Ignacio Pellizzón


A diferencia de lo que sucedía en 2020 y parte del 2021 cuando el aumento de casos de Covid generaba restricciones de todo tipo, generando una merma en la demanda en bares y restaurantes de Rosario, nada tiene que ver con la fotografía que muestra la primera quincena de enero del 2022.

Con más de un 80% de la población vacunada contra el coronavirus y protocolos aceitados en los diversos espacios gastronómicos, la clientela sigue firme y mantiene estable la ocupación de mesas del sector, uno de los más golpeados por la pandemia.

Al hacer una rápida recorrida por los corredores más buscados en la ciudad como Paseo Pellegrini o Pichincha, se detecta que las personas siguen llenando los espacios. La necesidad de juntarse y de poder disfrutar al aire libre, pese a la ola de calor de las últimas semanas, se nota y mucho al ver los comercios llenos.

Si bien hay una merma con respecto a lo que fueron los meses de noviembre y diciembre, por tratarse de un mes en el que muchas personas se tomaron vacaciones, el nivel de demanda expone cifras similares a las de otros eneros, previo a la irrupción del coronavirus.

Para el dueño de Gorostarzu, Jorge Sauan, se siente un poco el freno, pero es similar a otros meses de verano. "La verdad que bajó un poco la venta en esta primera quincena, sobre todo si se compara con lo superlativo que fue diciembre con las ganas de salir que tenían las personas después de tanto encierro. Sinceramente durante todo el 2021 pudimos trabajar mucho mejor que el anterior, por suerte", contó a Mirador Provincial.

"En enero puedo decir que vengo a la par de otros que tuve históricamente o, inclusive, un poco más. La merma se nota siempre en comparación diciembre. Este es mi caso personal. Está claro que hubo una afectación en las ventas porque hay familias que se fueron de vacaciones y otras están aisladas", agregó.

Leo Santero, titular de uno de los grandes bares de avenida Pellegrini, Gran Chopp, opinó en coincidencia con Sauan. "Estamos trabajando de forma normal. Sí hay una baja típica de la primera quincena de enero, pero no tiene que ver con contagios por Covid o personas aisladas. De hecho, vemos que la gente se cuida mucho más".

Desde la Pizzería de Las Tortugas Ninja, Maximiliano Giménez Vera, señaló a Mirador Provincial que "si tenés delivery propio o trabajas con aplicaciones, no se detecta ninguna diferenciación sinceramente. Principalmente porque esta situación tiene apenas algunas semanas y es poco tiempo para observar una estadística. No se paralizó para nada, la gente sigue asistiendo y consumiendo y compartiendo".

A su vez, el empresario entiende que el problema lo tienen con los empleados y los contactos estrechos que se contagiaron. "Ahora que cambiaron la metodología es un poco diferente. Sin embargo, nosotros aplicábamos nuestro propio sistema para evitar contagios. Cada uno tenía que hisoparse y aislarse 72 horas y volver a testearse, es decir, se trabaja con dos negativos", indicó.

"La curva de pedidos, en este caso, se mantiene como diciembre, aunque siempre se nota un pequeño freno por tema vacaciones. Es algo visible en la calle, porque hay menos gente en la ciudad, pero no detectamos incidencia por los contagios por covid", concluyó.

Por su parte, Nicolas Dacunto que maneja la cervecería Mosto Somos Cerveza, ofrece otra mirada, un tanto más compleja. "Para nosotros está complicado para trabajar, porque sentimos la suspensión de cumpleaños y festejos o, también, se están cancelando diversos eventos que son importantes para el negocio. Se nota que hay una baja en nuestro rubro".

En un balance general, la mayoría de los negocios gastronómicos de Rosario mantiene firmes sus niveles de venta y de asistencia. Si bien hay un parate producto de que el mes de enero es uno de los predilectos para tomarse vacaciones, aunque no se detecta, aún, niveles altos de afectación por contagios de covid-19.