Mauro Dalmazzo
“En vez de defender a las víctimas, defienden a los criminales”, aseguró a El Litoral la mamá de Chiara Páez, Verónica Camargo, tras conocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la provincia que anula la condena a 21 años y 6 meses de prisión que pesaba sobre Manuel Mansilla, actualmente único detenido como autor material del crimen de la joven rufinense, cometido el 10 de mayo de 2015.
Verónica dijo haber recibido “un rumor” en la noche del jueves en relación al fallo del máximo tribunal santafesino, pero admitió que la noticia pudo confirmarla cuando la vio en la mañana de este viernes publicada en los medios. Aseguró sentir “una decepción total”, e insistió con que “la madre de Mansilla, el padrastro y sus abuelos fueron partícipes del crimen. Es imposible que haya hecho todo solo”.
También mostró su malestar y enojo con Gabriela Del Castillo, defensora general del Juzgado de Menores, por priorizar “la posibilidad de que el asesino de mi hija pueda estudiar, y no pensar en una familia que está destrozada”.
El fallo tiene como fecha el 27 de diciembre de 2021, pero se conoció en las últimas horas. Determina anular la condena a 21 años y 6 meses de prisión que pesaba contra Manuel Mansilla, al dar lugar a un recurso de inconstitucionalidad presentado por la defensora general del Juzgado de Menores.
En consecuencia, “se remite la causa al Tribunal que corresponda a los fines que la misma sea nuevamente juzgada conforme a las pautas sentadas para los procedimientos de menores”.
Y según las leyes vigentes, la pena máxima a establecer es de 15 años, con lo cual antes de fin de año el detenido estaría en condiciones de comenzar a gozar de salidas transitorias, ya que solo restan meses para alcanzar la mitad de la condena.
Dolor y bronca
“No hemos recibido ninguna información oficial. el fallo lo tienen los medios de comunicación, pero nosotros no. Por eso me parece una falta de respeto no solo el dictamen que salió de la Corte Suprema, sino además que no hayan tenido la delicadeza de informarme como mamá o familiar”, expresó Verónica Camargo.
En este contexto, agregó que “para nada esperaba este fallo. Al menos pensaba que se iba a mantener la condena. Mansilla fue juzgado como menor, aunque digan lo contrario. Se tuvieron en cuenta todos los tratados internacionales con respecto al niño, si es que se lo puede llamar niño a este asesino”.
El femicida tendrá que ser juzgado en Primera Instancia en Venado Tuerto como menor de edad, con un Juez que se designará en un corto plazo. “No sé a qué se refiere esta señora (Gabriela Del Castillo) que lo defiende, que habla de él como un niño que sabe que hizo algo malo, pero que tiene derecho a estudiar. Debería recordar esta señora que estudió Derecho, que el principal Derecho Humano que tenemos todos es el derecho a la vida y el respeto a la dignidad humana”, resaltó la mamá de Chiara.
Lo más “doloroso es escuchar al asesino decir ‘sé que me la mandé, pero tengo derecho a estudiar’. Hablar así como si la vida de Chiara no tendría ningún valor, como si estuviera haciendo referencia a que rompió un vaso o robó una bicicleta. Y nunca mostró arrepentimiento por lo que hizo”, añadió.
Verónica lamentó que haya que involucrarse como familia permanentemente en la causa para lograr un “poquito de justicia”. Y aseguró que “los operadores judiciales no hacen su trabajo como corresponde y en lugar de defender a las víctimas, defienden siempre a los criminales. Es por eso que seguimos teniendo tanta violencia en nuestra sociedad, porque en lugar de que existan severas penas, los asesinos saben que entran por una puerta y salen por la otra”.
Y fue contundente al decir que “todos (por los familiares de Mansilla) fueron parte, estaban en la casa, que es de dos metros por dos. Todos participaron y eso es una realidad. Cuando se hizo la reconstrucción del hecho, Mansilla no pudo cargar a una policía que tenía una contextura similar a la de Chiara”.
Tampoco “mi hija tenía señales de arrastre. Y cuando cavó el pozo, se lastimó todas las manos y quedó muy cansado. Con lo cual, no pudo haber hecho todo solo esa noche: asesinar a Chiara, hacer el pozo, cargarla, y salir fresquito a la calle, y llamarme por teléfono para decirme que Chiara no había ido a la casa de las amigas. Ese no es un niño, como dicen. Por eso tengo una decepción total”, finalizó Verónica Camargo.