Romina Santopietro


Soul On es la banda recién nacida conformada por Alejandro Teiler en bajo y voz, en batería Eduardo Goyri, en guitarra y voz Jorge Luis Cura y en guitarra y coros Hernán Castillo. Su música transita cómodamente en los géneros soul, claramente, funk, rock y blues, con temas propios interpretados en inglés y castellano y algunos covers.

En una charla con mates -cada uno con el suyo, acorde a la nueva normalidad- acompañados por pirulines de una tradicional panadería santafesina y una malograda torta de naranja, Alejandro, gestor del proyecto, se explayó acerca de Soul On.

-Arranquemos por el nombre de la banda ¿Por qué Soul On? ¿Por "poner el alma" en la música?
-Sí. Básicamente por eso, en primer lugar. También porque los estilos de música en los que compongo y de los covers que elijo, son los que más me llegan al alma, lo que me mueve. Y además porque la base de la música que hacemos es música soul. Si bien hacemos funk y algo de blues, la raíz es netamente el soul, tanto en las composiciones propias como de los covers, la raíz viene de ahí, de ese género. Es el alma que está activa en la música.

-¿Cuándo y cómo se forma la banda?
-Se formó en pandemia. Con Edu -Goyri- veníamos tocando en otra banda donde el guitarrista decidió enfocarse en su carrera universitaria. Entonces decidí arrancar mi propio proyecto, que ya lo venía postergando desde hacía bastante tiempo. Era el momento. Empecé a buscar a los otros integrantes. Al primero que contacté fue al guitarrista rítmico, el Turco Jorge Cura. Había escuchado un par de temas que él había compuesto y que me gustaban Después él mismo me sugirió incorporarlo a Hernán Castillo, que entró como guitarra principal. Yo no tenía muy claro cómo iba a ser la formación de la banda, en un principio. Sí el concepto. Con ellos dos ya habíamos tocado antes, ya nos conocíamos. Ensayamos, nos gustó, funcionó y arrancamos.

-¿Cómo eligen los covers? Porque son bastante variados.
-Lo que hacemos es dentro de un marco de música que tenga raíces afroamericanas. Ese es el común denominador. De ahí elegimos entre todos. De igual manera, como arrancamos en pandemia, el set list de la banda fue un poco menos rígido: fueron los temas que podíamos salir ya a tocar. Pero tratamos de mantenernos dentro del género. Ahora lo estamos trabajando, pero la idea es tener un abanico un poco más diverso en lo que hacemos. Depende del lugar, del espacio donde vamos a tocar, podemos adaptar el show. No queremos hacer un show rígido. Así que algunos temas fueron como un entrenamiento, un inicio.

Luego de una pausa de apreciación de los pirulines, la charla siguió.

-Hubo dos ciclos grabados de los que participaron. Contanos un poco cómo se siente esto de tocar sin público.
-Alcanzamos a tocar una sola vez en vivo y con público. En seguida se vino la segunda ola de restricciones. Entonces salió la oportunidad de hacer un show grabado en La Casa de los Gobernadores -la Casa de la Cultura- dentro del ciclo La Seguimos en Casa. Hermoso. Creo que fuimos la primera banda que toco en ese formato en ese lugar. Porque hasta el momento eran dúos o tríos pero con un perfil más acústico. La diferencia con el vivo es que como sabés que te van a filmar el miedo al error, porque queda registrado es mucho mayor. La presión es mayor que en un show en vivo. Esa es la principal diferencia, además de no tener el feeling de la gente. ¡Siempre y cuando a la gente le guste lo que estás tocando, claro! -risas-. Pero suponiendo que la gente está a gusto, esa energía falta, y se siente. Por otro lado el ambiente que nos tocó fue buenísimo, porque la casa estaba hermosa, en ese lugar donde grabamos. Llegamos a este ciclo través de Luli Molina. También grabamos hace muy poco en Tribus. Esto va a salir en el canal de la provincial. Fuimos un poco como un experimento, porque fuimos los primeros en hacerlo. Fue como una grabación en estudio, pero en el bar. Se tomó cada instrumento por separado, se analiza, se corrige, se mezcla y se manda para chequear el estándar de calidad. Hasta que se da el resultado final de la compaginación de audio y video. Y además se va a hacer mezclas para televisión por un lado y para redes, en diferentes plataformas por otro. Un laburo muy grande. ¡Fuimos los primeros que grabamos! Estamos entusiasmados.

Lo que se viene

Soul On es un proyecto muy reciente, que si bien estuvo forjándose en el alma, se cristalizó en febrero de 2020. Apenas un año atrás.. Así que todo está por venir. «Hay varias facetas. Una es tocar todo lo que se pueda en vivo. El vivo para un grupo es fundamental. Es lo único que lleva a que una banda se consolide. Para que uno se suba a tocar fluyendo. Ni hablar para seguir creciendo. Es el motor. Así como indispensable es gestar futuras fechas, hacia adelante. Y por otro lado, grabar en estudio, no ya un disco, porque casi que no se estila ya grabar un disco. La idea es grabar temas, Uno, dos, tres, lo que de en el momento. Y si se puede hacer un videoclip de cada tema sería excelente», cierra con una sonrisa.