El martes 11 de enero al mediodía, desde la Prefectura Naval Argentina se había informado que en el puerto de Santa Fe, el río Paraná registraba una altura de 22 centímetros por debajo del cero. Dicho valor significaba un récord negativo, desde el año 1945, cuando se llegó a los -28 centímetros. Luego de una semana con temperaturas extremas que rozaron también los picos históricos, llegando a superarlos en algunos puntos del país, el domingo por la mañana llegó la tan ansiada lluvia que calmó levemente la ola de calor.

Tal como lo había indicado el Servicio Meteorológico Nacional, que anunció que las precipitaciones se extenderían de forma aislada a lo largo de toda la semana, el lunes y este martes se replicó la caída de agua y en aproximadamente 72 horas se alcanzaron los 78 milímetros de agua acumulados en la capital provincial.

Sin embargo, dicho valor no afectó positivamente a la altura del río Paraná, contrariamente, este lunes registró un nuevo récord negativo en la altura: -23 centímetros. Tras haber marcado un leve repunte a -15 centímetros el día domingo, superó la cifra de la semana pasada.

Lo advirtió el INA
En base a los últimos informes del Instituto Nacional del Agua (INA), “no se espera una recuperación en las próximas semanas”, por lo que las lluvias serán un alivio para el clima, pero no significarán un rescate ante la histórica sequía. Además, desde el INA detallaron que la actual condición de disminución en los caudales de todo el Delta del Paraná continuará su tendencia, al menos, hasta el 31 de marzo.