Patricio Dobal
La irrupción de la pandemia en el inicio del 2020, si bien en el comienzo trastocó el ritmo de producción en el grueso de la actividad fabril hasta que se pusieron en marcha los protocolos de rigor, casi no hizo mella en los balances del sector metalmecánico que el año pasado cerró un incremento fuerte en fabricación y en ventas, en gran medida, por la inversión que hizo el productor rural en un contexto marcado por las restricciones cambiarias y la necesidad de desprenderse de los pesos para ganarle a la inflación.
Lo cierto es que el temor que existía entre algunos de los actores de empresas tradicionales de agromáquinas respecto de tocar techo ante el agotamiento del interés de los chacareros una vez que ya pudiesen haber completado el recambio de los fierros en el campo no llegó en 2021, año que también cerró con un salto positivo.
Si bien no están los números finales, basta con repasar las cifras de los primeros nueve meses del año. Según difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas de maquinaria agrícola en el mercado interno entre enero y septiembre sumaron $ 117.000 millones, 75% más en relación al mismo período del año pasado que ya había sido promisorio.
La demanda en alza también derivó en un mayor requerimiento de mano de obra, con una generación de 5.000 puestos adicionales de trabajo en toda la cadena de valor metalmecánica. Además, se profundizaron planes de inversión de compañías que ya en 2020 habían decidido avanzar con desembolsos estratégicos para ampliar sus instalaciones y actualizar su equipamiento y tecnología de producción.
De acuerdo a lo relevado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), durante 2021 se cerraron operaciones comerciales por US$ 80 millones, superando los US$ 50 millones del año anterior. El balance es positivo, aunque el volumen está lejos aún de las ventas registradas en 2012, por US$ 250 millones.
Más crecimiento para 2022 Más allá de la performance del ciclo que se cierra, en informe realizado por la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) anticipó que el sector de la maquinaria agrícola podría crecer en 1005 puestos de trabajos extra directos e indirectos si la venta de equipos en la actividad se expande de manera adicional en US0 millones.
Los argumentos para sostener dicha previsión de demanda de empleo refiere a un flujo exportador en crecimiento o más ventas a partir de las compras que realizan de equipos productores y contratistas.
El reporte de la Unsam indica que en la maquinaria agrícola el efecto multiplicador del empleo es de 2,5. Significa que, por cada puesto de trabajo que se crea en forma directa, se generan 1,5 empleos adicionales en el resto de la economía vinculada.
En la Argentina, de acuerdo al relevamiento, el sector de la maquinaria agrícola se compone de 550 empresas. En 2020 se emplearon formalmente a 12.059 trabajadores, una cifra que representa casi el doble que 2002, año que marcó el nivel más bajo desde 1996. Los datos que consideró el informe son a partir del Ministerio de Trabajo. En tanto, en 2017 se registró la mayor cantidad de empleo formal con 12.232 trabajadores registrados.
Los casos Armstrong y Las Parejas son dos ciudades que en territorio santafesino concentran un número importante de industrias metalmecánicas que están desensillando planes de inversión casi en forma ininterrumpida desde el inicio del 2020. Las perspectivas son optimistas. "Si de cálculos se trata yo entiendo que la demanda se sostendrá al menos por tres años más y apuntando a ese horizonte es que decidimos activar un esquema de desembolsos que para la empresa es muy ambicioso", expone Mauricio Giacomuzzi, gerente de finanzas de Gimetal, firma que fabrica sembradoras en Armstrong.
El ejecutivo indica que están planificando "la fábrica de los próximos 15 años y en ese marco en el 2020 sumamos 15 personas al plantel entre los que se encuentran ingenieros industriales y mecánicos, además de la adquisición de equipamiento clave, como un nuevo sistema de corte láser de 4 kw que obligó a una adaptación en la planta con una inversión importante en dólares".
"Nosotros tenemos un plan estratégico de inversiones que estamos poniendo en marcha con la tramitación de créditos. Uno muy importante ante el Banco Nación, otro del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) y también ante el Banco de Santa Fe con el que buscamos, en primer lugar incorporar una hectárea que ya tenemos reservada pegada a nuestro predio actual para construir allí 3.000 m2 de nave industrial. Sólo de terreno tenemos no menos de u$s5 M", añadió Giacomuzzi.
El fiel ejemplo de la empresa que puso en marcha un esquema para incrementar infraestructura en 2020 y con utilidades en alza decidió ampliarlo es el Grupo Ombú de Las Parejas, el holding que tiene penetración en el mercado de las agromáquinas, los remolques y el negocio del mobiliario urbano tiene en carpeta un cronograma con intervención en las diez plantas que poseen en la ciudad del departamento Belgrano.
La partida inicial era de u$s 5,2 M, pero llegó la decisión de incrementar su programa a partir del crecimiento de la producción que aceleró los tiempos. Para 2022 ahora prevén tener construida una nave que contendrá un moderno sistema de potabilización. "Se trata de una planta de doble potabilización a través de un doble proceso de ósmosis inversa que deja el fluido con mayor calidad incluso que la necesaria para la ingesta humana", precisó Danilo Gribaudo, director Industrial del Grupo Ombú.
El plan para tener lista el sistema de doble potabilización va en sintonía con el montaje de una línea de granallada y pintura por partes mediante un proceso de inmersión que fue anunciado el año pasado junto a otras iniciativas destinadas a mejorar la calidad y el flujo de producción de la compañía que fabrica máquinas agrícolas, semirremolques y compactadores de basura.
Los ítems que se agregan al paquete original de inversiones suman un monto que supera los u$s1,5 M y también incluyen 15 máquinas de soldar que son programables en función del tipo de material y del espesor que presenta. Además, en materia de nueva tecnología industrial, la empresa incorporó un torno de control numérico y un centro de mecanizado, puentes grúas y 4 nuevos autoelevadores. En los próximos meses tiene que llegar también una maquinaria láser que permitirá optimizar la fabricación.
Innovación Más allá de los planes que el grueso de las compañías dedicadas a los fierros está poniendo en juego y esperan ejecutar en los próximos meses si no median complejidades macroeconómicas severas, la apuesta por la innovación está a la orden del día. Quienes tienen entre manos proyectos para crear herramientas con más tecnología saben que el productor rural está cada vez más acostumbrado a elegir alternativas que le simplifiquen la tarea entendiendo que el precio de un producto con mayor valor agregado impacta positivamente en el rendimiento de su producción en el lote.
"Hace 5 años estamos en fase de desarrollo de dos dispositivos. Por un lado, tenemos el control selectivo de pulverización, elemento que se adiciona a cualquier máquina operativa que monitorea el lote e identifica dónde sí y dónde no aplicar un fitosanitario, ahorrando insumo y además protegiendo a los cultivos. En marzo ya estaremos en capacidad de empezar a venderlo. Por el otro, un robot que se llama Terran y es ni más ni menos que una plataforma agrícola autónoma multipropósito. Se le pueden colocar herramientas para hacer diferentes funciones en el lote como fertilizar o pulverizar prescindiendo del control constante de un operador, que solo debe estar cerca en caso que el dispositivo interrumpe su tarea por algún obstáculo importante". Quien enumera los nuevos "chiches" prontos a salir a mercado es Fermín Cajen, mánager de producto de Plantium, firma que tiene base en Villa Constitución, que está haciendo fuertes inversiones y que se llevó importantes premios en 2021 por lo disruptivo de sus productos.
Los desembolsos apuntan a preparar el complejo fabril de la empresa para fabricar en serie los artefactos. "En la actualidad tenemos dos bases, la central está en Villa Constitución donde hay 1.600 m2 cubiertos y una oficina de ingeniería en Rosario. Ambas dependencias suman en total 90 empleados. Ahora bien, estamos creciendo fuerte ya que en Villa Constitución estamos duplicando superficie con dos galpones estratégicos, uno destinado a la línea de producción del robot multipropósito, el otro a depósito de materia prima", indicó.
En la oficina de Rosario, además se duplicó el plantel de ingenieros. "Crecimos mucho en innovación en los últimos años y nos encontramos en un cuello de botella respecto del espacio operativo por lo que era fundamental ampliarnos, eso estamos haciendo paralelamente a la tarea a contrarreloj para tratar de sacar al mercado los equipos nuevos", añadió.