidad, una empresa que se dedica a procesar estos elementos le da la destrucción final.

En este sentido, Carlos Troncoso, a cargo de la secretaría, destacó que “también se empieza a notificar a todas las farmacias para que — en un segundo paso — se adhieran a la Red de Farmacias Ecológicas, que van a tratar este tipo de residuos. Una vez más estamos apuntando a la sustentabilidad de los residuos, en este caso de los medicamentos y siempre apuntando a que todos estos desechos no lleguen al lugar de disposición final que hoy tenemos en Ramírez”.

El funcionario municipal sostuvo que “vamos a pedirle el compromiso a estas dos instituciones - que son las pioneras y las que van a poner en marcha el programa — para que lo hagan de forma responsable, poniendo el cesto no al alcance de cualquier persona para que no ingrese cualquier otro tipo de materiales”.

A su vez, Troncoso agradeció el trabajo en equipo para lograr esto tanto de Gustavo como de Andreina, de Cecilia Herbel trabajando fuerte desde la Secretaria y en la parte de ambiente. También aprovechó la ocasión para agradecerle a los concejales, quienes tomaron este proyecto y lo pudieron plasmar en un proyecto de ordenanza.

Un llamado de atención

“El medicamento vencido no puede consumirse. En primer lugar, no va a tener el efecto terapéutico que el médico está esperando y en segundo lugar por la toxicidad del mismo. Hay que tener en cuenta que los principios activos pierden el efecto y se pueden volver tóxicos para el cuerpo”, dejó en claro Perren. Y agregó que “lo que no sabemos es cuántos kilos de medicamentos vencidos por habitantes hay en la ciudad. Lo que si sabemos es que las personas tienen un stock de medicamentos, sobre todo los pacientes que tienen tratamientos crónicos y muchos de ellos por la falta de adherencia a los tratamientos, pueden quedar algunos comprimidos dando vuelta en los hogares. Esos comprimidos que están en desuso es conveniente que los traigan y los recolecten en estos puntos de recolección”.

Por otra parte, el Dr. Ariel Ragone, concejal de AR, se mostró emocionado “porque este proyecto se está poniendo en marcha. Fue un trabajo de hormigas, donde venimos promocionando el uso racional de medicamentos. Esto debe ser una enseñanza. Son varios actores los que tienen que participar de esto. Primero y principal, la comunidad. Luego la asociación de farmacias, que Dios mediante se van a integrar como puntos de recolección. Esto va más allá de cualquier camiseta política. Esto tiene que ver con una cuestión de salud y ambiental. Es por ello que trabajamos en forma conjunta por el beneficio de los vecinos de General Ramírez”.