Gisela Mesa redaccion@miradorprovincial.com


En el mes de diciembre Lan Luzzi presentó video y en tratativas de su primer disco. El músico rosarino colaboró con varias bandas de destacadas trayectorias de la ciudad. En entrevista con Mirador Provincial Luzzi reflexiona sobre la vida, el rol del estado con la cultura.

Todo comienza…
-¿Cuándo comenzó tu pasión por la música?
-Desde mis primeros años. Cuando era un bebe me gustaba hacer ritmos percusivos con cualquier material que encontraba y a los seis años empecé a aprender guitarra en clases y a ser autodidacta hasta hoy. Mis viejos notaron que la música ya me dominaba (porque no es al revés) y les resultó viable regalarme mi primer instrumento. Estoy muy agradecido a ellos.

Influencias que marcan
-¿Quiénes han sido tus principales influencias musicales?
-Son bastante amplios mis gustos, pero como base en sangre crecí escuchando música árabe, flamenco y balcánica por mi madre. Después pasé por práctica de guitarra eléctrica al rock internacional y nacional en su mayor variedad. Más me quedo con Luis Alberto, Charly, Aznar, Cerati. Amo los boleros, todo lo que sea melódico y el aire folk. Mis pilares siempre fueron mujeres, me gustan las voces femeninas. Bebe, Alanis Morissette, Gwen Stefani, Amy Winehouse, Sheryl Crow, India Arie, Buika, Carmen Paris, Hilda Lizarazu, Sandra Corizzo, Lucía Fernanda, Ile Cabrera y el gran Jeff Buckley como voz masculina, entre otros y otras.

-¿Cuál es tu opinión sobre el rol que juega el Estado en preservar o incentivar la cultura en pandemia?
-Es difícil no subrayar en pandemia la escasa mirada del Estado en la cultura y en lo social en general, como claro ejemplo, lo que está pasando con los humedales, hecho visible en todas partes y por la gente. Creo que la cultura, el arte, se manifiestan en el pueblo, en los barrios, en los clubes, etcétera. Lamentablemente no hay un panorama justo en el ámbito, o mejor dicho notorio en esta inmensa rama que fue afectada y que necesita resurgir nuevamente, pero el arte en cualquiera de sus formas siempre resiste, sobrevive y moja. Después está la parte del arte que te muestran todos en la tele... pero como dice San Luca mejor no hablar de ciertas cosas.

-¿Percibís el arte como un medio más flexible, inclusivo para el desarrollo personal en comparación a otras áreas?
-Definitivamente. Es súper importante. Todo el mundo alivia y crea con el arte, es como una ducha natural que acaricia nuestra alma, la endulza de alegría y nos motiva. Motivación es desarrollar con ganas, sin límites y desarrollar sin límites es inclusión. De hecho, y no menos importante, para los que gozan del arte y no necesariamente lo realizan. Es un motor recíproco donde se produce sanamente una manifestación de lo que sentimos muy dentro de nosotros y el cual puede identificarse con el otro. Si yo lo comparo con otras áreas, no hay nada igual. A mí el arte me salvó muchas veces y me trajo infinita motivación para con la vida en general.

-¿Cómo te ha impactado la pandemia a nivel personal como artista independiente?
-Bastante duro, me apagué mucho y me sobrecalenté la mente con proyectos y metas que uno tenía medianamente destinadas y todo se frenó de golpe. Sumándole los ingredientes que ya se conocen sobre la salud y lo cotidiano. Me rodeé de calma y produje algunas canciones, realizaba algunos trabajos para colegas y para mí de mezcla y mastering. Yo quería salir a tocar con altísimas ganas, veníamos ensayando a full con otra formación mis canciones, pero tuvimos que esperar. Distancia y paciencia. El arte no es ocio y mucha gente quedó sin su plato en la mesa. Esperemos que en lo que venga no seamos los últimos.

-¿Cómo describirías tu estilo musical?
-Mi mirada hoy está en el folk, la propia canción. El cante melódico por sobre todo. Estas canciones que componen mi futuro laburo mechan todo eso como esencia junto al rock, el pop, lo acústico y como no lo puedo evitar, los paisajes flamencos y árabes. En el disco que viene va a haber rumba, bolero, mucha guitarra acústica, distorsión y un mono vocalismo. Me gusta escribir crudo y profundo, amo la metáfora, casi todo el tiempo aunque a veces necesite ser literal. A mi música la defino como pequeños planetas distintos, con algo que decir. En definitiva; no dejan de ser canciones.

-Contanos de Alucinómetro... suena medio a Matrix. ¿Cómo se dio la génesis del mismo y que sentís luego del lanzamiento?
-Justamente va a salir de cortina en la nueva película de Keanu Reeves jajaja. Alucinómetro es una de mis hijas que más quiero por la esperanza aguerrida que trasmite y el motivo musical que para mí es hermoso. Tuvo sus modificaciones ya que hace unos años que la vengo craneando, para mí llegó a ser ni más ni menos perfecta, me hace muy bien escucharla, leerla e interpretarla. Ni hablar de componerla. Su lanzamiento era algo que lo queríamos hacer hace rato junto a la banda y la pandemia nos trabó un poco en la finalización del laburo. La verdad que la tribu la tomó muy bien y no esperábamos ese recibimiento a tan pocos días de ser estrenada. Los músicos que me acompañaron además de ser enormes personas son unas bestias. Ellos le dieron su toque mágico y todavía restan tres canciones más por mostrar de lo que fue nuestro paso por Estudios Penny Lane.