Belén Fedullo redaccion-er@miradorprovincial.com
En el año 1979 la Asociación Concordiense de Atletismo comenzó a pensar en una prueba atlética que sirviera para invitar a los ciudadanos a sumarse. Luego de varias reuniones decidieron llevar adelante una carrera especial en enero, durante el día en el que llegan los Reyes Magos o en fechas cercanas.
Juan Diego López era un atleta reconocido en ese momento, y fue quien encendió la llama para que naciera el maratón que se convertiría en un encuentro para concordienses y personas de otras ciudades del país y el mundo. Lo hizo en un lugar que era emblemático para él, la Plaza España, ubicada cerca del centro de la ciudad, en donde tenía un puesto de diarios y revistas.
El 5 de enero de 1980 se corrió la primera edición de la carrera y tuvo solamente 24 participantes. El ganador fue Horacio Sequeira, un atleta oriundo de Buenos Aires, y el segundo puesto quedó en manos del local Alcides Almirón.
Año a año el evento fue creciendo, y quienes primero se juntaban a aplaudir a los corredores que atravesaban las calles de Concordia decidieron entrenar y sumarse. Así, la competencia llegó a tener hasta 4.000 y se transformó en una fiesta tradicional, en la que hasta los vecinos participan, saliendo de sus casas para alentar a quienes se animan a correr.
Tras dos años de incertidumbre, una suspensión y una carrera con poca participación en 2021, este año la Secretaría de Deportes decidió realizar la tradicional prueba atlética en enero. Así fue que, a pesar de las altas temperaturas, la edición número 43 se llevó a cabo el sábado 15 de enero con 2 mil atletas inscriptos.
“Corazones encendidos”
El termómetro marcaba 35 grados. Aunque eran las nueve de la noche, el calor no cesaba. A los atletas que estaban listos para salir a competir parecía importarles poco. Algunos celebraban su espera con cantos, bailes y aliento, mientras los de elite se concentraban para dar lo mejor.
La carrera fue exitosa. No hubo incidentes y todo fue disfrute. Todos lograron llegar a la meta, incluso aquellos que eligieron disfrazarse, participar con sus uniformes de trabajo y hasta un hombre que se animó a salir con la indumentaria que usa cuando va a combatir el fuego con los Bomberos Voluntarios.
Pero a la nota distintiva y ejemplificadora en esta edición la dio Clara Duarte. Una participante de 74 años que compite desde hace varias ediciones y fue la última en llegar. Lejos de sentirse incómoda por acercarse a la meta con la ambulancia detrás, se tomó el tiempo para agradecer a los atletas que formaron un “cordón humano” para recibirla. Paró unos segundos para bailar y agradeció su medalla al arribar, dándole un cierre perfecto a su participación.
Luego de su llegada, aún con energías dijo: “A mí me encanta participar de la carrera, la edad no es un impedimento porque eso está en la mente. Me gusta lograrlo, que la gente me salude y encontrarme con tantas personas que quieren sentirse bien”.
Según sus familiares, cada vez que se pone una meta lo logra, y así sucede con el Maratón de Reyes desde hace algunos años. “Creo que más allá de los que compiten por ganar, hay muchos como yo que quieren demostrar que se puede. Tenemos los corazones encendidos y eso es lo importante”, cerró.
Por una hora, tanto Clara como los demás atletas se olvidaron de la pandemia de coronavirus, que acecha otra vez, y disfrutaron de encender sus sentimientos.
Ganó la experiencia
El paranaense Julián Molina y la misionera Chiara Mainetti fueron los ganadores en masculino y femenino. Les llevó 30 minutos y 4 segundos, y 35 minutos y 39 segundos lograr la corona, respectivamente.
Ambos son atletas de elite, ganadores de competencias a nivel nacional e internacional y han representado a la Argentina. Molina, además, había ganado el Maratón de Reyes en el año 2019, venciendo esa vez al ahora ausente Federico Bruno, atleta concordiense más ganador de la prueba.
“Estoy muy contento y siento que esto es una revancha, no solo porque en 2020 no pude ganar yo, sino porque tuve dos veces coronavirus y estuve parado, sin poder correr, durante 6 meses”, dijo a Mirador Entre Ríos el paranaense.
Detrás del ganador llegó el local Martín Méndez, que tuvo 6 segundos de diferencia. Aunque el campeón reconoce que tienen buena relación, su ambición durante la competencia pudo más. “Fue una carrera durísima, aunque sabíamos que estaba complicado, la carrera fue rápida de entrada. En el kilómetro 8 sentí el cansancio, miro para atrás y lo veo a Martín (Méndez) ahí cambié el ritmo y llegué casi sin resto. Yo le dije a Martín que deseaba que ganara él porque lo admiro como atleta, hace 10 años que lo conozco y es un deportista muy parejo que viene progresando cada año, pero vine con la cabeza de campeón a buscar esta corona que tanto deseaba, volver al triunfo como en el 2019”, sinceró.
El atleta aprovechó también para hacer mención a las dificultades que tienen quienes dedican su vida a la competencia de alto rendimiento. “Creo que está bueno que nos den un premio en dinero porque nos sirve para mejorar nuestra alimentación y conseguir suplementos. Ojalá, más allá de los sponsors, tengamos más apoyo porque somos personas que representamos muchas veces al país”, mencionó.
El podio de hombres se completó con Cristian Zamora, deportista uruguayo, quien es hermano de Andrés Zamora, conocido en Concordia por haber sido campeón de la prueba en el año 2010.
Por su parte, Mainetti indicó: “Es una alegría haber ganado esta carrera, fue muy lindo participar, correrla y encontrarme con todo lo que significa en la ciudad. La gente fue muy cálida y creo que no voy a olvidarme de lo que viví en esta ciudad”.
Detrás de Chiara llegaron Rosa Godoy, que ha formado parte del podio en varias ediciones, y Patricia Ponce.