La medida se tomó luego de las balaceras contra dos dependencias policiales en menos de 20 horas. Tienen la orden de "repeler cualquier agresión externa".
Carlos Retamal
Las dos balaceras contra la comisaría 12ª y la subcomisaría 24ª, ocurridas entre la madrugada y la tarde del sábado 19 de febrero en las zonas norte y noroeste de Rosario, pusieron en alerta máxima a las autoridades de la Unidad Regional II, quienes decidieron que un efectivo policial se instale en el frente de cada una de las dependencias policiales, equipado con chaleco antibalas y armas largas "a los efectos de repeler cualquier agresión externa".
La decisión se tomó en las últimas horas del sábado y comenzó a hacerse efectiva este domingo 20 de febrero en todas las dependencias de la Agrupación Unidades de Orden Público (comisarías) de la Unidad Regional II.
La circular señala que durante las 24 horas y hasta nueva orden, se dispondrá "un efectivo por cada dependencia policial, correctamente equipado con chalecos antibala y armas largas, quienes se establecerán en la puerta de cada dependencia policial, en estado de alerta máxima y continua, a los efectos de repeler cualquier agresión externa".
Además, se realizará un control de todos los móviles y el personal afectado al operativo de seguridad, incluyendo los días y horarios de servicio, "con el objeto de coordinar las acciones del personal y evitar superposición de los recursos".
Entre la madrugada y la tarde del sábado 19 fueron atacadas dos comisarías de la ciudad. Loa autores fueron sicarios que pasaron en moto y gatillaron contra los frentes de las seccionales 12ª, ubicada en Casilda y Solís, de barrio Ludueña y de la subcomisaría 24ª, de Juan José Paso y avenida Sabin, en el barrio Toba, también conocido como Travesía.
El primero de los ataques ocurrió en la madrugada del sábado 19, cuando fue baleado el frente de la comisaría 12ª, y un móvil del Comando Radioeléctrico que estaba estacionado en la puerta.
Voceros de la investigación señalaron que en una primera inspección se constataron cinco impactos de bala contra el frente de la seccional ubicada en la esquina de Casilda y Solís. Otros cuatro perforaron los vidrios y otro impactó en la puerta de ingreso. En tanto que otros cinco plomos agujerearon la chapa de una camioneta del Comando Radioeléctrico que estaba estacionada.
Los atacantes eran dos personas que se movilizaban en una moto. Dentro de la seccional había, al momento del ataque, cinco policías, que no resultaron lesionados.
El segundo ataque se dio después de las 15, cuando dos personas en moto, con sus cabezas protegidas por cascos, pasaron por avenida Sabin y Juan José Paso y efectuaron más de una docena de disparos contra el frente de la subcomisaría 24ª, ubicada en el inicio de barrio Toba.
Los uniformados que estaban en el interior de la subcomisaría, ubicada a pocos metros de un centro de salud, no sufrieron lesiones. Voceros de la investigación señalaron que varios de ellos alcanzaron a ver el escape de los motociclistas, que huyeron hacia el oeste por calle Juan José Paso, y luego tomaron por Formosa, y se perdieron en el barrio conocido como Nueva España.
En el lugar se hizo presente personal del gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), que recogió al menos 15 vainas servidas calibre 9 milímetros en la zona.
Durante la mañana del sábado, luego de la balacera contra la seccional ubicada en barrio Ludueña, la policía rosarina realizó un gran despliegue de móviles y personal para intentar esclarecer el ataque y dar con los autores del hecho.
Agentes del Comando Radioeléctrico, junto a personal de la Agencia de Investigación Criminal realizó al menos 3 allanamientos en los cuales detuvo a 4 hombres y 3 mujeres.
Los operativos se realizaron en viviendas ubicadas en Arévalo y Magallanes, en barrio Ludueña (a menos de 300 metros de la seccional baleadas y a una cantidad similar de metros de la vivienda donde este viernes fue asesinada una mujer de 38 años); en Montevideo al 7300, barrio Belgrano Oeste, a menos de 200 metros de avenida Circunvalación; y en Los Chingolos al 300 (barrio Cabín 9, en el extremo oeste, casi en el límite con Pérez).
Fuentes de la investigación indicaron que en el operativo realizado en una vivienda ubicada en inmediaciones de Arévalo y Magallanes, se incautaron: un revólver calibre 38, varias municiones 9 milímetros y dos chalecos balísticos.
En Montevideo al 7300 fueron secuestradas dos pistolas calibre 9 milímetros y otra calibre 40, varios cargadores (algunos extensibles y otros comunes), todos con sus cargadores llenos de municiones, y una mochila con una importante cantidad de proyectiles. En ese lugar fueron detenidos 3 hombres y 2 mujeres.
Mientras que en Los Chingolos al 300, se hallaron cargadores para armas de distinto calibre, una importante cantidad de municiones calibre 9 milímetros. Y se detuvo a un hombre y una mujer.
Las siete personas quedaron detenidas en forma preventiva (en calidad de demoradas), mientras se investiga si estuvieron involucrados en el ataque contra la sede policial.