Carlos Retamal


La crisis en materia de seguridad parece no tener fin en Rosario y parte del departamento ubicado en el sur provincial. En alrededor de ocho horas se registraron cinco asesinatos, elevando la cifra de muertes violentas a 25 en los 30 días del mes de noviembre. Hubo un doble homicidio en barrio Empalme; un asesinato en Fisherton Norte y otras dos víctimas que estaban internadas en el HECA luego de haber sido baleadas la semana pasada.

Con el Ministerio de Seguridad todavía sacudido por las inspecciones judiciales realizadas el viernes de la semana pasada y este lunes vinculadas con dos investigaciones en curso: el presunto intento por favorecer a una firma con la compra de armas; y el supuesto uso indebido de recursos vinculado a la producción de información de personas por fuera de causas judiciales, durante la gestión de Marcelo Saín al frente del Ministerio de Seguridad santafesino; con la policía rosarina sin jefe (está virtualmente intervenida por la jefa de Policía de Provincia) y con más de la mitad del gabinete del ministerio acéfalo tras las renuncias presentadas hace más de 96 horas, las balaceras, tiros y muertes siguen.

La última saga tuvo lugar este lunes 29 de noviembre, donde en menos de ocho horas se registraron cinco nuevos asesinatos. Poco después de las 18:30, dos personas aparecieron en una moto por calle Gandhi al 5.500. Casi al llegar a la esquina de Teniente Agneta, al menos una de ellas efectuó múltiples disparos contra una vivienda –según datos aportados por vecinos– con una ametralladora o un arma similar (podría tratarse de fabricación casera)

Como consecuencia del ataque a tiros, fallecieron dos personas, un hombre de 43 años, identificado como Gerardo Gabriel Miqueo, quien estaba haciendo tareas de albañilería en la vivienda contigua a la atacada y Miguel Ángel Farías, de 23, que estaba en la puerta de ingreso a la casa apuntada.

Varios vecinos de la zona llamaron al 911 y al rato llegaron al lugar al menos 10 patrulleros, con más de 30 policías, que acordonaron la zona. También llegó la fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Georgina Pairola, quien debió retirarse unos minutos del lugar ya que vecinos mostraron su malestar ante el episodio.

Personal del gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llevó a cabo un relevamiento de la escena del hecho, levantamiento de rastros y toma de testimonios a vecinos de la zona y familiares de ambas víctimas. También interviene la división homicidios de la AIC.

Fuentes judiciales indicaron que en el marco del relevamiento del lugar del crimen, se secuestraron casi 20 vainas servidas, que fueron enviadas a peritar y teléfonos celulares de cuatro personas que manifestaban estar vinculadas al domicilio al cual estaba dirigido el ataque.

Varias horas después, cuando la Policía y el personal de Criminalística se retiró, vecinos de la zona derribaron y quemaron la vivienda atacada, que ya había sido objeto de al menos tres balaceras algunos meses atrás, con el argumento de que en dicho lugar funcionaba un búnker de venta de drogas que estaba protegido por personal policial.

Crimen en el noroeste
Alrededor de las 23:30, la fiscal Pairola recibió la noticia de un nuevo asesinato, esta vez casi en el límite entre barrio Fisherton Sur y 7 de Septiembre. Según fuentes judiciales, la víctima fue Ricardo Emilio Bravo, de 50 años, quien fue atacado a tiros cuando se encontraba en la vía pública, por varias personas –hasta el momento no identificadas– que llegaron en un auto.

El hombre recibió disparos en el abdomen, la ingle y piernas y fue llevado en un auto particular hasta el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde ingresó en grave estado y falleció poco antes de la medianoche.

En este caso, personal del gabinete criminalístico secuestró varias vainas calibre 9 milímetros y realizó pericias de planimetría y toma de fotografías; mientras que la división homicidios de la AIC está a cargo de las tareas investigativas dictadas por la fiscal para intentar dilucidar las causas del ataque y dar con los autores del crimen.

Muerte en el hospital
Otra de las víctimas fatales de la noche del lunes fue un joven de 26 años, identificado como Agustín Vallejos, quien estaba internado en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez desde el 23 de noviembre pasado.

Según fuentes judiciales y policiales, poco antes de las 22 de ese martes, en inmediaciones de Granaderos a Caballo al 2.600, de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, fue baleado por dos personas que llegaron en una moto, lo atacaron y se dieron a la fuga.

El joven recibió un disparo en el cráneo y fue llevado en un auto particular hasta el hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez, pero debido a la gravedad de su lesión fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde falleció en el atardecer del lunes. Este asesinato es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos que estaba en turno la semana pasada, Patricio Saldutti.

La quinta víctima fatal fue un joven identificado como Josué Esteban Godoy, de 22 años, que estaba internado en el hospital Roque Sáenz Peña desde la noche del domingo con múltiples heridas de arma de fuego.

La víctima estaba en inmediaciones de Malvón al 1.700, de barrio Las Flores, cuando al parecer dos sicarios que pasaron en un vehículo cuyas características no fueron aportadas, le efectuaron múltiples disparos de arma de fuego. Vecinos llamaron al 911 y un rato más tarde llegaron al lugar varios patrulleros, pero el joven ya había sido trasladado en un auto particular hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde ingresó en el área de cuidados intensivos (tenía impactos de bala en el cráneo, el pecho y ambos brazos) y falleció alrededor de las 2:30 de este martes 30 de noviembre. En el lugar del hecho, la policía secuestró 15 vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar.

Números que dan miedo
Noviembre de 2021 finaliza con 25 asesinatos cometidos en el departamento Rosario, 19 de ellos en la ciudad cabecera, cuatro en Villa Gobernador Gálvez, uno en Granadero Baigorria y uno en Pérez, lo que equivale a un crimen cada 29 horas.

De acuerdo al informe de la Dirección de Política Criminal de la Secretaría de Política Criminal y Derechos Humanos-Fiscalía General, la Subsecretaría del Observatorio de Seguridad Pública y la Subsecretaría de Prevención y Control Urbano del Ministerio de Seguridad, que registra los últimos ocho años, al 30 de noviembre se llevan registrados en el departamento 25 asesinatos, lo que lo convierte en el más violento de los últimos ocho años, superando por uno a los años 2014 y 2015, cuando el registro actualizado muestra 22 crímenes.

En el total del año, la cifra ya asciende a 221, ocho más que en todo 2020, convirtiendo al año en curso como el más violento del último lustro (en todo 2017 hubo 165; en 2018 un total de 204; en 2019 se contabilizaron 169, y en 2020, el total fue de 2013); solamente superados –hasta el momento– por el año 2015, con 234 asesinatos y 2014, con 254 crímenes).