Se anunció hace un año

De La Siberia a la “Zona i”: se congeló la mudanza de un edificio estratégico para las empresas de la región

 


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Ignacio Pellizzón


El próximo mes se cumple un año exactamente desde que el gobierno de la Provincia de Santa Fe anunció que había logrado destrabar fondos de Nación para mudar de La Siberia la Dirección de Asistencia Tecnológica (DAT) al Polo Tecnológico, que funciona en el predio de zona sur de Rosario, ex Batallón 121. Sin embargo, los tan necesitados recursos para iniciar el ansiado y necesitado plan se congelaron y, hasta el momento, la iniciativa continúa en stand by.

En febrero del 2021 se anunciaba desde el Ministerio de Producción de Santa Fe que el gobierno nacional había aceptado una iniciativa para edificar un nuevo edificio de la DAT en la “Zona i” dentro del Polo Tecnológico. Esto, en principio, iba a poder avanzar con viento a favor dado que Nación iba a enviar 60 millones de pesos -cifras de hace un año- en el marco de subsidios que se otorgaban en concepto de “Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales”.

Aunque, a priori, parecía que todo estaba encaminado para que finalmente se pudiera llevar adelante el proyecto, seguido de la mudanza de La Siberia, durante todo el 2021 no hubo avances. Según confirmó a Mirador Provincial el secretario de Industria provincial, Claudio Mossuz, “no hay novedades al respecto” desde hace varios meses.

En un contexto de contagios record de la variante Ómicron y con un gobierno nacional que acaba de recibir el cachetazo de no tener aprobado su presupuesto 2022, las chances de contar con ese subsidio en un futuro cercano, se alejan. Si bien el master plan está aprobado y cuenta con el visto bueno de Nación, lo que falta es nada más y nada menos que el dinero para poder comenzar a ejecutarlo.

El subsidio que iba a recibir la Provincia se iba a utilizar para darle el envión inicial a las obras que se proyectan en el predio ex Batallón 121. En total eran 60 millones de pesos que se iban a recibir. Esa suma era una mínima parte en comparación con los dos millones de dólares que demanda toda la iniciativa completa.

Resulta que lo que primero se quería edificar era el edificio de la DAT, utilizando los recursos nacionales, para después sí poder construir otro inmueble gemelo donde funcionará un centro tecnológico para energías renovables. La intención es que ambos edificios puedan estar interconectados.

Se trataría de un avance muy importante, ya que la DAT actualmente opera en La Siberia en un espacio prestado por la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Se trata de un lugar incómodo para las tareas que necesita desarrollar.

Por eso, desde que comenzaron las obras en el ex Batallón 121 para reimpulsarlo, se le cambió la matriz a la idea original. Se lo viró de un parque tecnológico a que se convierta en uno industrial en plena ciudad de Rosario. La estrategia tuvo como finalidad poder acceder a los subsidios que Nación ofrecía a este tipo de emprendimientos.

La DAT es un organismo dependiente de la Dirección Provincial de Tecnología e Innovación del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe, que tiene como finalidad esencial asistir a las pymes de la región en todos los aspectos que hacen a la modernización e innovación tecnológica a efecto de mejorar la productividad y competitividad de las mismas.

Recorte en el plan
Fue la gestión socialista la que emprendió el camino para poder construir un espacio propio en la “Zona i” dentro del Polo Tecnológico. Sin embargo, los 4 millones de dólares que presupuestó el gobierno anterior, obligó a que el peronismo achicara los costos prácticamente a la mitad, llevando el presupuesto final a 2 millones.

“Nosotros creemos que hoy no es necesario gastar tanto dinero en ese edificio. El proyecto anterior parecía más un edificio para una aseguradora que para un organismo estatal”, explicó hace casi un año a Punto Biz el secretario de Industria provincial. Por eso, los 60 millones de pesos que se iban a recibir de subsidio iban a ser un respiro importante para los reducidos fondos que finalmente gastó la cartera el año que acaba de concluir.

Entre otras intenciones de obras que había en el ex Batallón 121, muy ambiciosas por cierto, pero plasmadas en algunos bocetos, tenían que ver con el avance de la construcción de la Escuela Técnica -estipulada en el presupuesto 2021- y en el levantamiento de un edificio gemelo al de la DAT, donde hoy funciona un estacionamiento cubierto y que se iba a convertir en un centro de transición energética.

Por el momento, lo único que reina es la incertidumbre. Ni el gobierno provincial ni el nacional cuentan con presupuesto 2022 hasta el momento. Muchas iniciativas que se encuentran en stand by deberán ser revisadas en caso de que los fondos que se habían prometido finalmente no lleguen. Hasta ahora, los anuncios como las máquinas están paralizadas.



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