Ana Inés Dobal redaccion@miradorprovincial.com


Leandro Ardusso es el profesor de Educación Física y acompañante terapéutico encargado de vincular con el medio acuático a estas personitas especiales y admirables en la primera edición de colonia inclusiva de Rufino. El proyecto se denomina "El agua como medio de aprendizaje" y los niños con discapacidad de entre 3 y 12 años trabajan y disfrutan, por grupos, bajo la atenta mirada de un profesor y un ayudante por cada uno.

Diez son los niños con los que este espacio cuenta, y están a cargo de un profesor muy especial también, ya que para acompañar el trayecto de crecimiento e integración a la vida común de personas con discapacidad se necesita mucho más que un título. Así es "Lean", que trabaja desde el comienzo de su camino profesional en esta área de amor, empatía y sensibilidad con gran entrega, como el mismo relata: "En mi carrera hubo una materia, Discapacidad, que me llegó e hice las prácticas docentes en un colegio con varias patologías. Durante esa experiencia me cautivó el amor que me daban y por allí seguí".

La propuesta apoya la iniciativa de brindarle a Rufino otra mirada en el aprendizaje ya que, hasta el momento, no había colonia de verano que incluyera la discapacidad. Las clases comenzaron el 10 de enero último, después de posponer fechas por el aumento de casos de Covid, y funciona de lunes a viernes de 10.30 a 13.30, con grupos divididos por edades.

El proyecto está dirigido a niños/as de 3 a 12 años con alguna diversidad funcional. El abordaje se realiza de manera individual o en parejas, teniendo en cuenta la necesidad de cada niño, y hasta el momento son siete los que asisten regularmente; la clase dura una hora y se desarrolla en el área de piletas del Parque Municipal "Ángel Bulgheroni", integrada a la tradicional colonia municipal, también en pleno funcionamiento.

El eje es el amor
Respecto al día a día de esta colonia inclusiva, el profesor a cargo destacó: "La clase debe tener varias oportunidades de enseñanza para que el niño pueda lograr los objetivos esperados, además de mucho amor, que es el eje fundamental de la propuesta. Personalmente me gusta buscar la manera de enseñar y transmitir al niño la posibilidad de aprender de otra forma y con otros tiempos".

"Creo que siempre es importante crear un espacio para la discapacidad, ya que los niños lo necesitan y se los ve felices, por eso las repercusiones son muy positivas desde el comienzo. Para el área de Deportes significa una enorme satisfacción al poder brindarles un espacio a todos los niños de la ciudad sin importar su condición", expresó el director de Deportes, Exequiel Grosso.

Según destacaron los responsables, por el estado de emergencia sanitaria no se pudo promocionar la propuesta, sin embargo, se ejecuta con los cuidados sanitarios del caso y se proyecta su sostenimiento para los años venideros. "La mejora, en el futuro, estaría dada por la sumatoria de niños y profesores, armando equipos interdisciplinarios aún más especializados que puedan aprovechar las posibilidades que el medio y los niños ofrecen. La experiencia viene siendo increíble hasta ahora, los niños lo disfrutan mucho", dijo Leandro Ardusso, y agregó: "Teniendo en cuenta la gravedad de la patología que posee el niño que llega, es la cantidad de integrantes que se evalúa integrar a cada grupo, ya que el proyecto fue pensado con el objetivo de trabajar en equipo. Hay cupos limitados y el profesor es asistido por profesionales de otras áreas que dispuso la colonia, para focalizar el trabajo personalizado que requiere la propuesta".

Agua para aprender

El agua es un instrumento de formación y un medio de diversión. Es utilizado para conocer, aprender y divertirse favoreciendo el aprendizaje de habilidades varias, por lo que este proyecto pretende dotar a los niños de una educación integral con el mayor número de experiencias posibles, proporcionando beneficios a nivel físico y psicológico.

El profesor especializado en discapacidad tiene 26 años y nació en Rufino, trabaja para instituciones de atención a personas con discapacidad y acompaña a estas personas de modo individual, con una mirada sensible y muchas ganas de continuar aprendiendo. Ardusso cerró diciendo: "Todos somos diferentes y a la vez iguales; las personas, al igual que las aves, son diferentes en su vuelo, pero iguales en su derecho a volar".

La inscripción se realizó a través de un link de manera on line y los requisitos fueron certificado médico y bucodental. "El trabajo es muy personalizado, con no más de cuatro niños por profesor, y contamos con dos profesores especializados en discapacidad y dos ayudantes con experiencia en el área", sumó Grosso y agregó: "Personalmente me llena de alegría poder brindarles a los niños un espacio donde puedan divertirse, hacer amigos y pasarla muy bien. Además de eso aprenden a hacer muchas cosas, manualidades y arte, cocina rústica, natación, ecología, separación de residuos, la importancia de la eco botella, y lo más importante, que es compartir todo esto con amigos".