Ignacio Pellizzón
Los coletazos económicos que provoca la pandemia todavía se mantienen. Por ejemplo, la industria automotriz, que tiene una demanda interesante, no logra explotar del todo como podría por un factor clave que le pone un pie encima al repunte: faltan reponer unidades.
Resulta que el parate productivo que generó el coronavirus a nivel mundial en el último año y medio obligó a que las terminales y las concesionarias tengan que abastecer su demanda acorde al stock con el que contaban. Este problema todavía persiste.
En pocas palabras, el problema es que no se están fabricando tantos autos como serían necesarios porque hay partes fundamentales que faltan como los chips o los semiconductores -un auto utiliza unos 2.000 por unidad-. Entonces, la demanda, que se mantiene estable y creciente, no puede ser satisfecha como le gustaría a la industria. Hoy se entregan algunos autos 0km en 30, 60 y hasta 90 días, algo que desaliente las ventas.
Para Marcelo Buzzoni, el gerente de ventas de la concesionaria Giorgi en Rosario, que comercializa vehículos Ford, los números este año “iban a dar mucho mejor de lo que están dando”. Esto, justamente, se debe a que “las fabricas no tienen unidades para reponer”, explicó.
Las estimaciones del referente de la industria automotriz arrojan que durante todo el 2021 no se alcanzará a comercializar 400.000 unidades en todo el país. De hecho, las proyecciones -más optimistas- hablan de unos 370, 380.000 coches.
Lo que está claro es que no se trata de un problema de falta de demanda, porque “demanda hay”. El dólar alto es un factor que juega un rol clave en las ventas porque le da poder de compra a muchas personas junto con los diversos planes de ahorro vigentes. Inclusive, según Buzzoni, lo que se mantiene estable es el mercado del usado, lo que significa en el rubro que “creció”.
El informe de noviembre de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que el número de vehículos patentados durante esta fecha ascendió a 28.360 unidades, lo que representa una baja del 18,7% interanual, ya que en noviembre de 2020 se habían registrado 34.887 unidades. Si la comparación es con su antecesor mes, se observa una suba del 1%, ya que en octubre de este año se patentaron 28.085 unidades. De esta forma, en los 11 meses acumulados del año se patentaron 363.931 unidades, esto es un 13% más que en el mismo período de 2020, en el que se habían registrado 321.893.
Ante este escenario, el presidente de ACARA, Ricardo Salomé comentó: “Se han liberado en los últimos dos meses solo entre nueve y diez mil SIMIS, para toda la industria, creemos que se podrían haber liberado 15.000 por mes ya que vamos a terminar el año solo con aproximadamente 1.130 millones de dólares de déficit anual del sector. Es un número que si se distribuye en doce meses no es significativo, más si tenemos en cuenta que la demanda ha sido muy fuerte. De esta forma, vamos a cerrar el año arañando los 380.000 vehículos patentados, pero con la frustración de que podríamos haber patentado 450.000 unidades”.
Y agregó: “Nos ilusionamos con poder crecer el año que viene y establecer un piso de 400.000 vehículos para todo el 2022. Ojalá así sea porque somos una fuente de ocupación de empleo muy importante en el país: todo el sector incluye 176.000 empleos directos, y si tomamos el empleo indirecto esa cifra crece tres veces más. Damos trabajo a 530.000 personas y podemos ser una de las locomotoras del crecimiento que nuestro país necesita”.
Sin embargo, para el gerente de ventas de Giorgi el panorama de cara al año que viene no es alentador. “Yo creo que los primeros seis meses del 2022 será similar al cierre de este año”, es decir, “vemos un panorama complicado”, porque “van a faltar autos”.
Al problema de la falta de fabricación se le agrega la coyuntura política nacional que, hoy en día, está restringiendo las importaciones. “Lo complejo de esta situación es que no hay balanza a favor de las fábricas para importar y esto sucede porque no hubo fabricación ni balanza comercial para traer de afuera”, indicó el gerente.
Pese a que hay una gran demanda de coches, sobre todo SUV y pick ups, que son de gama media alta, la pandemia generó una situación “muy compleja” a nivel mundial. Esto es motivo de preocupación para el sector que se encuentra en un estado de incertidumbre total de cara al futuro.
